¿Arderá nuestra pradera?
Francisco Rodríguez viernes 7, Nov 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Hoy por hoy, la pradera está seca. Los horizontes de miseria configuran el territorio, saqueado, empobrecido, sin esperanza en algún futuro, por más remoto que éste sea, o por más plazos inalcanzables que fije el gobierno para los inexistentes frutos de sus lunas y reformas de papel.
Las condiciones se dieron para expresar, por cualquier medio, el repudio de casi todos al trato insensible de lo inmediato, la incapacidad para mandar, para informar, para convocar.
Declaraciones inoportunas que sólo sirven para enardecer al jodido. Pontificaciones insulsas que contribuyen a la falta de entendimiento de los mexicanos.
¿Quién es Ernesto Zedillo para decir que hace falta ceñirse al derecho?
Si el primero que debería ser juzgado por crímenes de lesa humanidad (Acteal, para empezar) y por traición a la patria (confiar secretos económicos del país a empresas extranjeras para emplearse después con ellas) habla de ese modo, y puede colocar a sus protegidos en las mejores posiciones del aparato energético.
GOBIERNEN
¡Ah, si los que mandan se dedicaran a atender primero los graves asuntos del alimento y la seguridad nacional, en lugar de privilegiar la imagen del set televisivo!
Por eso está irritada la gente. Por eso, ante la rabia y el reclamo no valen los análisis a modo del “caldo de cultivo exterior” —rancio discurso diazordacista y, si me apura, porfirista—, porque el mundo es hoy un escenario comodino de derechas. La izquierda maniatada por sí misma, está más tronada que nunca —más en nuestro país— y el pensamiento parroquial se esconde bajo las corbatas tricolores y albicelestes. La rabia incontrolada es una expresión del amasijo de ingredientes que forma una economía devastada.
“LA NOVIA DEL PODEROSO”
No hay razón, que no sea la anterior, para que se esté dando en el país el desbocamiento de la furia popular, que arrasa cualquier símbolo de poder y desmelena a cualquier representante, sin recato. La gente llegó al nivel del hartazgo, y la autoridad se ubica en una posición de confort y de prácticas insensibles. ¡Increíble!
Se sigue jugando con fuego en medio de la seca pradera. Se monta una video producción, con la cámara de la tele al momento, en la “captura” de la “pareja imperial”, los Abarca-Pineda. A la consorte de “El Gordo” Aguirre sólo le fincan un “arraigo” de 40 días, ¡en lugar de indiciarla con rigor legal! Es la novia del poderoso.
Y parecen confirmarse las versiones de una teleproducción, por la detención previa de los Abarca en Xalapa, su conducción al DF y su montada “aprehensión “actuada, con ropa de ballroom, de fiesta, en una pocilga de Iztapalapa y en la madrugada. (La esposa se da el lujo de “olvidar” sus lentes en la mesa de noche, mientras cumple el trámite en la PGR).
Todo parece indicar que existe miedo de la autoridad a entrarle al presente asunto de frente, por las extorsiones previas guerrerenses que, algunos dicen, sobó las manos imperitas de funcionarios.
Mientras, las revistas del corazón y los comentaristas hacen su agosto.
Los “gobernantes” pelean espacios y primeras planas en Hola! Y mueren por una entrevista en el “canal de las estrellas”. Si el pueblo tiene hambre, repiten aquello de la austriaca María Antonieta: ¡repartan pastelillos!
Para los del poder no pasa nada. Según ellos, ya brincaron lo peor. Maldita ignorancia. No tienen la menor idea del manejo ni de la explosión de las crisis. No las vivieron. Eso no es para las castas privilegiadas. Ellas esperan la nieve de Vail o la de Gstäad. La pradera está seca. ¿Arderá?
Índice Flamígero: También hay chispazos en el aire. Pilotos de todas las aerolíneas, apenas despegan el aparato, dan lectura a un documento que escuchan todos los pasajeros: “En los últimos 14 años han desaparecido 13 aerolíneas mexicanas, lo cual ha dejado a más de 15 mil connacionales sin empleo. Los números no mienten, cada 13 meses desaparece una fuente de empleo en materia de aviación en México. El gobierno federal quiere abrir los cielos de México, esto es, dejar que vengan aerolíneas extranjeras a operar en nuestro país sin la reciprocidad de competencia.
El gobierno norteamericano y el gobierno mexicano pretenden llevar una política que beneficie únicamente a los intereses de las empresas extranjeras, dejando desprotegidas a las aerolíneas nacionales…”.