Michoacán, de miedo
¬ Juan Manuel Magaña viernes 19, Dic 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Un enfrentamiento ocurrido en La Ruana, Michoacán, dejó 11muertos, entre los que está el hijo de Hipólito Mora, líder fundador de las autodefensas de Michoacán, actualmente parte de la Fuerza Rural que surgió de los acuerdos entre esos grupos armados y el gobierno federal.
El dirigente rural atribuyó los hechos al ataque de un comando armado bajo las órdenes de Luis Antonio Torres, alias “El Americano” y responsabilizó al gobierno federal y su comisionado en Michoacán, Alfredo Castillo, del recrudecimiento de violencia en la entidad.
Es más, dijo que su grupo había sido abandonado por los elementos de la Gendarmería y la Policía Federal, por lo que, en el momento en que sucedían los hechos, declaró a una estación de radio “¡nos van a matar a todos!”.
El repunte de violencia en Michoacán era notorio desde días atrás. El pasado fin de semana decenas de guardias rurales bloquearon carreteras como un anuncio del resurgimiento de los autodefensas.
Incluso, amagaron con retomar las armas porque la situación en Michoacán está peor que antes. Un hecho del martes anterior lo decía todo. Semeí Verdía, comandante de la policía comunitaria de Ostula, Michoacán, era víctima de una emboscada tendida por sicarios, de la que apenas pudo salir vivo porque los agresores confundieron el vehículo en que viajaba.
Los autodefensas lo decían a las claras: los últimos hechos de violencia en el estado son demostración contundente del fracaso de la estrategia gubernamental para hacer frente a la problemática que se vive en Michoacán.
A la voz de que la prioridad es agarrar a “La Tuta”, Servando Gómez, líder del cártel “Los Caballeros Templarios”, los grupos de ciudadanos armados dijeron que es fallida la estrategia desarrollada por el comisionado para la seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo.
Parte de la cuestión es que el gobierno federal consintió en regularizar varios de los grupos de autodefensas para integrarlos como parte de una policía Fuerza Rural regular.
Se quiso hacer creer que con esa estrategia se atendía un fenómeno de fortalecimiento de las organizaciones delictivas del estado. Pero en las maniobras, dirigentes de autodefensas como José Manuel Mireles y el propio Hipólito Mora, fueron encarcelados con base en procesos criticables.
En Michoacán, el estado sigue mostrando incapacidad para atender un problema serio de criminalidad. Ese estado se reveló en su momento como la primera expresión concreta en el país de una narcogubernatura. Se ha encarcelado a algunos, ha habido cambios de personas, pero en el fondo las cosas sigue igual o peor a cuando el comisionado Castillo llegó.
Allá no sería raro que en cualquier momento pudieran producirse manifestaciones de violencia iguales o peores a las del vecino estado de Guerrero, antes que el comisionado pueda cumplir la cereza del pastel que prometió: la captura de “La Tuta”.