Los alcaldes y la narcopolítica
¬ Augusto Corro martes 11, Nov 2014Punto por punto
Augusto Corro
Cabe preguntar lo siguiente: ¿en cuántos municipios los alcaldes tienen vínculos con la delincuencia organizada, los narcos?
A raíz de las atrocidades ocurridas en Iguala, las autoridades federales tendrán que investigar qué ocurre con las autoridades locales y sus relaciones con el hampa.
Para empezar, ya no debe repetirse la matanza de personas por órdenes de los alcaldes, a través de sus policías municipales.
Las tareas preventivas para evitar las acciones cruentas contra la población deben aplicarse con rapidez y energía.
En el panorama nacional, los alcaldes, el eslabón más débil en la cadena política, dio muestras, desde hace varios años, de su fragilidad y debilidad que permitió la llegada de la narcodelincuencia.
Conforme se fortaleció la delincuencia organizada, los presidentes municipales tuvieron que entregar la plaza, convencidos por las buenas o por las malas, como se dice coloquialmente.
En muchas de las situaciones, los alcaldes propiciaron el establecimiento de la narcopolítica, como en Iguala.
El experimento político dio buenos resultados en otros municipios del país, pero en Michoacán floreció y llegó al nivel más alto, pues el gobernador, Jesús Reyna García mantenía vínculos con el líder del cártel “Los Caballeros Templarios”.
Como repercusiones de esas relaciones peligrosas, varios presidentes municipales se encuentran en prisión.
EL MAL EJEMPLO
En Guerrero, nadie atendió las luces de advertencia, de peligro, y ocurrió la matanza de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El contubernio entre autoridades y cárteles de la droga, considerado el origen de la tragedia, se vive en otros municipios y no necesariamente guerrerenses.
En Morelos, por ejemplo, las autoridades federales investigan a un matrimonio parecido a la pareja imperial de Iguala, y a ediles y diputados, por sus nexos con la delincuencia organizada.
Nos referimos a Catalina Ríos Núñez, y su esposo Alberto Figuera, ex presidente del municipio Emiliano Zapata, de Morelos, tendrán que responder a sus relaciones con “Los Caballeros Templarios”.
También son investigados por la PGR, Carlos Eduardo Martínez Varela, alcalde del municipio Emiliano Zapata; así como su secretario de Seguridad Pública, a quien señalan como secuestrador y extorsionador.
En la misma condición de indagados se encuentran los ex alcaldes de Temixco, Nereo Bandera y el de Jiutepec, Miguel Ángel Rabadán Calderón.
La lista o red de políticos vinculados con la delincuencia en Morelos incluye a más presidentes municipales y a un diputado. Se podría pensar que se trata de una red delincuencial en una entidad gobernada por un perredista: Graco Ramírez.
Entre los funcionarios en capilla o investigados se encuentran políticos de diferente extracción partidista. La delincuencia no se fija en siglas. Corrompe parejo.
“LA JEFA” O EL PODER TRAS EL TRONO
El matrimonio imperial de Iguala tiene una pareja parecida en el municipio Emiliano Zapata, de Morelos.
Ella se llama Catalina Ríos Núñez y es conocida como “La Jefa”. Una política hábil, que según dicen, es la inteligencia y el poder que maneja y controla a su esposo, Alberto Figueroa Valladares.
Debido a sus presuntos nexos con el crimen organizado, Catalina logró encumbrar a su marido hasta llevarlo a la presidencia municipal de Emiliano Zapata, y erigirse en la principal autoridad local.
Sus órdenes se obedecían sin ningún pretexto por el gabinete municipal.
La PGR abrió un expediente que registra los nexos de Catalina con el líder templario, Servando Gómez “La Tuta”, luego de la reunión que ambos sostuvieron.
Cabe señalar que el municipio Emiliano Zapata se ubica en una zona disputada por los cárteles de Sinaloa, “La Familia Michoacana”, “Los Caballeros Templarios”, los Beltrán Leyva, “Guerreros Unidos” y “Los Rojos”.
“La Jefa” es un activo importante para el PRD y pudo influir para que Carlos Eduardo Martínez Varela, perredista, fuera candidateado para la presidencia municipal y obtuviera el triunfo.
“La Jefa” no tuvo empacho alguno en continuar con el poder tras el trono.
En el presente, Catalina tiene como su mayor ambición obtener una diputación plurinominal en el 2015, sólo que uno de los obstáculos que deberá superar es su relación con el narcotráfico.
EN EL OJO DE LA TORMENTA
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) continúa en el ojo de la tormenta política, debido a que los alcaldes de extracción perredista optaron por vincularse con la delincuencia organizada.
La cúpula perredista enfrenta el desprestigio por su apoyo y protección a las autoridades de Iguala, acusadas de la matanza y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.
José Luis Abarca Velázquez arribó al poder municipal, como abanderado del PRD, a pesar de su pasado delincuencial. Luego lo protegió cuando llovían acusaciones contra el edil por su participación en asesinatos de activistas sociales.
Y ahora, aparece Catalina Ríos Núñez, “La Jefa”, con un expediente que la vincula con el crimen organizado. El PRD se hunde.