Más que estado fallido…
¬ Augusto Corro viernes 13, Feb 2015Punto por punto
Augusto Corro
El ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio “Layo” Aguirre Rivero, renunció al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Terminó así una relación de componendas políticas que dañaron al perredismo.
El tal “Layo” decidió dejar al partido amarillo en plena temporada electorera cuando la lucha política es intensa porque, entre otras cosas, son muchos los aspirantes que buscan cargos de elección popular.
En Guerrero, el ex gobernador estaba aferrado en continuar con el poder político fuera del trono. Luego de la renuncia al gobierno estatal, no cayó en el ostracismo. Decidió seguir con sus alardes de hombre fuerte y obstaculizó el trabajo del PRD.
Todavía con suficiente influencia en su partido, logró que su hijo, Ángel Aguirre Herrera, lograra la candidatura a la presidencia municipal de Acapulco por el partido del sol azteca.
Su presencia e influencia en el mencionado instituto político evitaron que el senador Armando Ríos Piter, uno de los candidatos con mayores posibilidades para ganar la gubernatura, participara en la contienda electoral.
Uno de los dirigentes del PRD, Jesús Ortega, el “Chucho Mayor”, le dijo a Ríos Piter que se pusiera de acuerdo con el ex mandatario para tratar lo de su posible candidatura. El legislador rechazó esa orden y decidió esperar mejores tiempos para buscar la candidatura.
Ya sin la militancia amarilla, en el partido del sol azteca, la cúpula del poder tendrá menos presión para designar al candidato del PRD al gobierno de Guerrero.
EXPLOTÓ LA CORRUPCIÓN
Como ocurrió en algunas entidades, en Guerrero también se sintió el peso del nepotismo. El entonces gobernador “Layo” tenía en la burocracia estatal a decenas de familiares que desempeñaban diversos cargos.
Había desde vigilantes hasta asesores que por las tardes suplían al gobernante en sus funciones públicas. Tal era el caso de Mateo Aguirre Rivero, hermano de “Layo”, quien, con la autorización de su pariente, atendía asuntos vinculados con empresas constructoras.
Debido a su injerencia en el gobierno estatal, Mateo era considerado como “el vicegobernador” de Guerrero. La trayectoria como asesor de su hermano lo implicó en problemas muy serios.
Por ejemplo, fue acusado del desalojo de la Autopista del Sol, que dejó dos normalistas de Ayotzinapa muertos. Como coordinador del gabinete su sueldo rebasaba los cien mil pesos mensuales.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso de agua lo constituyó el saqueo al erario. Mateo, a través de sus empresas triangulaba los recursos públicos.
El citado Mateo fue capturado por la Policía Federal y se encuentra en la cárcel del Altiplano, en Almoloya, Estado de México. De acuerdo con las autoridades, el hermano incómodo de Ángel es acusado por operaciones que realizó con dinero de procedencia ilícita.
Al citado Mateo lo conocen también como “El señor del 20%” pues ese era el porcentaje que pedía a los empresarios que pretendían conseguir contratos de obra pública estatal. El “vicegobernador”, aficionado a los caballos, escogía los mejores proyectos para obra pública en Guerrero. El resto se entregaba a quien estuviera dispuesto a entregarle el 20% de “moche”.
A DISPOSICIÓN DE LAS AUTORIDADES
Luego de su renuncia al PRD, el gobernador con licencia, Ángel Heladio Aguirre Rivero, se puso a disposición de las autoridades para que se le investigue. Si esto ocurre, el guerrerense podría pasarse el resto de su vida en prisión.
Hace ya varios años que los guerrerenses viven aterrorizados. La narcodelincuencia llegó para quedarse e invadió al estado. De esto se derivó una espiral de violencia a la que no se le ve fin. Con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se reconfirmó el salvajismo de los cárteles de la droga. Decenas de tumbas clandestinas fueron descubiertas, con osamentas humanas, cuando se buscaba a los estudiantes en los basureros de Iguala y Cocula.
Los secuestros y los asesinatos se convirtieron en una actividad cotidiana, en una región marcada por la muerte. La producción de estupefacientes también se incrementó. Los narcos encontraron el terreno propicio para vincularse con las autoridades locales. Los cuerpos sin vida de decenas de personas son acumulados en crematorios sin funcionar, etc.
Las autoridades federales, según se informó, investigan a varios alcaldes por posibles relaciones con la delincuencia organizada.
¿Qué hacía Ángel Heladio Aguirre Rivero cuando se destruía, sin contemplación alguna, el tejido social en Guerrero? El ex gobernador tendrá que responder a un sinnúmero de preguntas relacionadas con su desgobierno.
Llegamos pues a la conclusión que Guerrero más que un estado fallido es una tierra sin ley, donde la delincuencia es dueña del territorio.