Hechos, no palabras
¬ Augusto Corro jueves 20, Nov 2014Punto por punto
Augusto Corro
¿Más de lo mismo? Pregunta obligada luego de escuchar el primer discurso del nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Recién electo por el Senado, el ombudsman llega en momentos difíciles en México, derivados de una espiral de violencia.
Esa inestabilidad social acarreó el abuso de la fuerza pública contra la población a través de todo tipo de agresiones, como la tortura y las desapariciones forzadas. Ante esa barbarie de los agentes de seguridad sólo prevaleció la impunidad.
Sólo se sabe de unos cuantos casos en que los servidores fueron llevados ante la justicia acusados por el delito de desaparición forzada.
La privación ilegal de la libertad siempre se practicó en México. Aunque en los últimos años la problemática se agudizó.
La CNDH, un organismo fundado para protegerá al sociedad agraviada, no cumplió con su compromiso. Sus titulares no entendieron el grado de compromiso en la defensa de las víctimas.
LA DEFENSA DE LOS DÉBILES
En algunas situaciones, esos funcionarios no se detuvieron para aparecer como defensores de las autoridades que reprimieron, con lujo de violencia, cualquier tipo de protesta.
Los titulares de la CNDH no entendieron, o no quisieron entender, la importancia de cargo en la defensa de los débiles.
En su primer discurso, motivo del tema de esta columna, el recién llegado González Pérez, afirmó que el organismo a su cargo tendrá una labor “cercana a la sociedad, exigente y demandante ante la autoridad”.
En estas palabras, el compromiso tendrá que cumplirse a partir de ya, con el objetivo empezar a atender a los cientos de familiares de las personas víctimas de desapariciones forzadas, que van de un lado a otro sin encontrar a sus seres queridos.
También dijo el ombudsman que será implacable ante quienes “desde el poder afrentan y atentan contra la dignidad de las personas”. De acuerdo, aunque tendrá que empezar por erradicar la impunidad y corrupción de las propias autoridades que propician las acciones ilegales.
DE LOS NORMALISTAS DESAPARECIDOS
De los 43 normalistas desaparecidos, el ombudsman dijo que se trata de un acto infausto que nos indigna avergüenza y agravia, y que obliga a llegar a toda costa a la verdad.
En este sentido, el nuevo funcionario de la CNDH tendrá que multiplicar sus esfuerzos para que la justicia no sea burlada, escarnecida o pisoteada.
Los estudiantes fueron privados de la libertad por la policía para entregarlos a la delincuencia organizada, representada por el cártel denominado “Guerreros Unidos”. Prueba irrefutable de desaparición forzada.
Dio a conocer que en breve tendrá un encuentro con los familiares de las víctimas. Pienso que el ombudsman ya tendría que estar en Ayotzinapa en diálogo directo con los padres de los jóvenes desaparecidos.
Debe cambiar el panorama negativo de los derechos humanos en México. Borrar esa imagen de parcialidad que refleja hacia la sociedad y que a nadie convence de sus “bondades”.
El ombudsman Pérez González tiene en sus manos la posibilidad de convertir a la CNDH en un organismo confiable, comprometido con la sociedad, en la lucha contra las injusticias de los abusivos. México se encuentra cansado de discursos y demagogia, las palabras del titular de la CNDH tendrán traducirse en hechos. De ocurrir lo contrario seguiríamos con más de lo mismo, tristemente.
Los tiempos obligan al ombudsman a rendir resultados positivos, inmediatamente, lejos de cualquier práctica burocrática.
Ojalá y las recomendaciones inútiles giradas por la CNDH ahora sí funcionen.
NAVARRETE NO SE IRÁ
El pasado domingo, el líder moral del PRD, ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, planteó, en una carta abierta, la renuncia necesaria del dirigente Carlos Navarrete, ante la crisis que sufre el partido, agravada por el caso Ayotzinapa.
La petición del fundador del mencionado organismo político fue respaldada por varias tribus perredistas, no así por los seguidores de “Los Chuchos”, quienes mantienen el poder en el interior del partido del sol azteca.
“Los Chuchos” contestaron que el tema tendría que tratarse en un consejo, los últimos días del presente mes.
Cuauhtémoc rechazó la propuesta. Dijo que la renuncia de Navarrete debe ser una decisión personal que trascienda los estatutos del instituto político. Recalcó:
“Yo hice un llamado a la reflexión y se trata de tomar decisiones personales, esto es un asunto que está más allá de los estatutos, se trata de reflexiones y de decisiones personales”.
Navarrete se negó a presentar su renuncia. No se irá del PRD pase lo que pase, entre otras razones porque no va a dejar un negocio lucrativo por los simples deseos del ingeniero Cárdenas.
Si de asumir una decisión personal se trata, Navarrete continuará al frente del PRD, apoyado por sus jefes “Los Chuchos”.
El ingeniero Cárdenas Solórzano afirmó en la misiva que el PRD “está a punto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político-electoral subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base”, debido a la pérdida de la credibilidad, presencia y autoridad moral de sus dirigentes.
El divisionismo, parte de la naturaleza de la izquierda mexicana, continuará en todo su apogeo.