Practican primera cirugía robótica en el ISSSTE
Salud lunes 9, Feb 2015- Mejor precisión y un menor tiempo de recuperación
Se llama Da Vinci, es un robot blanco como las batas de los médicos y permitió al Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” realizar la primera cirugía robótica en la historia del ISSSTE, procedimiento que garantiza una mejor precisión y un menor tiempo de recuperación para los pacientes.
El robot Da Vinci, de tecnología estadounidense, se estrenó en una histerectomía que practicó el director general del 20 de Noviembre, Luis Ernesto Gallardo Valencia, para retirarle el útero a una mujer de 33 años, por vía vaginal.
El equipo con un costo de 3 millones de dólares fue cubierto con plástico estéril, maniobra que duró casi 30 minutos, porque se capacitó a varias enfermeras sobre cómo realizar esta tarea.
Mientras quedaba todo listo en el quirófano para que la paciente pudiera ser intervenida, Gallardo Valencia destacó que una de las ventajas es la ampliación de la cirugía de mínima invasión, que es cuando en lugar de hacer una gran incisión se hacen pequeñas incisiones de entre 12 y 5 milímetros, lo que favorece al paciente ya que el dolor es mínimo.
“El dolor que experimenta cualquier paciente que es operado con cirugía robótica es 90 por ciento menor al que experimentan cuando se aplica cirugía abierta “, agregó.
Representa para el paciente menor riesgo de complicaciones como un sangrado, y contribuye a que más pronto se reincorpore a sus actividades normales, pues permanece sólo unos días en el hospital y la incapacidad tras algunos procedimientos quirúrgicos que regularmente es de entre 30 y 45 días, se reduce a 7 o 14 días.
Una vez listo el robot, blanco como las batas de los médicos, es colocado en posición y a la paciente se le hacen unas pequeñas incisiones en el vientre para poder introducir los brazos mecánicos que operarían en el interior de su cuerpo.
En esta intervención más de una decena de especialistas de distintas ramas de la medicina atestiguan el funcionamiento de la máquina que es dirigida por el cirujano a poco más de un metro de distancia de la mujer, porque con esta técnica no es necesario estar parado al lado de la camilla, sino sentado frente a una consola.
“Con el robot tenemos una cámara de muy alta definición, en tercera dimensión como es nuestra visión normal. De tal manera que, nos percatamos perfectamente de la profundidad, da la sensación como sí uno se metiera dentro del paciente, puede ver los órganos a mucho detalle de tal manera que trabaja uno de una forma más fina, más exacta “, expresó Gallardo Valencia.