Los llamados de la patria
¬ Juan Manuel Magaña jueves 13, Nov 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Justo en el mismo día, hace dos, el general Cienfuegos y el padre Solalinde hicieron convocatorias a la sociedad, con las que queriendo o no dejaron la impresión de que la patria se encuentra en apuros y necesita de sus hijos.
Sus llamados plantean el reto de encontrarles las semejanzas o las diferencias entre uno y otro.
El secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, hizo un llamado “a todos: sociedad, gobiernos y fuerzas armadas a que cerremos filas en aras del interés nacional”.
¿Por qué? Porque afirmó que ‘‘el desarrollo y el progreso de la nación están en juego’’ y, según él, el presente nos brinda la oportunidad invaluable de sumar y tomar decisiones acertadas para ponderar desafíos y para consolidar el rumbo.
También según el secretario ‘‘No podemos retroceder en este importante avance que México ha emprendido, en esta renovadora transformación que lo llevará a su destino’’.
Y por ello aseveró o advirtió, como usted lo vea, que los militares de México ‘‘aportaremos nuestros mejores esfuerzos al servicio de los ciudadanos sin amedrentarnos por juicios injustos, algunos sin duda erróneos, carentes de fundamento, malintencionados y que la institución armada nacional no merece’’.
El general ve enemigos en ‘‘la indolencia, la insensibilidad, el silencio, la violencia desmedida y la complicidad obstruyen y limitan la verdadera esencia de la justicia’’, además de que ‘‘el rumor, la intriga y la deslealtad corroen cimientos, mancillan convicciones, frenan el potencial que tiene el país y debilitan las instituciones’’.
Por su parte, el padre Alejandro Solalinde, director del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, con sede en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, hizo también un simple llamado a estudiantes, sociedad y jerarquía católica a que se sumen y den una respuesta de emergencia ante un país que está a punto de incendiarse.
De inmediato, salta la primera semejanza y la primera diferencia en el llamado de ambos personajes. La primera es que sin duda la patria está en aprietos. La segunda es que mientras el general ve un “importante avance que México ha emprendido”, el clérigo advierte que esta nación podría arder pronto en llamas.
Llegados aquí, usted pregúntese, ¿los enemigos que describen el general y el padre serán los mismos o tan sólo se parecen?
La obvia coincidencia entre Cienfuegos y Solalinde está en alertar a la sociedad de un peligro en que se encuentra. En cuanto a diferencias, no quiero ni pensar que las visiones del general y el padre pudieran estar enfrentadas en todo.