Bienes malhabidos
¬ Augusto Corro lunes 9, Feb 2015Punto por punto
Augusto Corro
El ex gobernador oaxaqueño, José Murat, tiene propiedades millonarias en Nueva York, adquiridas a través de empresas fantasmas, según reveló “The New York Times”.
Por lo menos, uno de sus departamentos se encuentra en el Time Warner Center de Manhattan, que tiene una vista privilegiada a Central Park.
En ese lugar las residencias son carísimas. Por ejemplo, un penthouse habitado por el rapero Jay-Z fue vendido en 2011 en 31 millones de dólares, más de 460 millones de pesos.
El periódico presentó una de cinco partes de reportajes de dueños de condominios que compraron bienes inmuebles en aquella zona privilegiada en el corazón de Manhattan.
Además, el próximo miércoles el diario neoyorquino publicará más información con el título The Mexican Power Brokers, en el que señala que Murat -quién gobernó Oaxaca de 1998 a 2004- encabeza una familia prominente de políticos mexicanos que adquirió una media docena de propiedades en Estados Unidos.
La investigación realizada por “The New York Times” se llevó a cabo durante un año y “abrió la secrecía de más de 200 compañías “fantasma” utilizadas para ocultar la procedencia exacta del dinero que adquiere las lujosas propiedades”.
A manera de introducción, el rotativo señaló: “Al otro lado de la frontera, José Murata Casaab, líder de una prominente familia política mexicana y ex gobernador de Oaxaca. Su hijo, Alejandro, lidera el Infonavit. Su familia ha adquirido seis propiedades en Estados Unidos”.
Por cierto, el tal Alejandro, con la asesoría de su papá, se encuentra decidido en convertirse en gobernador de Oaxaca. Seguramente, la revelación de las propiedades multimillonarias en Manhattan desviaría su anhelo político.
OAXACA, SUMIDO EN LA POBREZA
Oaxaca siempre estuvo gobernado por políticos amantes de lo ajeno, es decir de saquear las finanzas públicas.
De Murat Casaab se sabía de sus malos manejos en empresas constructoras fantasmas de su propiedad.
Sin embargo, es ahora cuando ya se empieza a vislumbrar sobre los sitios donde el ex mandatario priísta invirtió su fortuna inexplicable.
La entidad mencionada es una de las más pobres del país. Siempre se encuentra acosada por un malestar social, derivado de la injusticia y la pobreza.
La violencia y el desorden llegaron para quedarse. Por lo menos en la capital del estado todos los días se efectúan marchas, tomas de casetas de la autopista, gasolineras, edificios públicos, etc.
El asunto es que no se tiene la menor idea de cuándo y cómo se resolverá el conflicto magisterial, dolor de cabeza de las administraciones, revitalizado con la lucha por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La inconformidad social de los oaxaqueños va de las ciudades al agro, que tristemente, tiene en los campesinos a una importante mano de obra, pues miles de estos emigran para trabajar en Estados Unidos, o en las zafras de Veracruz o en las cosechas de Sinaloa.
La emigración forma parte de la conducta de la gente dedica al campo, porque en su propia tierra no se encuentran los medios para subsistir.
OTRO ACUSADO DE SAQUEADOR
Cuando dejó la gubernatura el impresentable Ulises Ruiz Ortiz, ahora flamante delegado priísta, el propio gobernador Gabino Cué dijo que su antecesor tenía que explicar el manejo administrativo de miles de millones de pesos del erario.
Esa acusación se diluyó. En algún momento se pensó que Ruiz Ortiz podría ir a la cárcel. No ocurrió tal. El ex mandatario y Cué fumaron la pipa de la paz y ahora cada vez que se ven se abrazan y se saludan como viejos y añorados amigos.
El ex gobernador logró burlar a la justicia como lo hicieron un sinnúmero de funcionarios públicos, como Mario Marín, “mi gober precioso”, en Puebla. Sólo se encuentra detenido, en una cárcel cómoda, Andrés Granier, ex mandatario tabasqueño, en espera de que sus “cuates” lo ayuden a conseguir la libertad.
PESADILLA
En Guerrero, la pesadilla continúa. La muerte, en sus diferentes temas, es parte de la cotidianidad.
Secuestrados, desaparecidos, decenas de cuerpos sin vida en el crematorio, violencia, autodefensas, cierres de la autopista, fosas clandestinas, narcodelincuencia, dorga, manifestaciones, paro magisterial, etc., mantienen agobiados a los guerrerenses.
A esos conflictos debe agregarse la ineptitud del encargado de gobernar la entidad, Rogelio Ortega Martínez, quien llegó al cargo para sumir al estado en mayor inseguridad y violencia. Guerrero se convirtió en tierra sin ley.
En fin, en Guerrero parece que se dieron cita los delincuentes para practicar toda clase de delitos ante la complacencia de las autoridades.
Claro, el problema de la ingobernabilidad en ese estado empezó con los gobierno perredistas, cuyo último espécimen, Ángel Heladio Aguirre, fue el peor exponente. Este sujeto dejó crecer la corrupción y la impunidad. A pesar de esos errores, en su partido tiene la fuerza política suficiente para designar a candidatos a cargos de elección popular.
Entre otras cosas aprovechó su poder para designar a su hijo Ángel como precandidato a la alcaldía de Acapulco.