Monseñor Héctor Rogel revela “Historia de las herejías”
* Especiales, Espectáculos lunes 20, Oct 2014- En entrevista, nos habla de su sexto libro que contiene años de investigación y que nunca antes había sido escrito en toda la historia de la Iglesia católica
- Monseñor Héctor Rogel Hernández ha logrado que la Biblioteca del Seminario Conciliar de México, la cual lleva su nombre “Héctor Rogel”, resguarde una de las colecciones más importantes de América en materia de filosofía, teología e historia eclesial, con más de 250 mil volúmenes
Gloria Carpio
En la época en que más cambios registran los postulados de la Iglesia católica, es oportuno dimensionar que un mexicano ha generado su aporte para algunos de ese cúmulo de cambios importantes a nivel histórico. Se trata del ex director de la Biblioteca del Seminario Conciliar de México, Héctor Rogel Hernández, licenciado en filosofía y teólogo, que nutre al catolicismo, además ser un hombre culto -que ha leído más de 2 mil libros- posee un corazón de oro, pues ayuda al prójimo, sin esperar nada a cambio, logrando que muchas vidas tengan un cambio de amor y fe.
Y aunque es el ex director de la biblioteca, sigue aportando libros y toda su sapiencia, pues monseñor Héctor Rogel dejará de trabajar el día que su corazón deje de latir, ya que mientras tenga vida seguirá aportando, no sólo al Seminario Conciliar de México, sino a la Iglesia católica.
Monseñor Héctor Rogel Hernández ha logrado que la Biblioteca del Seminario Conciliar de México, la cual lleva su nombre “Héctor Rogel”, resguarde una de las colecciones más importantes de América en materia de filosofía, teología e historia eclesial.
Cabe señalar que la Biblioteca del Seminario Conciliar de México la recibió monseñor Héctor Rogel con 60 mil libros, de los cuales habían muchos repetidos, por lo que de esos 60 mil quedaron 32 mil. Sin embargo, monseñor Héctor Rogel la creció a 170 mil libros, de los años que estuvo como director de la biblioteca, desde 1959 hasta 1994, lo que le valió que la biblioteca fuera bautizada con su nombre, hoy llamada “Biblioteca Héctor Rogel”, a la cual sigue aportando, incluso, todos los libros de arte los ha conseguido monseñor Héctor Rogel.
La labor de monseñor Rogel Hernández tiene marcada significación en la vida pastoral y una de sus más recientes obras es un “Diccionario de Filósofos”, que compila lo más importante de 160 hombres dedicados a las humanidades, bajo el título “Historia de las herejías”, que espera sea lanzado al mercado por una de las más importantes editoriales del país.
De ahí, la importancia de una conversación con este personaje que ha recorrido casi todos los escalafones de la Iglesia católica como organización y sigue enriqueciendo con su conocimiento al Seminario Conciliar, con una gran energía, a sus 86 años de edad.
Actualmente, acaba de escribir su sexto libro “Historia de las herejías”, en el que habla de la negación de las verdades de fe, y su libro no sólo recuenta herejes y lo que dijeron, sino la condenación que la Iglesia hizo de esa herejía o esas herejías, como Lutero, y luego las respuesta de las verdades de la fe a esas herejías, y no existe un libro en la historia con toda su investigación, que le llevó dos años a monseñor Héctor Rogel.
La idea del libro “Historia de las herejías”, del cual espera sea publicado por una de las editoriales más importantes de México, es que el lector pueda encontrar cuáles son las verdades fundamentales de la fe de la Iglesia, pero contrapuestas justamente a su negación por parte de los herejes.
Y para conocer un poco más del brillante teólogo y monseñor Héctor Rogel, DIARIOIMAGEN lo entrevistó.
-Platíqueme usted, de dónde es originario, cómo fue que decidió ser sacerdote.
– Nací el 14 de agosto de 1928 en el pueblo de Tejupilco, Estado de México. Fuimos siete (hijos) hermanos, cuatro hombres y tres mujeres.
-¿Cuáles son sus autores favoritos?
-Mis autores favoritos son los dos genios gigantes del cristianismo, San Agustín y Santo Tomás de Aquino, especialmente el segundo, porque es un teólogo más concreto, claro y macizo, que el mismísimo San Agustín.
-Platíquenos de su más reciente libro “Historia de las herejías” y que está en pláticas con las editoriales mexicanas para ser publicado.
-Para poder hacer este libro tuve que leer mucha historia de la filosofía: a Kant, Santo Tomás, San Agustín, a Heidegger, a Sartré, en fin, muchos, los más grandes de la filosofía, a San Alberto Magno y todo eso está en mi Diccionario de Filósofos, son 160 filósofos de los más gallones de la humanidad que están en mi libro, de los más grandes que hay en la historia, me lo publicó Editorial Porrúa.
Ahora, en mi sexto libro “Historia de las herejías”, escribo de la negación de las verdades de la fe y mi libro no sólo recuenta herejes y lo que dijeron, sino la condenación que la Iglesia hizo de esa herejía o esas herejías, como Lutero y luego las respuestas de las verdades de la fe a esas herejías y eso ningún libro de los que encontré lo trae, lo cual me llevó dos años de investigación.
-¿Cuál es el objetivo de haber escrito ese libro, qué mensaje puede encontrar el lector en esa obra?
-La idea fue encontrar cuáles son las verdades fundamentales de la fe de la Iglesia, pero contrapuestas justamente a su negación por parte de los herejes.
Por ejemplo, los judíos (hay un solo Dios en una sola persona) niegan la Trinidad, en ese sentido los judíos objetivamente hablando, culpo no culpo, eso es otra cosa, adquieren un solo Dios en una sola persona. Cristo nos reveló que hay tres personas en un solo Dios verdadero, entonces, contrapongo la herejía a la verdad de fe.
-¿Y cómo fue investigando todo ello?
-Con la lectura de años y años, lectura de libros de teología, sabiendo mucho y sólo así pude llegar a escribir “Historia de las herejías”. Además, el libro está fundamentando en la investigación.
En mi libro “Historia de la herejías” hago una crítica especializada a cada herejía.
-De sus libros publicados, mencione cuáles han sido las satisfacciones.
-Mi primer libro se llamó “Diccionario de virtudes” y la satisfacción que me dejó es que una señora que había comprado seis ejemplares, me exclamó “padre, no sabe qué importancia tiene este libro, dice que la humildad consiste en reconocer nuestras cualidades, nuestras capacidades, reconociendo que en el fondo son un don divino, vienen de Dios y que en lugar de andar vanagloriándose, hay que rendir esos dones que Dios nos ha dado, pero conociendo que son dones divinos y que tenemos que aprovecharlos”.
Por eso, he leído y releído y estudiado para ser capaz de publicar esos libros y muchos años todavía de filosofía y vuelvo a releer una historia y otra y otra y a sacar apuntes. Ya tuve material para hacer mi libro: “Diccionario de filósofos”, son 160 filósofos de los más gallones que hay y con una ventaja que no tiene ningún otro libro que yo conozca por lo menos, después poner en forma breve y clara la doctrina del filósofo Kant.
-Hay gente que dice creo en Dios, pero no en la Iglesia, ¿que les responde usted?
-Cristo dijo: El que esté libre de pecado que aviente la primera piedra y por ello todos en ese sentido, todos somos pecadores, al menos del pecado original. Todos hemos pecado, unos más, otros menos, pero cada quién es responsable de su vida y de sus faltas.
En la Iglesia hay santos canonizados que llevaron una vida de enorme santidad y de hacer el bien indefinidamente, con esto quiero decir que por ello hay tantas fallas en la Iglesia, pero no todos somos iguales.
Cada quién tiene que ser responsable de sus fallas y pecados y ahora digamos si comparamos en el sacerdocio que es de donde viene la crítica, yo creo que es inmensamente mayor la cantidad de sacerdotes buenos y fieles, apostólicos y que se portan bien y cumplen su misión de ayudar a la salvación de las almas, es muchísimo mayor que si un porcentaje, no sé si de 80 o 90% (contra los que no…) de algunos pocos que fallan y fallan a veces muy duro.
Esa es la respuesta, pero después, la responsabilidad, no sólo es de los sacerdotes y de los obispos, la responsabilidad es de todos los cristianos y en un sentido más amplio, del mundo entero, porque Dios quiere que todos los hombres se salven y hay un medio que se llama bautismo, que vale de todos los seres humanos, para toda la humanidad.
Y es dogma de fe que toda la humanidad sea llamada a la salvación, ahora una regla tajante que es importante: quien muere en gracia de Dios, al menos porque en el último instante de su vida se arrepiente de sus pecados, pide perdón a Dios y hace cierto propósito de no volver a pecar, aunque esté en las últimas de su vida, ese recibe la gracia de Dios y se salva.
El infierno es dogma de fe, que a mí me duele mucho, pero es dogma de fe y lo acepto porque es dogma de fe.
-¿Cómo viene el perdón de Dios?
-Un ejemplo, si yo en vida le hago algo a usted por decir, yo le digo perdóneme, pero lo tengo que hacer de corazón, cuando uno se arrepiente de corazón es cuando existe el perdón de Dios. Yo tengo que perdonar como Dios nos perdona a todos, nosotros también debemos estar abiertos al perdón y cambiar nuestra actitud.
Critican mucho a gente que va a la iglesia y reza 10 padres nuestros, el credo, aves marías y sale del templo y se la pasa maldiciendo (roba, humilla, etcétera) eso quiere decir (es infiel) no tiene que ver, el que rece tanto no le va a salvar de sus pecados.
Los pecados mortales son gravísimos, como asesinar, como una guerra injusta, como la traición dentro del matrimonio es pecado mortal sin duda, tienen que guardar su fidelidad.
Entonces, todo el que camina sin pecado mortal está en gracia de Dios, todas las obras buenas que hace, que cumple con sus deberes, pese a sus fallas, está dando méritos para la eternidad. Si al morir algo dentro de la justicia divina, sea por faltas veniales, sea porque cometió algunos pecados mortales, pero se confesó y se puso en gracia de Dios, si muere en gracia se salva, pero lo importante es que entre mayores bienes hacemos y evitamos el pecado, vamos teniendo mayor gloria en el cielo, vamos teniendo más méritos para salvarnos y para tener mayor gloria en el cielo.
Es importante decir que en el Seminario Conciliar Mexicano se imparten clases para laicos que quieren conocer mejor su religión y no necesariamente tienen que ser seminaristas, no, no, no está abierto y ahora el seminario está incorporado a la Secretaría de Educación, de tal manera que aquí hombre y mujeres pueden cursar la licenciatura en filosofía, actualmente cuenta el Seminario Conciliar Mexicano con más de 90 alumnos.
-¿Algo más que quiera decir?
-Cumplí 86 años de vida y espero ser buen sacerdote cada segundo de mi vida; celebro diario con unas monjitas, rezo mi oficio que es obligatorio para los sacerdotes, son oraciones especiales y así se llama el breviario. Rezo mi breviario diario, frecuento la capilla, me encomiendo a Dios.
Me enorgullece haber escrito “Historia de las herejías”; asimismo, terminé una crítica a “El catecismo de Ripalda” y detecté 72 errores, no se me escapa ningún filósofo sin detectarle algunos errores; soy buen crítico, don divino de nuevo, que lo estoy aprovechando.
-¿Qué le falta por hacer?
-Terminar mi autobiografía y seguir aportando a la Biblioteca Héctor Rogel que lleva mi nombre y que es la biblioteca más importante de Latinoamérica. Hasta donde Dios me dé fuerza, vida y licencia seguiré creando y trabajando. Ya se me ocurrirán cosas (y vienen mucha más) como sacerdote y en especial para la Biblioteca Héctor Rogel también, concluyó.