Preocupan alianzas
Ramón Zurita Sahagún martes 25, Nov 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Poco más de seis meses distan de los comicios intermedios del actual período sexenal y los partidos buscan con anhelo construir alianzas, para tratar de alzarse con el mayor número de cargos de elección popular en disputa. Desde que en 1997 el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, ningún partido, incluido el tricolor, consiguió tener a 251 diputados bajo sus siglas.
En un par de ocasiones, los mismos priístas lograron rebasar los 240 legisladores, pero no más de eso, aunque logrando acercamientos con algunos de los más pequeños partidos minoritarios se consiguió esa ansiada mayoría.
Para la elección que se avecina (junio 2015) se espera que la contienda sea sumamente disputada y se anticipa que ningún partido conseguirá esa mayoría necesaria para convertirse en el partido mayoritario dentro de la llamada Cámara baja.
Los partidos de izquierda, con excepción de Morena, podrían ir juntos en una alianza conveniente para todos ellos, mientras que el PRI moverá nuevamente sus hilos para ir de la mano con el Partido Verde y con Nueva Alianza.
Donde sí se contempla otro tipo de alianzas es en los estados en los que se renovará al Ejecutivo estatal, donde el principal partido de izquierda considera ir de la mano con la derecha.
Panistas y perredistas ya mostraron en 2010 que juntos pueden lograr grandes triunfos, aunque no necesariamente en donde vayan aliados lo consiguen.
Desde hace varias décadas, panistas y perredistas han alcanzado esas alianzas que escandalizan a algunos (Manlio Fabio Beltrones), pero que fructifican en las urnas.
Es cierto que tardaron varios años en que perredistas y panistas consiguieran su primera victoria estatal como aliados, pero a raíz de esa victoria se desencadenaron otras más.
La mejor cosecha de triunfos se les presentó en 2010, cuando panistas y perredistas, coaligados con el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano (Convergencia) en algunos sitios, lograron ganar hasta tres estados: Oaxaca, Puebla y Sinaloa, aunque en otros más que iban coaligados de la misma manera perdieron.
Por eso perredistas y panistas analizan la posibilidad de ir de la mano, nuevamente en pos de triunfos en las urnas.
Saben que los priístas pasan por una fuerte crisis y que conforme se acerquen los tiempos de la elección la guerra sucia se incrementará en todos los sentidos.
Pero esa guerra de lodo no se limita a los priístas, ya que perredistas, panistas y todos los demás participantes recibirán sus propias dosis.
Sin embargo, dirigentes del partido del sol azteca y del blanquiazul analizan las posibilidades de ir juntos en algunos estados del país, donde esa conjunción de votos les permitiría conseguir los triunfos anhelados.
De los nueve estados con elección para gobernador, panistas y priístas disputarán Nuevo León, Querétaro, Sonora, San Luis Potosí, Campeche y Colima. Priístas y perredistas lo harán en Guerrero y solamente hay dos entidades en que las tres principales fuerzas políticas tienen posibilidades de triunfo, cada una por separado.
Se trata de Michoacán y Baja California Sur.
En Michoacán han gobernado los tricolores y los del sol azteca, mientras que los blanquiazules se han quedado con las ganas de hacerlo.
Los priístas apenas lo recuperaron después de dos administraciones perredistas y los resultados han sido terribles.
Eso abre la opción para que los panistas se presenten como una fuerza política salvadora para la población y que los electores les concedan dicha oportunidad de gobernar.
De ninguna forma se considera que pudiera establecerse alguna alianza o coalición entre dos de los tres principales partidos políticos, ya que cada uno de ellos apostará para obtener el triunfo para sus siglas.
Lo mismo sucede en Baja California Sur, uno de los pocos estados en que la alternancia ha dado margen para que los tres principales partidos (PRI, PAN y PRD) hayan gobernado la parte sur de la península.
Dos gobiernos perredistas, uno panista y varios priístas de antaño, son el marco de una disputa que se considera cerrada en los comicios de junio próximo.
En los restantes siete estados podrían coaligarse los partidos, con todo y sus fobias de unos hacia otros, pero en la búsqueda de concretar las victorias que les permitan gobernar esas entidades.
FUERZAS ARMADAS
El aniversario de la Revolución Mexicana y el de la Armada de México, fueron fechas adecuadas para que el sector castrense le refrendara la lealtad y el respaldo que siempre han otorgado al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Primero fue el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, el que lo hizo y apenas el domingo lo reiteró el secretario de Marina, Vidal Soberón. En los difíciles momentos que se viven en el país por la serie de situaciones desatadas, donde incluso elementos de las fuerzas armadas se han visto inmiscuidos, el refrendo de la lealtad se hacía necesario.045
Son, tal vez, para algunos, frases sumamente repetidas, pero que reflejan la lealtad que siempre han mostrado las fuerzas armadas alrededor de las instituciones que encabeza el Presidente de la República.
MISOGINIA
Bastante preocupación hay en Chihuahua por la carta renuncia de la diputada local Teporaca Romero a la dirigencia del organismo de mujeres del PRI, en la que acusa de misoginia y sectarismo al presidente estatal de ese partido, Alejandro Domínguez. La diputada Romero explica que tiene como compromiso y tarea primordial, la no discriminación hacia las mujeres y el firme compromiso de impulsar una cultura de respeto e igualdad de oportunidades y circunstancias.
Sin embargo, dice que se ha enfrentado a la falta de apoyos, de espacios de representación popular y de dirigencia partidaria por parte del dirigente estatal, a pesar de ello, las actividades primordiales del organismo nunca se detuvieron con todo y que fueron obligadas a dejar las oficinas del partido de la noche a la mañana, ubicándonos en un inmueble inservible que por meses duró sin los servicios públicos primarios.