Agenda Ayotzinapa
¬ Juan Manuel Magaña martes 9, Dic 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
La respuesta de los padres de familia fue muy rápida, tan pronto como el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, confirmó que uno de los restos encontrados en el basurero de Cocula, Guerrero, pertenecen a Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace dos meses en Iguala.
De entrada, consideraron que con la identificación de dichos restos óseos, el gobierno pretende ya no buscar con vida a los 42 estudiantes restantes; quiere dar, dicen, “carpetazo” a las investigaciones.
Pero además de esta obligada declaración fue evidente que todos ellos tienen una agenda muy clara y compacta hacia adelante.
En primer lugar, acusaron que la esposa del ex presidente municipal de Iguala, María de los Ángeles Abarca, sigue arraigada, por lo que demandaron ya su consignación, junto con la de José Luis Abarca.
En segundo lugar demandaron una línea de investigación hacia el gobernador con licencia, Ángel Aguirre, puesto que «no puede estar en su casa tranquilo y nosotros con hijos caídos y desaparecidos con dolor; él debe ser castigado y estar en la cárcel».
Demandaron, asimismo, la presentación con vida de los 42 jóvenes que siguen desaparecidos, pues acusaron que se han reducido los operativos de búsqueda y detenciones como la de El Gil, Felipe Flores, director de Seguridad Pública de Iguala, así como de otras 12 personas vinculadas a los hechos del 26 y 27 de septiembre.
Aquí lo realmente extraño es que en el discurso de cualquier autoridad, comenzando por Murillo Karam, el nombre de Felipe Flores está siempre ausente. Hacen bien en recordarlo los paterfamilias. Ayer mismo Murillo se refirió a los Abarca, al asegurar que hay elementos suficientes para procesarlos. Pero jamás se acordó de Flores.
Dijo, sí, algo velado, pero quién sabe si se refiera al ex jefe policial. Expuso: como parte de las investigaciones hay nuevas evidencias “que no puedo decir hasta no darlas a conocer a padres de estudiantes”.
Flores es un eslabón muy importante, seguramente tan importante o más que Abarca, en momentos en que los familiares de los estudiantes desaparecidos esgrimen no tener todavía evidencias claras y contundentes de la muerte de sus muchachos. Y por eso los reclaman con vida.
Un punto más expresado por los padres virtualmente enlutados, fue el de exigir un alto a la detención de gente inocente que participa en las marchas de apoyo a los normalistas.
Y otro punto en la agenda se produjo ayer con la advertencia de que podrían tomar casetas y bloquear carreteras, para exigir que el gobierno federal continúe la búsqueda de los estudiantes. «No podemos quedarnos con este resultado», dijeron.
Tácitamente, el propio Murillo, que está en la primera línea de golpeo, no está pasando la verificación de aquellos reclamantes de justicia. “Las instituciones y funcionarios de los tres niveles de gobierno tienen toda nuestra desconfianza”, argumentan ellos. Incluso criticaron la “falta de respeto y de sensibilidad” de la PGR, pues “no tuvo ni la atención” para notificar la identificación de los restos de Alexander Mora Venancio a su padre, Ezequiel Mora.
Así que el asunto todavía va para largo, la hoguera sigue encendida y de seguro habrá más sacrificios expiatorios. Lo interesante será ver a quién avientan primero.