El representante del capital
Francisco Rodríguez miércoles 14, Ene 2015Índice político
Francisco Rodríguez
“Bienvenido Mister Marshall”, la cinta de Luis García Berlanga que inmortalizó el aperturismo sin remilgos del franquismo —de la posguerra— a los EU, es, posiblemente el ícono viviente de la crítica mordaz hacia quienes creen que serán salvados por el imperialismo y a la mera hora, ni siquiera los “fuman”.
En la historia, el pueblo de Guadalix de la Sierra se prepara para recibir la visita del Gral. Marshall, el que operó el plan para levantar las economías europeas devastadas por los EU y aliados, con préstamos que rebasaban las expectativas.
Las “fuerzas vivas” del pueblo, el cura, el comandante, el alcalde y los campesinos, se engalanan para darle el recibimiento que se merece al representante del capital que, casi con su sola presencia, cambiará el destino del pueblo.
Pero..como nunca llega el Gral., el director Berlanga, se “venga” hundiendo en el lodo la bandera “de los huesos y las calaveras” —Mark Twain dixit—.
La cinta es de 1953, premiada en casi toda Europa, por su despiadada visión de los “metecos”, pero podría haber sido hecha ayer para hacer cera y pabilo a los gobernantes de por aquí que creen que el maná del cielo está por caer, gracias a las “reformas estructurales”, ¡y nada más! Pareciera, pues, que los gobernantes mexicanos están esperando a Mr. Marshall. ¿Y si no llega?
El sentido común de caballo —horse common sense— indica a las claras que dos amparos están en el caldero. Los dos juicios ineludibles serán un indicador efectivo del sentido común de la clase dirigente para defender la integridad del Estado o para derrochar sus últimos saldos.
Primero, el que interpondrá el sindicato petrolero para responder al avasallamiento contra natura que se intenta hacer en el Legislativo al apoyar, con la aplastante mayoría, una aberración jurídica: que desde el Congreso se pretenda revisar un contrato colectivo que, por Constitución, leyes vigentes y tratados internacionales, sólo corresponde a los trabajadores (petroleros) y a Pemex.
Cualquier estudiante de leyes con dos dedos de frente sabe que el amparo se concederá a las partes contratantes. La controversia será perdida por las Cámaras. Segundo, el que debe incoar la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para que se impida que el “listo” Dante Delgado y el zacatecano Ricardo Monreal pretendan que, con los pluris del MC se forme la fracción de Morena en San Lázaro. Fue una aberración marca mundial, toda vez que esos diputados (si dicen que son 15, unos le fueron asignados a MC y otros a PRD y al PT) y de ninguna manera se puede formar en la cámara una fracción… perteneciente a un nuevo “partido” que no ha ganado una sola elección, y por ende, no ha podido merecer siquiera un pluri.
Lo anterior es lo que señalan la Constitución, la ley y el sentido común para ambos casos. Ahora que si nadie reclama, se trata de una farsa y un atropello más a la precaria estabilidad jurídico-política.
En estricto sentido, deberían haber clausurado todos. La corrupción en los verificentros, no es más que la comprobación de un negocio que nació podrido, confeccionado para enriquecer bestialmente a unos cuantos —la familia de Jorge Kahwagi que se robó varios de los que en realidad le habían dado a la Canacintra—, que después, ardidos, abandonaron el partido que los hizo descaradamente ricos, para hacer otro que duró lo que tardaron en embolsarse las prerrogativas tranzadas con el “héroe civil” Pepe Woldenberg.
Desde que se le ocurrió al “padre de la patria” Manuel Camacho y desde que los “armó “ su paniaguada Alejandra Moreno Toscano, los verificentros han sido una mina de oro, al margen y en contra de la ley. Así es que no venga superMan-cera a decir que está defendiendo la ley. Ése cuento ya se le acabó. Para defender la ley, los hubiera clausurado todos. Incluidos los de los Kahwagi.
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