La guerra fallida
¬ Augusto Corro jueves 18, Sep 2014Punto por punto
Augusto Corro
En una entrevista Felipe Calderón intentó justificar sus errores en la guerra fallida contra la delincuencia organizada.
Los pretextos que argumentó reconfirmaron que no tenía ni la menor idea de lo que hacía. Sus servicios de inteligencia o lo engañaron o tampoco sabían que enfrentar al narco no era un juego de niños.
Y los resultados de esa lucha suman miles de muertos, desaparecidos, huérfanos y viudas. Uno de los errores que obstaculizaron la estrategia de Calderón consistió en ignorar o desestimar los vínculos de la delincuencia organizada con los gobiernos locales.
Desde el presidente municipal y sus cuerpos policiacos hasta los flamantes gobernadores estaban vinculados con las bandas criminales, debido a sus negocios o al miedo. Los efectos fueron los mismos.
El propio ex presidente dijo que “donde la estrategia no pudo completarse es donde los gobiernos locales, no sólo no cooperaron, sino que incluso obstruyeron, dado que estaban colaborando con los criminales, prueba de ello es Michoacán”. Vaya novedad.
Sin información completa y verídica, con autoridades coludidas con el hampa, policías sin preparación y carente de un plan de lucha, el fracaso de Calderón no podía evitarse. Así ocurrió.
Ahora el michoacano va por todas partes con su pasado ominoso a cuestas en busca de justificar sus desatinos en su sexenio de terror.
LAS CONSULTAS
Son varias las consultas populares que se practican por imitación o simplemente para perder el tiempo.
Por ejemplo, la izquierda busca anular las reformas energéticas. Perredistas y morenos se encuentran empeñados en lograrlo. Sólo que no alcanzarán la realización de sus proyectos, porque lo hacen divididos. Cada quien por su lado. Y esto los debilita.
Es posible que con su táctica política logren sumar a nuevos simpatizantes y nada más. Se tratará de una pugna entre la izquierda del PRD y de Morena fuera de tiempo.
Cuando se anunciaron las reformas energéticas, la llamada izquierda debió hacer hasta lo imposible para evitarlas. Ni los perredistas, ni los morenos mostraron empuje. Los primeros, por su cercanía con el gobierno federal. Los segundos porque estaba en trámite su registro como partido.
En el presente y con miras al año de elecciones intermedias, el PRD y Morena manejarán una propaganda engañosa de la que obtendrán resultados magros.
Por otra parte, Acción Nacional se amparó en la encuesta popular para un mejor salario. El planteamiento es extraño, porque va contra su propia clase. Son los empresarios panistas los que pagan sueldos de hambre a sus trabajadores.
¿O no son los hombres de empresa un ala importante del PAN? La encuesta popular sobre el salario es obvia. ¿Qué trabajador no quiere un mejor salario? Los caminos para el planteamiento panista equivocaron el camino.
Los priistas por su parte pretenden en su consulta popular reducir el número de diputados y senadores en el Congreso. Cien diputados y 33 senadores menos. Una excelente idea, pero difícil de concretar. De llevarse a cabo el proyecto, el PRI ganaría un sinnúmero de adeptos.
La última idea de consulta popular se manejó entre los grupos parlamentarios del PAN y del PRD en el Senado y consistiría en preguntar si se está de acuerdo en que se reduzca en 50% el salario de los altos servidores públicos de la federación.
Claro que todo mundo dirá que sí. Quizá se trata de la encuesta más obvia; pero como las consultas se encuentran de moda, saltarán con nuevos argumentos, sin importar el fin que persigan.
TEMPORADA DE LLUVIAS
El año pasado las lluvias dañaron las viviendas de los guerrerenses. Quedaron sin albergue cientos de familias. Las autoridades federales y estatales se comprometieron a ayudarlas en la reconstrucción de sus viviendas.
A principio de semana, los damnificados marcharon en Tixtla, y en otros municipos de Guerrero, en protesta porque a un año de las inundaciones no han cumplido con su promesa de apoyo. La ineptitud y desinterés del gobernador Angel Aguirre para atender las demandas populares se notó desde septiembre del 2013, cuando prefirió atender a sus cuates en una reunión privada, en lugar de prevenir a la población de la tormenta “Manuel” y el huracán “Ingrid”.
En aquella ocasión, se inundó un sinnúmero de colonias en Acapulco, debido a que las viviendas se levantaron en zonas de riesgo.
Las autoridades federales y estatales dijeron que se buscaría y castigaría a las empresas inmobiliarias y los funcionarios públicos involucrados en la construcción de casas en sitios peligrosos. no ocurrió. Se trató de una mentira más.
En el puerto, todo siguió igual. En otras poblaciones, los damnificados de “Manuel” e “Ingrid” le reclamaron a Angel Aguirre los apoyos para reconstruir casas, escuelas, clínicas, etc., pero un año después la ayuda no ha llegado.
A la hora de escribir estas líneas, la tormenta tropical “Polo” amenazaba las costas de Guerrero.