Iztapalapa
¬ Augusto Corro lunes 19, Ene 2015Punto por punto
Augusto Corro
Perredistas y morenos librarán en Iztapalapa su principal combate por el poder en las próximas elecciones locales. Esa delegación, desde hace varios sexenios es el bastión de la izquierda en el Distrito Federal. Los amarillos llegaron, se adueñaron del poder y no lo soltaron. Las pugnas tradicionales sólo cambiaban al delegado político, pero no las siglas.
En el presente, la problemática política en la delegación mencionada se presenta difícil, compleja y llena de incertidumbre, porque es la primera vez que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se disputarán los votos. No será fácil para ninguno de las dos organizaciones políticas.
Si los perredistas pierden Iztapalapa empezarán a cavar su tumba. Si los morenos obtienen la victoria, tendrán a su disposición ese gigantesco electorado y el presupuesto más importante, para obra pública, supongo, en el DF, por encima de las demás delegaciones.
Así que la madre de todas las batallas podría ocurrir en aquella demarcación, por ahora marcada con el signo de la corrupción. Resulta que Jesús Valencia, quien fungía como delegado, se vio obligado a renunciar al cargo por incurrir en presunto conflicto de interés al usar una camioneta propiedad de una empresa proveedora de la delegación.
Dijo el ex funcionario que se alejó del cargo para facilitar las investigaciones que se siguen en su contra por las presuntas anomalías en su desempeño. Esta vez, la situación no será tan sencilla para el ex funcionario perredista. Detrás tienen a los morenos que aprovecharán el momento crítico para evidenciar la corrupción en el gobierno de Valencia.
Con ese hecho negativo de Valencia, este delegado ya no podría aspirar a una cargo popular como sería el de diputado o asambleísta, aunque no sería nada remoto. El hecho es que los morenos tienen en sus manos los elementos suficientes para empezar la guerra contra los perredistas. Los amarillos buscarán coaliciones con el Partido del Trabajo (PT) y con el Partido Nueva Alianza (Panal).
Los morenos tendrán a Clara Brugada Molina como su candidata a jefa delegacional en Iztapalapa. Ella ganó en las elecciones pasadas apoyada en triquiñuelas políticas. Seguramente, los lopezobradoristas quieren aprovechar su capital político, ¿cuál?, para enfrentar a “Los Chuchos”.
ESCÁNDALOS
Como todo mundo sabe, la llamada izquierda mexicana, en específico, el PRD padece la condena de propios y extraños por la tragedia de Iguala. El alcalde de extracción perredista, José Luis Abarca Velázquez, es acusado como autor intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El desprestigio cayó sobre el partido del sol azteca y de su cúpula política por apoyar a Abarca Velázquez, un sujeto vinculado con el crimen organizado, que logró ganar la alcaldía, con apoyo de su fortuna y la ambición de “Los Chuchos”.
Con la tragedia, se empezó a desmoronar la imagen del perredismo, que ahora se encuentra por los suelos, en una temporada política, en la que se toman más en cuenta los errores de los enemigos. Y para ser exactos, los amarillos no necesitan enemigos que les canten sus verdades.
Ellos mismos con sus abusos de poder, con su partido sin rumbo, cada día aparecen en los medios debido a sus escándalos hasta en los lugares más apartados de México. El fracaso de Guerrero con su gobernador Ángel Aguirre Rivero no fue suficiente para llamar al orden y a la legalidad a sus representantes en los diferentes niveles de gobierno, como son las presidencias municipales.
Los alcaldes perredistas se encuentran metidos hasta el fondo con la delincuencia organizada. Así como ocurrió en Iguala, los hechos delincuenciales se han multiplicado en más municipios de Guerrero. ¿Cuántos munícipes son investigados? Todos, según se informó: la mayoría perredistas.
SIGUE LA MATA DANDO
En Pueblo Nuevo Solistahuacán, Chiapas, el alcalde perredista, Enoc Díaz Pérez, no quiso quedarse sin la intención de imitar a sus colegas en materia de corrupción y delincuencia organizada.
El munícipe fue detenido el pasado jueves y enviado al penal de “El Amate”, acusado en 2008 de encabezar una banda delictiva, denominada “Los Cacheros”. La banda se encontraba integrada por los hermanos de Enoc, que responden a los nombres de Samuel y David.
La dirigencia amarilla no tuvo empacho alguno en ayudarlo. Ganó la presidencia municipal, se fortaleció la banda y el munícipe y se abolló la imagen del PRD.
Enoc enfrentará a la justicia como presunto responsable de delitos graves, entre ellos secuestro, tortura, asociación delictuosa y abuso de autoridad, en agravio de tres empresarios.