¿Vino en Canadá?
¬ José Antonio López Sosa martes 7, Oct 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Kelowna, Canadá.- Cuando escuchamos por primera vez sobre el vino canadiense, la primer respuesta suele ser una pregunta: ¿vino en Canadá? Solemos escuchar acerca de los vinos europeos —franceses, españoles e italianos sobre todo—, vinos chilenos, argentinos e incluso australianos, pero poco se conoce en nuestro país de los vinos canadienses.
Sucede lo mismo cuando viajamos aquí mismo en Canadá, a los Estados Unidos o a Sudamérica y hablamos de los vinos mexicanos, ¿vino mexicano?, también suele ser una respuesta.
El vino llegó a América con los misioneros españoles, Casa Madero en México (Coahuila) fue la primer vinícola en el continente allá en el año 1597, ahí comenzó a escribirse la historia de los vinos del nuevo mundo, que hoy tiene casas desde estas regiones en Canadá y hasta el extremo meridional del continente en Argentina y Chile. La franja del vino y los microclimas continentales, así como la herencia de los migrantes europeos han convertido nuestro continente en un productor de vinos con la misma fuerza que Europa o Australia.
En el valle de Okanagan, en la Columbia Británica, al oeste de Canadá, migrantes europeos descubrieron en estas tierras el lugar ideal para cultivar la vid y elaborar vinos de excelente calidad, no obstante lo septentrional de la región.
Desde hace tiempo estas casas vinícolas se han ido perfeccionando en la elaboración de buenos vinos, al punto que este valle es el principal productor de vinos en Canadá y de donde salen las etiquetas que representan a este país a nivel mundial. Tintos, blancos, espumosos y el excepcional “ice wine” (vino de hielo) que tuvo su origen al norte de Europa en Alemania, se elaboran en su mayoría de forma artesanal con estándares de calidad muy altos.
Conocedores de vino en México cuando les he hablado del vino canadiense, suelen tener sus reservas en cuanto a la calidad que pueda tener. Como reportero que soy, me parece que lo más importante para quienes gustamos del vino por hobby y no por profesión es probar y conocer. Así, este valle representa una oportunidad para conocer del vino canadiense, desde el cultivo, la cosecha, la elaboración artesanal, y sobre todo, las historias de vida que hay detrás de cada vinícola. Han logrado transformar la elaboración de vinos en un producto turístico cuando cada casa tiene una oferta para conocer y ver de cerca los pasos de cada etiqueta.
En los siguientes días estaremos narrando en este espacio, lo que acontece en el festival del vino en el otoño en Kelowna, un buen espacio para conocer a fondo el buen vino canadiense, quitar mitos y escribir realidades de qué sucede y qué no en estas latitudes con relación al vino. Tema interesante teniendo en cuenta que nuestro país también busca competir en ese rubro a nivel mundial y que el mercado mexicano en búsqueda de buenos vinos y experiencias alrededor del vino es creciente.
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