Alfiles
Ramón Zurita Sahagún martes 14, Oct 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acerca el momento de las candidaturas a 9 gobiernos estatales, el PRI analiza si recurre a un par de alfiles del gobierno federal para sus nominaciones o si desecha tal posibilidad.
De hacerlo, permitiría al Presidente de la República darle un poco de movimiento a su gabinete, aunque ello signifique la posibilidad de sendos reveses para el tricolor. Se trata de dos posiciones estratégicas dentro del esquema presidencial, en que la secretaría de Economía y la de Turismo juegan papel preponderante.
Los resultados que ofrecen los titulares de esas dependencias no son los peores, pero tampoco los más óptimos, aunque en el caso de la secretaria de Turismo jugó un papel importante en el desastre de Los Cabos.
El secretario de Economía ha sido un eficaz puente en las gestiones que se requieren, aunque esa labor hay muchos que la podrían desarrollar mejor o en igualdad de condiciones, cuando menos.
La situación en torno a las eventuales candidaturas de uno y otra, radica en las posibilidades que tendrían para competir con éxito como candidatos a los gobiernos de Nuevo León y Guerrero, respectivamente.
Ildefonso Guajardo Villarreal, titular de Economía, tiene ganas de ser nominado por su partido al gobierno norteño, aunque no son muchos los que le auguran ganar los comicios del 7 de junio.
Se ubica como tercero dentro de las encuestas de su partido, detrás de las senadoras Ivonne Álvarez García y Cristina Díaz Salazar y muy por debajo de la favorita en las encuestas la panista Margarita Arellanes Cervantes.
En Nuevo León el panorama para el priísmo no es demasiado óptimo y la disputa por el triunfo en las urnas será difícil, toda vez que panistas y tricolores enfocarán todas sus baterías para obtener la recompensa del principal gobierno que estará en juego el año próximo.
Los priístas saben que deberán decidir bien sobre su abanderado, ya que el riesgo de perder el gobierno es mucho, ya que los ciudadanos conocen la forma de gobernar de uno y otro partido.
Nuevo León ya fue del PAN durante seis años (1997-2003) y el resultado no fue mejor que el de los gobiernos del PRI.
Se conjuntaron una serie de factores que mostraron la ineficacia del gobierno de Fernando Canales Clariond, tanto que como sucede en algunos casos con los priístas, fue relevado para evitar mayor daño a su partido y a la ciudadanía.
No se pudo frenar el deterioro del partido gobernante y con el mismo candidato que seis años antes había sido borrado de las urnas, el PRI recuperó la administración estatal y su gobernador, J. Natividad González Parás, se dio el lujo de postular a su delfín y ganar los comicios.
Ese mismo deterioro se vive hoy en Nuevo León, donde los cinco años del gobierno de Rodrigo Medina de la Cruz han sido desastrosos, por lo que la federación ha tenido que intervenir en su auxilio en diversas ocasiones. Con esa contribución se ha conseguido frenar la violencia que llegó a sobrepasar, en algunos momentos, los ámbitos de la autoridad.
Los ciudadanos recuerdan los estallidos violentos que llevaron a la quema de un casino con gente dentro, los narcobloqueos en carreteras y en las principales avenidas de la capital del estado.
Por eso, son muchos los que consideran un riesgo demasiado alto para el priísmo y el propio Ejecutivo federal la postulación de un candidato que no levanta en las encuestas, con todo y que sea uno de los grandes alfiles con los que inició el Presidente de la República su gestión administrativa.
En Nuevo León se advierte que la disputa por el gobierno estatal se dará entre mujeres, una de la PAN y otra del PRI.
La del PAN (Margarita Arellanes Cervantes) se ve franca en su carrera hacia la nominación de su partido, aunque Mauricio Fernández Garza, parece resurgir y disputarle la postulación.
Dentro del PRI, Ivonne Álvarez García rebasó desde hace algunas semanas a su colega de escaño, Cristina Díaz Salazar, aunque esta última realiza diversos movimientos para emparejar los momios.
En Guerrero, las cosas pintan distintas y renacen las posibilidades de que el PRI vaya con el candidato mejor evaluado, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz (Massieu) Salinas.
La gestión de Claudia dentro del gabinete se encuentra bien evaluada y sus bonos han subido en forma vertiginosa, desde que se presentaron los hechos violentos de Iguala y otras partes de Guerrero que muestran el desgobierno perredista en todas sus representaciones (estatal y municipal). Claudia se mostraba renuente a competir por la nominación, ya que los momios no la favorecían y el eventual candidato perredista Armando Ríos Piter, la rebasa en conocimiento en el estado.
Sin embargo, las cosas se presentan ahora favorablemente para Claudia, ya que su buen desempeño en la secretaría de Turismo, además de portar un apellido bien posicionado en el estado y el beneficio que le dan a su partido los desaciertos del gobernador Ángel Aguirre Rivero, le proporcionan un aire renovado.
A eso se le añade que el priísmo carece en Guerrero de una figura que pueda beneficiarse de la impopularidad del perredismo y ofrecer una cara nueva que le devuelva a la entidad el esplendor que tuvo alguna vez y a sus habitantes les regrese la confianza en sus autoridades, hoy tan vapuleadas.
Los dos alfiles del gobierno federal viven situaciones distintas, aunque será su partido y el jefe del mismo, los que definan si van, se quedan o hasta si son removidos de sus cargos.