Los Guerreros de la Maxia, de Piolo Juvera
Cultura martes 7, Oct 2014En la ruta de las letras
Patricia Correa
- El autor ha dedicado 17 de sus 35 años de vida al periodismo escrito
Asael Grande, de “En la ruta de las letras” platicó en exclusiva con el escritor Piolo Juvera, quien ha dedicado 17 de sus 35 años de vida al periodismo escrito, y que ahora presenta su primera novela: Los Guerreros de la Maxia, misma que trata sobre un adolescente que está cansado de vivir en un mundo tan desoladoramente normal, cuya vida da un giro brusco el día de su cumpleaños número 13.
Para bien y para mal. Paolo descubre que existe un poder supremo llamado Maxia: “yo diría que es como novela fantástica con bastante aderezo de la realidad, de entrada, se desarrolla aquí en la ciudad de México, en una versión todavía más fantástica, empecé a teclearla hacer siete años, fue un proceso bastante largo, hice cosas inimaginables para seguir escribiendo, la primera versión tomo varios años, y luego cinco años en espera de lograr publicarla”, dice el autor.
Sobre la trama de maxia, Piolo agrega que “trata sobre la adolescencia de un joven que se llama Paolo Munera, quien se enfrenta a la entrada a la secundaria, cambios en su ambiente, en él mismo, el enfrentamiento al bullying de la escuela, y de pronto descubre que tiene la habilidad de materializar sus palabras, de que le salgan de la boca, letra por letra, frases enteras que llevan la acción para la cual fueron llevadas esas palabras, y aprende a utilizar esa habilidad”.
En maxia, los dos amigos más cercanos de Paolo Munera, tienen habilidades extraordinarias: Rodrigo Mondragón, alias Rodragón, estudioso y temeroso, es un vegetariano estricto que comprende y habla el idioma de cualquier animal que utilice sonidos para comunicarse, lo cual ha sido como una maldición durante toda su vida, y Beatriz Vantolrá, mejor conocida como Beto, es una talentosa futbolista y experta en kung fu, aguerrida y tosca, que puede volver tangible lo intangible, como el humo o el vapor y alterar el estado físico de las cosas.
“Los personajes están muy basados en mi vida, de personas y de ciertas vivencias o sensaciones de juventud o de mi infancia, Rodragón está basado en mi mejor amigo de la primaria que se llama Rodrígo, y este personaje tiene mi lado vegetariano y de protección animal, este personaje tiene la habilidad de comunicarse con los animales; luego está Beto, cuyo nombre es Beatriz, una mujer valiente, la más entrona, no es la clásica mujer que espera a su príncipe azul, tiene la habilidad de volver tangible lo intangible”, nos comparte Piolo, quien puntualizó que “el tipo de lector en el que pensé al escribir la novela fue el adulto nostálgico, es ideal para el lector que está entrando a la secundaria, pero hay quienes se pueden sentir cercanos con mi novela, tuve una gran fascinación con las palabras”.
El autor de Maxia, quien es director de su propia compañía de improvisación teatral, ImproVisa, adelantó que “no sé si tenga las agallas para escribir la segunda parte, tiene cabos abiertos que dan para mucho”.