Piden OIT y OCDE nuevo pacto social en AL
Mauricio Conde Olivares lunes 1, Dic 2014“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Tanto la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) alertaron a México y demás países iberoamericanos que las últimas proyecciones de crecimiento económico indican que la región con 130 millones de trabajadores en la informalidad entró en fase de desaceleración, en la que nadie sabe si tocó fondo o cuánto va a durar, asociada directamente con la caída de los petroprecios, comodities y productos primarios de exportación, todo de la mano de políticas monetarias de las naciones más avanzadas.
Precisaron que en las actuales circunstancias el diálogo social es el instrumento clave para avanzar en el proceso de mayor impacto en la vida pública, y ello es muy difícil sin un verdadero diálogo social efectivo. En la región es alto el nivel de desconfianza, por eso es fundamental lograr mayor confianza en las instituciones, lo que precisa llamar a un pacto, un consenso sobre el empleo formal y la productividad que sirva para la distribución de la riqueza, que sirva para frenar la desigualdad, porque la productividad tiene dos caras: la distribución de la riqueza y la disminución de la pobreza.
Estamos en una coyuntura de inflexión pero vamos bien, por eso tomen en cuenta los llamados de alerta advirtieron en reunión a puerta cerrada tanto la directora regional de la OIT, Elizabeth Tinoco como Ángel Melguizo, jefe de la Unidad para América Latina y el Caribe de la OCDE, a los secretarios del Trabajo de 22 países que recientemente participaron en Cancún durante la III Reunión Iberoamericana de Ministros de Trabajo.
DIARIOIMAGEN, único medio presente en esta sesión privada, tuvo acceso a esta información privilegiada que formó parte de la alerta que no se difundió oficialmente ante la prensa mexicana o extranjera, donde Elizabeth Tinoco llamó a adoptar políticas para fomentar la diversificación de la producción en base al empleo: “porque estamos frente a una crisis laboral latente, pues el empleo ya no alcanza por el crecimiento demográfico”.
Elizabeth Tinoco recalcó en este cónclave que el empleo debe colocarse en el centro de la política económica, porque “en América Latina no hemos logrado avanzar en juntar las políticas laborales con las políticas económicas, marchan en paralelo; no hemos logrado acercar las misiones del empleo desde la perspectiva económica y la perspectiva laboral, porque el empleo no es un problema solamente de los ministerios del Trabajo, el empleo es un problema de los ministerios de Economía, es un problema político. Hasta ahora las políticas macroeconómicas han estado centradas en la estabilidad inflacionaria, en el ámbito monetario, y en nuestra región no han ampliado hacia la creación de empleo, la diversificación económica y la disminución de la pobreza”.
También dijo que hay una baja tasa de participación fiscal, en consecuencia el hecho que no se estén generando empleos suficientes para cubrir este crecimiento demográfico y por otro lado la bajísima tasa de participación “nos sitúa en esta crisis laboral vigente. Esto se va a reflejar en un incremento de la tasa de desempleo, luego de que en América Latina en la última década se redujo dicha tasa del 11% a 6.2% en este año”.
Tinoco aseguró que para 2016 la tasa de desempleo va a empezar a incrementarse. “Por eso, este llamado de alerta para el 2015 y hablamos de cuatro retos: El primero, es cómo lograr un crecimiento inclusivo con empleo y baja inflación, esto es el desafío que todavía tenemos por delante todos los países de América Latina. En la región, en los últimos años el tema de la desigualdad es un desafío fundamental, porque no solo se expresa en el ámbito laboral, ya que la informalidad es perpetuada por el modelo de crecimiento económico actual que busca reducir la pobreza, pero no ha contribuido a reducir en la misma proporción la informalidad”.
El segundo reto, enumeró la directora de OIT, es cómo mantener un avance en los salarios por encima del promedio mundial; el desempleo bajo; las protecciones sociales incrementadas, entre otros renglones que permitan hablar de disminuir la desigualdad en la región.
“El reto es cómo lograr que en el contexto de esta evaluación podamos mantener los indicadores laborales al alza. Para avanzar en esta dirección es necesario lograr un mayor crecimiento económico basado en la demanda interna, en el fortalecimiento del mercado interno que requiere una mayor diversificación productiva de la economía; requiere un modelo de desarrollo que apunte hacia no depender de los productos primarios de la exportación”.
Las políticas macroeconómicas nos deben permitir avanzar en este desafío. También son importantes políticas empresariales que fomenten la confianza empresarial, la seguridad jurídica y económica, los incentivos fiscales, la simplificación de trámites, para que puedan estimular la mayor generación de empleos.
Es fundamental, argumentó ante los ministros del Trabajo, la atención a la pequeña y mediana empresa, a la micro, con factores articulados a las cadenas productivas que permitan enganchar a los sectores más atrasados con los más avanzados, porque en este ámbito se tiene una deuda muy grande con el sector rural. Requerimos políticas educativas que articulen la educación y las competencias laborales; más políticas de seguridad ambiental.
Al destacar la urgencia de incorporar a los responsables de la política económica al mundo del trabajo, concluyó que en este 2015 se tiene que seguir avanzando en un modelo para el trabajo decente, donde es fundamental este diálogo entre lo económico y lo laboral. Demos crear una plataforma que permita acciones concretas para avanzar en este sentido.
Ángel Melguizo al tomar la palabra en esta encerrona en Cancún aseveró que 130 millones de trabajadores en América Latina son informales, quienes no aportan nada a la salud, a los impuestos ni a nada. La informalidad afecta a cinco de cada diez trabajadores de ingresos medios, así la tasa de informalidad entre las clases medias se eleva al 60 o 70% como es el caso de México, Colombia o el Perú.
Estos son algunos de los síntomas de vulnerabilidad económica y los retos son la incorporación de mujeres y jóvenes al mercado laboral, pues en 2050 América Latina estará tan envejecida como Europa, por lo que está perdiendo rápidamente el Bono Demográfico.
Concluyó que las empresas de la región acusan la inexistencia de la fuerza laboral que necesitan por lo que se tiene que invertir en la capacitación, pues el ámbito de las competencias es algo central. Además citó que es necesaria la innovación no solo de las políticas públicas, pues el aumento de la informalidad pasa no solo por hacer cumplir la ley sino también por hacer más fácil su cumplimiento, hacerla más atractiva, así hay que lograr que cada vez sean más trabajadores los que cumplan sus obligaciones, pero esto será motivo de análisis en otra entrega en punto de la Hora 14.