Prevén que Castro y Obama se visiten mutuamente
Mundo viernes 19, Dic 2014- La Casa Blanca desestimó la amenaza de que el Congreso vaya a bloquear al mandatario

Raúl Castro desestimó la guerra declarativa de los cubanos radicados en Miami y reiteró que hará todo por el restablecimiento de las relaciones con EU.
“Los pasos anunciados por el presidente están dentro de su autoridad ejecutiva” , dijo, y la Casa Blanca “no está particularmente” preocupada de que pueda ser frenada.
El portavoz del presidente Barack Obama, Josh Earnest, señaló que el mandatario cubano Raúl Castro podría visitar en un futuro la Casa Blanca, tras el inicio de un proceso para el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y la isla.
En rueda de prensa comentó: “No descartaría una visita del presidente Castro”, aunque aclaró que, en este momento, no hay nada programado ni ninguna invitación oficial.
Obama y Castro anunciaron el pasado miércoles un acuerdo para normalizar las relaciones bilaterales después de 53 años de antagonismo, que ha sido calificado de “histórico” y respaldado unánimemente por los otros países de América Latina, pero ha despertado también críticas entre sectores del Partido Republicano en Estados Unidos y el exilio cubano.
En enero, la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, liderará un viaje a Cuba de funcionarios estadounidenses para la próxima ronda de diálogo migratoria, la primera misión de alto nivel a Cuba.
El miércoles, tras el anuncio del histórico acuerdo, Earnest tampoco descartó que Obama visite Cuba durante los dos años que le quedan de mandato. “Si hay una oportunidad para el Presidente de visitar (la isla), estoy seguro de que no la rechazaría”, indicó el portavoz.
“Ciertamente, no descartaría una visita presidencial”, agregó Earnest al aclarar, no obstante, que no hay ningún viaje previsto por el momento.
Earnest desestimó la amenaza de que el Congreso vaya a bloquear al mandatario. “Los pasos anunciados por el presidente están dentro de su autoridad ejecutiva”, dijo, y la Casa Blanca “no está particularmente” preocupada de que pueda ser frenada.