¿Y García Luna?
Francisco Rodríguez viernes 23, Jul 2010Índice político
Francisco Rodríguez
TRAS LA “SACUDIDA” que, al estilo “remoje, exprima y tienda”, el ocupante de Los Pinos dio a su equipo de estorbadores -quitó a unos “cuates” para poner a otros que sí sean “cuates”-, comenzó a notarse la ausencia de Genaro García Luna, quien aún cobra en la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Y comenzó a notarse precisamente porque, todo así lo indica, su jefe le minimizó la “chamba”. Desde el miércoles de la semana anterior, en efecto, quien coordina la ahora llamada “lucha por la seguridad” es el recién llegado José Francisco Blake Mora, a quien nadie ve con los tamaños necesarios para mandar a llamar a los titulares de la Defensa y de Marina, por ejemplo.
¿Dónde está García Luna? Tiene ya tiempo que no protagoniza, dirige o produce uno de sus clásicos montajes propagandísticos que son delicia de “los chicos y las chicas de la fuente”, y también solaz de sus no pocos críticos, ya que de inmediato encuentran los trucos y efectos especiales a los que el “desaparecidito” es tan afecto. Desde hace semanas, cierto, son sus no muy acreditados subalternos quienes organizan conferencias de prensa a las cero-7:00 horas -las siete de la madrugada, pues- para presentar detenido o cercenado a alguno de los “brazos derechos” de algún capo más o menos aclientado con la casa.
¿Hizo berrinche porque fue desplazado? O acaso será cierto, como no pocos dicen por ahí, que ¿está ocupado cuidando personalmente que Diego Fernández de Cevallos no se les escape?
Siempre avispados, algunos miembros del Congreso de la Unión ya se dieron cuenta de esta otra desaparición súbita. Y quizá por ello, para obligarlo a salir de su cubil o madriguera, es que la fracción perredista de la Cámara baja, a través de Agustín Guerrero, demanda desde hace dos días que García Luna sea despedido fulminantemente y enviado ipso facto a disfrutar alguna de las nuevas residencias que se ha construido en los últimos años.
Y eso que este PRD es aliado de Calderón. O tal vez precisamente por ello, pues ya ve usted que desde esta dirigencia del sol azteca es que hoy hacen la tarea sucia al ocupante de Los Pinos. Vea si no al también diputado -y precandidato al gobierno de Nayarit, en alianza con el PAN, but of course-, demandando que se apruebe un IVA a alimentos y medicinas “acotado”. ¿Qué esa no es tarea de los panistas? ¡para ganarse la aquiescencia de Calderón es que hoy lo demandan los perredistas?
Pero, volviendo a García Luna, ¿qué ha pasado con él?
¿Acaso acometió un fault –vebi gratia: una patada en las espinillas de Calderón- en alguna de esas “cascaritas” que de vez en vez, cuando el tiempo, el estado de ánimo y el de ¡salud! así lo permiten- se celebran en los jardines de Los Pinos? ¿Por eso lo sacaron de la jugada?
¿Dónde ha estado el ocupante de la Secretaría de Seguridad Pública cuando más se le ha necesitado recientemente?
¿Dónde, para darnos luz sobre el coche-bomba de Ciudad Juárez? ¿Por qué las explicaciones corrieron a cargo del procónsul yanqui y del representante de Calderón en Washington?
¿Dónde está García Luna para darnos a conocer -todavía estamos a tiempo- lo que de verdad sucedió la madrugada del más reciente domingo en Torreón, donde perdieron la vida más de 20 ciudadanos?
García Luna, todo lo indica, está arrinconado por la falta de resultados en la guerra contra el narco -rebautizada ya como “lucha por la seguridad”-, que ya rebasa los 25 mil muertos sin ningún resultado bonancible.
¿Le va a “dar cuello” Calderón pues -como dijo el otro neoclásico, este poblano-, “no coopela” con la causa?
¿O lo va a usar nada más como agente político en tiempos poselectorales, estableciendo convenios -como hace dos días, en Puebla- con los gobernadores recién electos?
Y usted, ¿extraña a García Luna?
Índice Flamígero: La opinión del psicoanalista social José Antonio Lara Peinado: “… En México, hay un tipo de agresión emocional perversa, manifestada en acciones donde sin la más mínima vergüenza o culpa se canjean vidas de niños por apoyos económicos, donde la vida de 14 huelguistas de hambre que defienden su trabajo merece del secretario del Trabajo declaraciones histriónicas en los medios… Esta agresión poco estudiada es aún más cruel y sangrienta que la agresión primitiva. Antaño, la agresión obedecía a pulsiones de sobrevivencia, hoy en día la agresión de la cual hablo, obedece a pulsiones de muerte, donde descuartizar y destrozar el alma del mexicano parecen ser el objetivo. Freud, en su escrito Sobre la guerra, efectuado a solicitud de Albert Einstein, llegó a conclusiones poco alentadoras: él señala que la destructividad y la violencia en el ser humano es algo que existe en su interior y obedece a una pulsión de muerte, y el único recurso verdadero con el que cuenta para dominarla emana fundamentalmente de tres fuentes: una de ellas es el adquirir conciencia de la existencia de este impulso y, a través de la fuerza de la razón, convencerse de que se debe optar por su renuncia, ante todo cuando sus efectos pueden descargarse en el otro o en los otros que integran la comunidad. La segunda estaría dada por la capacidad de sublimar esas pulsiones y transformarlas en instrumentos que, lejos de dañar, beneficien a la sociedad. La tercera y última sería la utilización de su capacidad de amar, que con su sola presencia, contrarresta o neutraliza la agresión. Los políticos en este país, ni conciencia, ni capacidad de sublimación ni mucho menos amor tienen. Estamos pues ante sujetos que ni siquiera pueden compararse con las bestias”.