EL TSJDF y OCJ analizan la oralidad en materia familiar
Cd. de México viernes 10, Oct 2014- Aún hay inercias, reconocen
La oralidad familiar no necesariamente significa celeridad, pero sí entraña algo más importante, como el hecho de que el justiciable sea escuchado por el juez en las audiencias, que es uno de los reclamos de la sociedad, se advirtió en un encuentro entre el Poder Judicial del Distrito Federal y miembros de las organizaciones que integran el Observatorio Ciudadano de la Justicia (OCJ).
Durante la reunión, se hizo un balance de la oralidad en materia familiar que ya funciona en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) mediante seis salas, y se señaló que persiste la lucha contra las inercias, pese a que se estableció un procedimiento para que los abogados no escondan pruebas ni retrasen la celebración de audiencias.
En el encuentro encabezado por el magistrado Antonio Muñozcano Eternod y los consejeros de la Judicatura capitalina Sandra Luz Díaz Ortiz, Ana Yadira Alarcón Márquez y Héctor Samuel Casillas Macedo, se subrayó que el TSJDF tiene listos ya a 20 jueces más para la oralidad familiar, mismos que no pueden empezar a juzgar por falta de recursos presupuestales para la infraestructura que se requiere.
Se puntualizó que en diciembre próximo se sumarán cuatro salas más de oralidad familiar, con lo que la justicia capitalina contará ya con diez, y para junio del año entrante -plazo que marca la ley para que todos los juicios familiares se desahoguen por esa vía- se agregarán 20 más, con lo que se tendrán 30 en total.
Ante los integrantes del Observatorio Ciudadano de la Justicia -constituido en 2009 a instancias del Poder Judicial de la Federación para interactuar con las organizaciones de la sociedad civil demandantes de mayores niveles de seguridad, procuración e impartición de justicia-, se indicó que del 11 de agosto pasado a la fecha se ha dado entrada a unos 500 expedientes en la oralidad familiar, y que se han dictado ya alrededor de 40 sentencias.
En el encuentro, se habló de lo perjudicial que resulta la persistencia de prácticas como la de no presentarse a las audiencias, con lo que se retrasan los procesos, porque al final se manda el mensaje a la sociedad de una justicia ineficiente.
El magistrado Muñozcano Eternod se refirió al procedimiento novedoso que se estableció para la oralidad familiar en el Distrito Federal, un proceso enteramente formulado por el Poder Judicial capitalino, diseñado para obtener un juicio ágil, y que incluso prevé sanciones para los abogados litigantes que no se comprometen con el justiciable.
Se explicó que se dejó fuera, por ejemplo, la prueba confesional rígida, producto del positivismo jurídico, y tan utilizada en el proceso escrito; se introdujo la declaración de parte propia, que ha sido objeto de discusión, pero que se justifica porque los justiciables quieren ser escuchados de forma abierta por el juez, así como la audiencia de descubrimiento anticipado de la prueba.