Se desploman Bolsa y moneda tras reelección de Dilma Rousseff
Mundo martes 28, Oct 2014- Hay desacuerdo de inversores con las políticas económicas que abogan por intervenir en la economía

La flamante presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afronta las consecuencias normales de su reelección.
La Bolsa de Valores de Sao Paulo (Bovespa) abrió con fuertes pérdidas (-6.0 por ciento), mientras el real, la moneda brasileña, perdía en torno al 3.0 por ciento respecto al dólar, tras los resultados electorales que dieron la victoria a Dilma Rousseff.
La caída en la Bolsa se produce ante el desacuerdo de los inversores con las políticas económicas de Rousseff, que aboga por un intervencionismo en la economía para controlar los intereses bancarios y la inflación.
Asimismo, el real perdía en torno al 3.0 por ciento y, si hace dos semanas se cotizaba a 2.2 por dólar, llegó a situarse por encima de 2.5 en su índice comercial, el nivel más bajo desde diciembre de 2008, en pleno estallido de la crisis financiera mundial.
Los mercados ven con pesimismo la victoria de Rousseff, muy criticada por la clase económica por su gestión de la séptima economía del planeta, que se encuentra en “recesión técnica”.
Hija de un inmigrante búlgaro y de una profesora, Dilma Rousseff fue reelecta el domingo al frente del gobierno de Brasil, con la promesa de seguir sus políticas sociales que sacaron de la pobreza a millones de brasileños.
Con el 51.5 del apoyo popular, Rousseff ganó una de las elecciones más reñidas en Brasil de los últimos 30 años. Pese a la victoria de Rousseff, Brasil se encuentra dividido sobre cómo afrontar los retos socioeconómicos de futuro.
La presidenta Rousseff se impuso pese a una caída en los sondeos, la emergencia de Marina Silva, los rumores de la vuelta del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva y acusaciones masivas de corrupción.
Fiel lugarteniente del presidente Lula durante sus dos mandatos (2003-2010), en cuyo gabinete fue ministra de Energía y Minas y jefa de la Casa Civil, los rumores de la vuelta del ex mandatario cuando los sondeos le eran desfavorables salpicaron el inicio de la campaña.
Los enemigos de Rousseff, incluso dentro del PT, la criticaron por tener una forma de gobernar autoritaria y poco carismática, pero sus colaboradores le atribuyen una gran capacidad de trabajo y una férrea voluntad de atajar las desigualdades en Brasil. Sin experiencia en cargos electivos antes de alcanzar la presidencia en 2010, la vida de Rousseff está marcada por el período de activismo político durante la dictadura militar.
Torturada por el régimen castrense con descargas eléctricas y palizas que le dañaron el útero y la dentadura, esta mujer de 67 años, divorciada y madre de una hija tiene ahora como mayor desafío de su segundo mandato reactivar la mayor economía de América Latina. Además, deberá unir el país, dividido electoralmente.