Descubre el INAH el inframundo teotihuacano
Nacional jueves 30, Oct 2014- Rica ofrenda con más de 50 mil objetos al final del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encabezados por el arqueólogo Sergio Gómez hallaron una majestuosa ofrenda con más de 50 mil objetos de gran valor económico y simbólico al final del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada en la zona arqueológica de Teotihuacán.
La directora del INAH, Teresa Franco, dio a conocer el descubrimiento que forma parte del proyecto “Tlalocan. Camino bajo la tierra”, que se desarrolla en el sitio desde hace 5 años.
De acuerdo con la principal hipótesis, la rica ofrenda antecede el sitio donde estarían los restos de un importante dignatario teotihuacano. Pero será hasta enero, fecha de inicio de una nueva etapa de exploración, cuando se compruebe o no esa idea.
Se confirmó que el túnel no sólo se utilizó como depósito de ofrendas, sino que es una metáfora del acceso al inframundo, por lo que es muy probable que haya restos de un alto dignatario.
Ello contribuye a entender que Teotihuacán fue construida como una réplica de la manera como se concebía el cosmos durante la época de su fundación, entre los años 150 y 200 de nuestra era. Arriba estaría la región celeste, en medio el plano terrenal y abajo el inframundo.
Entre los materiales recuperados destacan cuatro esculturas labradas en piedra, una masculina y tres femeninas, ornamentadas con joyería prehispánica elaborada en jade y piedra verde.
Hay decenas de grandes caracoles procedentes del Golfo de México y el Caribe, miles de cuentas de diversos materiales, huesos de grandes felinos, pelotas de hule, discos de pirita y una caja de madera conteniendo decenas de conchas trabajadas y los esqueletos de escarabajos.
También hay cantidad de restos de aves, más de 15 mil semillas de tuna, jitomate, maíz y restos de flores de calabaza. Hay piezas de ámbar, alrededor de 4 mil objetos de madera muy bien conservados, cuchillos de obsidiana, espejos de pizarra y pirita labrados por una cara, y restos de piel, tal vez de animal o un humano.