Se acabaron las sonrisas
Roberto Vizcaíno martes 13, Ene 2015Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El espíritu de unidad que privó en el Pacto por México, ya no opera ni en el PRI ni en el PAN
- El destino del PRD está marcado por las corruptelas y las confrontaciones de sus miembros
- El Gabinete de Seguridad, ante el reto de garantizar las condiciones para que haya elecciones en junio
Con un PRD en medio de una derrota por demás anunciada en los comicios de junio de 2015, debido a su desastre en todos sus frentes, las dirigencias del PRI y PAN han iniciado una guerra, cuyas consecuencias apuntan al peor de los escenarios de la frágil democracia mexicana.
Hundidos en el fondo de las preferencias electorales, debido a las corruptelas y vínculos mafiosos de los funcionarios postulados por el sol azteca, así como por el constante enfrentamiento de sus corrientes y la desbandada de sus personajes, en el PRD han escogido ahora el peor de sus momentos para confrontarse con los medios.
A Los Chuchos –Jesús Zambrano y Jesús Ortega–, se les ocurrió arremeter contra Joaquín López Dóriga y contra Televisa. Y ese embate tiene toda la finta de un intento de coartar la libertad de expresión. Si van por ahí no encontrarán ninguna simpatía de ningún otro medio.
Además de eso Los Chuchos y su PRD van directos a una guerra en la que sus enemigos no son ni Joaquín, ni Televisa, ni el PRI, ni el PAN sino Andrés Manuel López Obrador y Morena, partido que para junio estará ya reforzado por quienes emigrarán en estos días y semanas del sol azteca para unirse al tabasqueño.
De entrada en su principal centro de poder, que es el DF, la perspectiva les pinta pésimo.
Así que el PRD ha dejado de ser un problema para PRI y PAN, quienes ahora han pasado a darse el mayor número de golpes entre ellos.
REGRESAREMOS: PAN
Frente a este escenario hacia fines de la semana pasada el joven y agudo presidente por prelación de Acción Nacional, el queretano Ricardo Anaya inició el fuego político al lanzar un una andanada de granadas al corazón del PRI.
De entrada dijo que en 2018 un presidente panista regresará a Los Pinos y que eso será posible porque a 2 años de tomar el poder al Presidente se le había acabado ya el impulso.
MÉXICO YA LOS CONOCE: PRI
La respuesta llegó en apenas unas cuantas horas en voz de César Camacho, presidente del PRI.
“Son (los del PAN) los hipócritas de siempre… ahora le apuestan a la desmemoria, pero los mexicanos saben quiénes son, lo que han hecho y lo que ahora mismo traman.
“Se esmeran infructuosamente en sus dichos, porque sus hechos los aplastan; prohíjan la corrupción que dicen combatir y, en lugar de esclarecer, se sumen en el desprestigio…
“Pero los mochos de los moches van a perder el siete de junio, como han perdido la confianza ciudadana por proteger a personas impresentables y por cuidar intereses inconfesables; van a perder porque, desgarrándose las vestiduras, pretenden confundir, generan enconos y propician la división…
“Los testarudos de ayer, los incongruentes de hoy, los hipócritas de siempre serán derrotados por los electores, y así confirmarán que su origen es destino: van a seguir siendo, simplemente, la oposición”, sentenció Camacho.
Dijo que el paso de los panistas por la Presidencia de la República es un antecedente que no podrán superar ni el 7 de junio próximo ni en las presidenciales de 2018.
“Su saldo es el de 12 años desperdiciados; la docena trágica en la que nuestro país se detuvo. Primero por la frivolidad de una gestión (encabezada por Vicente Fox quien era manipulado por su esposa Marta Sahagún) que nunca supo qué hacer con el gobierno, ni entendió las ventajas de la pluralidad; y después, por el ensimismamiento del obcecado (de Felipe Calderón) y los muy suyos, que declararon una guerra absurda que ahora piden se detenga por decreto”, subrayó.
En los hechos lo señalado por Anaya y por Camacho es un adelanto de la guerra que ya se inició entre PRI y PAN por la mayoría de las 500 diputaciones federales, las 9 gubernaturas, las 16 delegaciones del DF, los 64 asientos de la Asamblea y los centenares de alcaldías y diputaciones federales que se disputarán en los comicios del domingo 7 de junio próximo.
La confrontación inicial entre estos dos partidos es el fin del espíritu de colaboración que creó y movió al Pacto por México, de donde salieron 11 reformas constitucionales del mayor calado nunca antes visto en este país.
Es la muestra de que, de aquí a fines de mayo, no habrá límite en los ataques entre unos y otros.
PREOCUPACIÓN ELECTORAL
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue ayer el anfitrión del encuentro más o menos urgente al que acudieron los titulares de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos; de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz; el procurador general de la República, el también hidalguense Jesús Murillo Karam; el comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, y el director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz.
Y es que el Gabinete de Seguridad del presidente Enrique Peña Nieto –que no ha tenido respiro ni oportunidad de descanso alguno desde septiembre pasado–,tuvo no sólo que analizar y comenzar a operar las reorientaciones de la estrategia de seguridad, como consecuencia de los acuerdos de Peña con el presidente Barack Obama, sino que tiene ante sí el garantizar que los comicios del domingo 7 de junio próximo sean legítimos y legales.
Para ello, cada uno de los integrantes de este Gabinete, tendrán que garantizar que no se desborden las cosas en estados, por ejemplo, como Guerrero y Michoacán ambos con elecciones totales: de gobernador, de alcaldes, de diputados y de diputados federales.
En unos de esos estados tienen que someter al crimen organizado y en otros a los –ya no se sabe si abiertos guerrilleros del EPR o miembros del magisterio nacional–, de la CNTE.
Además ahora resulta que los de este gabinete tienen la responsabilidad de señalar a tiempo si entre las plantillas de candidatos hay políticos con vínculos con los malos del país.
¡Vaya tarea!
PROCESO CENTRAL
De entre todos los comicios, el de cambio de gobernador en Nuevo León está siendo todo un reto para el PRI.
Entidad estratégica en la aplicación de las reformas energética y de telecomunicaciones, el tricolor al parecer ya decidió que su candidatura está entre la senadora Cristina Díaz y el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo.
La verdad es que sólo ellos tienen el perfil de capacidad, experiencia y audacia para aplicar políticas públicas que mantengan el ritmo de crecimiento del estado y el nivel de inversiones, así como la importante proyección que tiene a nivel nacional e internacional.
Y como las mujeres tienen mano en este juego, pues a lo mejor Cristina saca boleto.