¿A quiénes enterraron?
¬ Augusto Corro jueves 16, Oct 2014Punto por punto
Augusto Corro
Los 28 cuerpos sin vida localizados en las fosas clandestinas en las inmediaciones de Iguala no pertenecen a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Lo anterior fue informado por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam y provocó las reacciones lógicas del caso. Una, en el sentido de que surge una ligera esperanza, aunque sea débil, de que los 43 jóvenes siguen con vida.
Y dos, que a la desaparición de los 43 normalistas, se suma una cadena de inhumaciones clandestinas. ¿A quiénes corresponde esas decenas de cuerpos calcinados y mutilados? ¿Se sabrá la identidad de las víctimas?
Porque, dicho sea de paso, Guerrero se convirtió en un cementerio clandestino desde el 2005. El número de fosas supera las 38 con 200 cuerpos.
Para nadie es un secreto que la mencionada entidad se convirtió en un escenario cruento de la lucha entre la narcodelincuencia. En fin, ahora a la matanza en la que perdieron la vida tres estudiantes, un futbolista y dos personas más, deberán agregarse a los actos de salvajismo ejecutados por narcopolicías y sicarios. Mientras, sigue como prioridad principal localizar con vida a los normalistas.
SE TAMBALEA AGUIRRE RIVERO
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, debe ponderar la pertinencia de mantenerse en el cargo. Así lo manifestó el líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete. Con la determinación de su partido, el mandatario se quedó sin apoyo político alguno.
Será, pues, el propio Aguirre Rivero quien evalúe la circunstancia “de su gobierno de manera puntual”. El es el que tiene responsabilidad con el pueblo de Guerrero. El tono de Navarrete cambió radicalmente en el tono de defensa a su correligionario Aguirre Rivero. Al paso de los días y con las presiones de una sociedad dolida por el salvajismo contra los normalistas, el líder perredista cedió a las presiones.
Navarrete se colocó en una posición que le costó ya al PRD un golpe brutal a su imagen política. Porque en los hechos violentos de Iguala registrados el 26 y 27 de septiembre, el presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez y su esposa, ambos perredistas, jugaron un papel importante en la tragedia.
El matrimonio, según las autoridades, tienen vínculos con el crimen organizado, específicamente con el cártel Guerreros Unidos. La pareja se dio a la fuga. Acción omisa del gobernador, quien recibió la orden de evitar que los esposos huyeran.
En tanto, continúan las investigaciones que tienen en la mira las diferentes policías locales por su participación directa en la matanza y desaparición de estudiantes.
Relacionados con el asunto ya fueron detenidas 46 personas: 22 son policías del municipio de Iguala, 14 del ayuntamiento de Cocula y 10 civiles, entre ellos varios vigilantes (halcones) de Guerreros Unidos.
De acuerdo con las autoridades fueron aprehendidos la mayoría de quienes privaron ilegalmente de su libertad a los normalistas de Ayotzinapa.
Una de las últimas versiones señala que los policías de Cocula fueron quienes entregaron a los estudiantes a los narcos.
LA ACCIÓN PARTIDISTA
Ante los hechos violentos de Guerrero condenados en México y en diversos países, la respuesta de los partidos políticos mexicanos es lenta. Apenas si se escuchan algunas voces los legisladores que demandan juicio político para Aguirre Rivero. En el Senado, cada fracción parlamentaria opina de diferente manera. No van directamente a la suspensión de poderes en el estado.
Quizás la actitud mezquina de los congresistas obedece a la proximidad de las elecciones intermedias del 2015, con las que se renovará la Cámara de Diputados y 9 gobiernos estatales, la Asamblea Legislativa y jefes delegacionales. En esa perspectiva, los diputados y senadores estarían al cuidado de no cometer errores políticos que los afectaran a ellos o a sus partidos.
Ni siquiera el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se vio en las marchas de protesta contra la matanza y la desaparición de normalistas.
La llamada izquierda mexicana que abanderan el PRD y Morena se encuentran atados, porque los principales actores de la tragedia guerrerense recibían o reciben apoyo directo o indirecto de la cúpula perredista y de morenos. Mejor diputados de otras latitudes se mostraron más críticos contra el salvajismo de los narcopolicías de Guerrero.
¿Y LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS?
En el contexto de la violencia registrada en Guerrero, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo mutis. No se ve su labor por ningún lado. Como si no existiera.
¿Qué espera para emitir sus opiniones o recomendaciones que ninguna autoridad acata y menos obedece y cumple? Su titular Raúl Plascencia Villanueva se encuentra entregado en cuerpo y alma en su reelección que de antemano es rechazado por propios y extraños, debido a la ineptitud para la defensa de los derechos humanos, en un país lleno de injusticias. Para empezar ¿cuántas recomendaciones formuló en los últimos años? En México, es urgente y necesario el funcionamiento real y positivo de la CNDH, que por el momento luce como un elefante blanco.
¿Plascencia Villanueva podría decirnos sus puntos de vista sobre los acontecimientos de salvajismo puro en Guerrero?