Pendientes
Ramón Zurita Sahagún miércoles 19, Nov 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acerca el fin de año los temas pendientes de resolver van en constante aumento. Es cierto que el presente año ha sido movido en todos los terrenos, ya que se avanzó en algunos y en otros, el país sufre un fuerte retroceso.
Las reformas constitucionales alcanzadas situaron al país con un modelo de avanzada, comparativamente a las naciones en vías de desarrollo, aunque todavía alejado de los principales del llamado primer mundo.
Se trató de metas establecidas desde finales del siglo pasado, pero que por factores diversos no se pudieron alcanzar.
La consolidación de los mismos permitieron al actual gobierno alcanzar reconocimientos de propios y extraños y dentro y fuera del país.
Todo parecía marchar sobre ruedas, aunque el tema de la violencia y algunos asuntos que se mantienen turbios echaron a perder esa visión sobre el país.
El asunto Michoacán fue el primero de este año que puso en duda algunos asuntos sobre el tema de la violencia y la inseguridad y la forma de combatirla.
Se diseñó una estrategia similar, aunque con algunas variantes a la aplicada el sexenio anterior y pareció tener excelente resultados, con la detención y abatimiento de algunos de los principales cabecillas de los grupos delincuenciales.
Lo mejor fue que se detectó la relación habida entre algunos de los principales personajes de la política estatal y de familiares con miembros del crimen organizado.
Eso llevó a la detención del ex gobernador interino Jesús Reyna García y de Rodrigo Vallejo Mora, hijo del mandatario electo en las urnas Fausto Vallejo Figueroa, hoy gobernador con licencia.
El nombramiento de un Comisionado (Alfredo Castillo) en Michoacán generó algunos resquemores, por el poder concentrado, aunque en realidad en Michoacán se consiguió apaciguar los brotes de violencia, aunque persiste la inseguridad en algunas zonas.
Con todo y sus asegunes, Michoacán parece ser un asunto en vías de solución, con todo y que no se ha detenido al principal jefe de los grupos delincuenciales y la población vive con mayor tranquilidad.
En medio de todo, el gobierno se anotó otro logro con la detención de Joaquín (Chapo) Guzmán, por mucho el delincuente más buscado y al que se le colgaban cientos de milagritos, incluido el de ser uno de los principales multimillonarios del país.
La lucha contra la inseguridad y la violencia avanzaba notablemente con esta aprehensión, aunque en otros rincones del país, continuaba el acoso de los grupos delincuenciales.
Desde el exterior llegaban buenas noticias con la posibilidad de grandes inversiones en algunos de los rubros donde se consolidaron las reformas estructurales. El optimismo creció de gran forma y el futuro del país se advirtió promisorio.
La batida contra la corrupción iniciada desde la asunción al poder del Presidente Enrique Peña Nieto alcanzaba otra palomita con el embargo a la empresa Oceanografía y el arraigo de su principal accionista Amado Yáñez, al que más adelante se le dictó orden de detención.
Antes de él habían caído un año antes la poderosa lideresa sindical Elba Esther Gordillo y el ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo.
Dos ex gobernadores, una lideresa sindical, el hijo de un ex gobernador y el principal empresario vinculado a Pemex detenidos, es una buena referencia enviada dentro y fuera del país.
Si a eso se le agregaba que el principal jefe de una organización criminal había sido detenido y varios más de los grupos rivales también cayeron en enfrentamientos o fueron detenidos, se apreciaba que el país corría sobre rieles bien aceitados.
Entonces sucedió lo de Iguala y los 43 chicos de Ayotzinapa desaparecieron por arte de magia y pronto se olvidaron todos los logros del sexenio y hasta los seis muertos en la balacera que fue el antecedente de este ignominioso hecho.
Desde entonces se desató una fuerte ofensiva en contra del gobierno federal, sin considerar que los presuntos participantes y, tal vez, responsables de los sucesos, son sumamente locales y van desde el presidente municipal, su esposa, el jefe de la policía y los sicarios que participaron en los lamentables hechos.
Iguala traspuso las fronteras y la desaparición de los normalistas acaparó los reflectores mundiales.
Una sucesión de acontecimientos se originaron con el pretexto de los desparecidos de Iguala, edificios de los partidos políticos y de entidades gubernamentales fueron lapidados y hasta quemados.
La puerta de Palacio Nacional sufrió el mismo embate, la quema de una estación del Metrobús, paros en diversas universidades, la continua toma de carreteras y autopistas, además de la toma por unas horas de la rectoría de la UNAM son algunos de los saldos derivados de la desaparición.
Son muchos y muy variados los grupos que participan en las protestas y marcha en reclamo a la aparición de los 43 normalistas.
N i la detención de los presuntos responsables de los sucesos de Iguala ha permitido esclarecer el tema. Por eso, el Presidente Enrique Peña Nieto alertó sobre los hechos violentos que se han venido desarrollando en las semanas recientes.
“Pareciera que hay interés de generar desestabilización, desorden social y, sobre todo, atentar contra el proyecto de nación que hemos venido construyendo”, dijo el Ejecutivo federal.
ANGÉLICA RIVERA
Será Angélica Rivera, esposa del Presidente Peña Nieto, la encargada de dar a conocer los pormenores sobre la casa de su propiedad ubicada en la Lomas de Chapultepec y que ha sido punto de controversia en los días recientes. De acuerdo con el Presidente se han generado “un sin número de versiones y falsedades sobre el tema”. Por eso, el Presidente le pidió a su esposa informar sobre la casa, para que sea ella “quien aclare cómo fue que se hizo de esa propiedad y cómo fue que se construyó”.