Tras la ruta de “La Tuta”
Francisco Rodríguez lunes 27, Oct 2014Índice político
Francisco Rodríguez
¿De quién será el guión -digno de la peor película de Juan Orol- sobre el que se versan las acusaciones criminales alrededor del video donde aparecen “La Tuta” y supuestos acompañantes que por ese solo hecho han merecido condenas “patrióticas”?
¿Qué es lo que demuestra esa reunión en la que, ha trascendido, se trató de una serie de especulaciones de tipo político sobre “tiradores” al gobierno de Michoacán?
¿Quién es “La Tuta” -¿una versión nueva de “Marcos”?- que, con su sola presencia en una reunión, arma averiguaciones ministeriales fallidas que ponen en entredicho al sistema penal y de justicia del país?
¿Puede ser altamente incriminatoria como prueba plena en cualquier proceso penal que se respete en México una cinta magnetofónica? ¿O un video casero? ¿O un tweet? ¿O un post en Facebook, sobre todo en cuestiones que implican la seguridad nacional?
¿No estaremos cayendo en excesos jurídicos que impacten después decisiones judiciales mal tomadas, averiguaciones de quinto talón y daños sociales y políticos de incalculable valor e irreversibilidad?
¿Tanto le duele al gobierno la facilidad con la que “La Tuta” destruye su credibilidad cada vez que produce un video donde se ríe de las actuaciones de las autoridades? El asunto es demasiado serio, como para dejarlo en manos de abogadillos ¿no cree usted?
Ha llegado el momento de otear ante la opinión pública, con un serio requerimiento de transparencia y cultura de prevención y protección civil, los términos de contratación de la alarma sísmica, manejada entre SkyAlert y Televisa.
Los mexicanos andamos a la trompa-talega cuando se trata de alarmas sísmicas, pues o no llegan a tiempo o llegan después y los ciudadanos nos encontramos en la más absoluta indefensión, como una canica en una caja de zapatos viajando en microbús.
¿Qué necesidad tenemos, si estamos en el punto neurálgico de una región sísmica, en un territorio tan topográficamente accidentado como Nepal, Bhután y Suiza, de andar de Roma a Santiago, dependiendo de protocolos sísmicos que han probado una y mil veces no tener precisión ejecutiva, ni el mínimo de decoro en este negocio que suena más a metálico que a lógico?
Como la burra no era arisca, es tiempo de que den la cara los responsables y ya no se escuden en el famoso “saldo blanco”, pues las cosas no pasan ¡hasta que pasan!
¿No será este otro saldo más de la administración del GDF encabezada por Mar-Chelito Ebrard? ¿La de los “bisnes” al por mayor? Por otra parte, la sentencia dictada por un tribunal federal para impedir que la Auditoría Superior de la Federación pueda dar seguimiento a las denuncias que ésta haga sobre corrupción de funcionarios, sobre todo cuando el Ministerio Público se desista de la acción penal, es letal.
La SFP asistió voluntariamente con el cirujano a quitarse la dentadura. La ASF es condenada a nunca tener dientes. Las contralorías internas de las dependencias están en manos de ex ayudantes, chalanes y achichincles de los titulares. Las autoridades ministeriales federales no atinan un solo golpe. La Corte está en receso.
A la ASF le han quitado todo el valor que tuvo en su origen para investigar el uso y destino de cualquier recurso fiscal, ejercido por quien fuera. Luego la convirtieron en un órgano auxiliar legislativo. Ahora… ¿ya quién sabe qué es?
Índice Flamígero: No. El problema del de Xicotepec, Puebla, Ardelio Vargas Fosado, comisionado en el Instituto Nacional de Migración, no se debe a la cantidad irresoluble de quejas que a diario recibe de la CNDH.
El problema es el sistema de “moches” que ha instalado en sus retenes a lo largo de las rutas de migrantes -adultos y jóvenes, damas, niños y caballeros- hacia EU y por otro lado, a su pasado que no ha resuelto en donde se le implican con algunos asuntos relacionados con contrabando. ¿Por qué a la gente le gusta victimizarse y fabricar acusaciones a modo, que los “libran” de acusaciones de fondo?