Calderón renueva parte de su equipo
Roberto Vizcaíno miércoles 14, Jul 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Los hechos indican que este Presidente no tiene lealtad con sus cercanos. Muchos de ellos deambulan hoy en el ostracismo a pesar de que se les destinaba a otras alturas
Algunos afirman que no pasan de hoy, pero la verdad es que las remociones de al menos Fernando Gómez Mont y Patricia Flores Elizondo, aseguran, no pasan de esta semana.
Y dicen que las cosas no pararán ahí, sino que la ola de ajustes presidenciales incluye a la titular de Energía, Georgina Kessel y a otro de los del círculo íntimo de Felipe Calderón en Los Pinos cuyas iniciales podrían ser Max Cortázar, o alguien de por ahí como ¿Luis Felipe Bravo Mena?
No todos ellos se irán a sus casas. Algunos simplemente irán a otros cargos, claro, no tan cercanos ni tan importantes como los que tenían.
¿Qué dónde está la lealtad de este Presidente hacia sus cercanos?
Mire, si nos atenemos a los hechos, esta simplemente no existe. Si no que lo digan Germán Martínez Cázares, quien hace no mucho era considerado como uno de los más firmes aspirantes a suceder al jefe de quien se decía casi hermano y ahora anda en el más frío de los ostracismos…
O Francisco Ramírez Acuña, quien como gobernador de Jalisco lo destapó, cobijó, se la jugó con él y luego recibió una patada donde usted ya sabe y fue echado casi con policías de Gobernación, y ahora realmente es un diputado más dentro de la bancada federal, a pesar de que tiene la presidencia de la Cámara que se le acabará a fines de agosto próximo…
Primero estuvo el caso de la aguerrida yucateca Beatriz Zavala, quien fue echada de la Secretaría de Desarrollo Social y regresada a su escaño en el Senado…
Otro que siguió este camino fue el ex gobernador de Jalisco, el caballo negro Alberto Cárdenas Jiménez, con quien Calderón estuvo a punto de liarse a golpes cuando ambos aspiraban a la candidatura del PAN a la presidencia de la República y quien fue echado por éste de la Secretaría de Agricultura para regresar, igual que la anterior, a su silla en el Senado, donde ahora despacha no sin problemas…
O Jesús Reyes Heroles, quien fue despedido feamente de la dirección de Pemex…
O Eduardo Medina Mora, de quien se corre la anécdota que, cuando fue a entregarle su renuncia Calderón le preguntó extrañado que ¿por qué se iba? Y el ahora embajador de México en Inglaterra le dijo que porque él, es decir Calderón, casi lo había corrido al hablar con él por teléfono en la madrugada anterior…
Un caso más es el de Purificación Carpinteyro, quien era subsecretaria en la SCT y, afirman, muy cercana en un tiempo a él…
Y está también Luis Téllez, quien luego de ser echado de la titularidad de la SCT se colocó como Presidente de la Bolsa Mexicana de Valores…
Y, bueno, está el caso de doña Josefina Vázquez Mota, quien fue su jefa de campaña en la presidencial y que fue sacada también feamente de la Secretaría de Educación Pública para ir a la Cámara de Diputados donde ocupa la coordinación de la menguada bancada blanquiazul…
En fin, como sea que resulte todo este jaleo con el despido de Gómez Mont y los otros, es obvio que Calderón ajusta su equipo para enfrentar los últimos dos años de su mandato, pero especialmente los detalles de su propia sucesión.
Es obvio que quien vaya a la Secretaría de Gobernación, será uno de los precandidatos a intervenir primero en la contienda interna panista y luego quizá en la justa presidencial para julio del 1012.
Para ocupar el cargo está más que apuntado Javier Lozano, secretario del Trabajo y quien a lo mejor tiene a su favor ser el único ex priísta en el Gabinete de Calderón, con eso de que son los que ganan en las alianzas del PAN con el PRD…
Por ahora todos dentro del gobierno calderonista y muchos de fuera, ven al titular de Hacienda, Ernesto Cordero, como el puntero dentro de esta contienda.
CALDERÓN RECIBE A MANLIO: Así las cosas, ayer la propia Presidencia informó que Calderón se reunió con el coordinador de los senadores del PRI, el ex gobernador sonorense Manlio Fabio Beltrones.
Esto ocurre luego de que Beltrones hiciera las más duras críticas a la gestión y capacidad e intenciones del actual Jefe del Ejecutivo federal.
De acuerdo a la información emitida por la propia oficina del Presidente, el encuentro sirvió para que reconociera ante el priísta el papel relevante del Congreso de la Unión.
Y, ya sabe usted, “el Mandatario refrendó la disposición de su gobierno para mantener un diálogo constructivo con los legisladores, que permita, entre otras cosas, actualizar el marco legal en el contexto de un régimen democrático; alcanzar las reformas necesarias para impulsar el desarrollo económico y social de México, así como favorecer la coordinación y rendición de cuentas en los tres órdenes de gobierno en materias de interés, como es la seguridad pública”, ufff!.
La verdad es que lo más probable es que en ese encuentro Calderón le haya dicho, en corto, a Manlio que Gómez Mont ya se va y a lo mejor hasta le pidió abrirle la puerta de la interlocución al que va a llegar.
Lo que si es que Beltrones aprovechó esa conversación para decirle a Calderón que es necesario retomar lo de las reformas de Estado que quedaron comprometidas desde 2006 no sólo para garantizar la gobernabilidad sino para garantizar la estabilidad política.
Se requiere, le dijo, que el Presidente de la República apoye las reformas para la modernización del régimen político; el crecimiento y el empleo, los órganos reguladores del Estado mexicano; la consolidación de la seguridad y la justicia; una mayor transparencia y rendición de cuentas; el combate a la pobreza y la desigualdad; la competitividad y análisis de la política exterior, indicó.
COMENZARON LOS ENCUENTROS: La propia oficina presidencial dio a conocer también el encuentro de Calderón con el gobernador electo de Chihuahua, el priísta César Duarte Jáquez.
Se supone que en las siguientes horas lo hará con el resto de los ganadores del proceso electoral del domingo antepasado.
COMPARECENCIAS: Todo esto ocurría ayer mientras en la tercera Comisión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión , diputados y senadores acordaron llamar a los secretarios de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas y a su subsecretario de Infraestructura, Oscar de Buen Richkarday; al director de Banobras, Alonso Pascual García Tamés; y el titular de Desarrollo Social, el sinaloense Heriberto Félix Guerra.
Al primero, a Molinar Horcasitas, le exigirán explique por qué designó como presidente de la Cofetel a su cuatazo Mony de Swan, cuando éste no cumplía con los requisitos que establece la Ley Federal de Telecomunicaciones, para ocupar ese cargo.
De acuerdo a no pocos legisladores, este nombramiento “es ilegal, toda vez que el nuevo comisionado no cumple con el requisito de acreditar un desempeño destacado en actividades profesionales, relacionadas sustancialmente con el sector telecomunicaciones”.
Y esta apreciación viene de que el artículo 9-C de la Ley Federal de Telecomunicaciones establece que para ser comisionado se deberá acreditar, además de ser ciudadano mexicano por nacimiento, ser mayor de 35 años y menor de 75, y haberse desempeñado en forma destacada en actividades profesionales relacionadas con ese rubro.
Por ello le exigirán las actas de la votación de los vocales de la Cofetel y además le pedirán explique sobre subejercicios y otras anomalías cometidas por y en su dependencia.
A su subsecretario junto con el director de Banobras, le pedirán una amplia explicación sobre el manejo que se da en las carreteras de cuota dentro de Caminos y Puentes, pero especialmente de las razones por las que se decidió entregar la carretera de cuota Mexicali-Tijuana-Ensenada al gobierno panista de Baja California.
Al titular de Sedesol, le exigirán explicaciones de por qué no existe un censo de adultos mayores y de por qué su dependencia no ha entregado al Congreso los padrones de los programas de la dependencia, los cuales existen pruebas se usan por el gobierno de Calderón con fines electorales.
Para realizar estas comparecencias los legisladores convinieron no ajustarse a los anteriores y rígidos formatos, sino convenir otros que permitan no dejar ir a los funcionarios federales hasta que expliquen y den respuestas a todo lo que se les pregunte.