Barbosa, golpe al ego
¬ Juan Manuel Magaña jueves 11, Sep 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ah qué senador Barbosa. No se sabía que tuviera la piel tan delgada. Ni cuando los priístas y panistas le hicieron las argucias que quisieron, a él y a su bancada, para imponerles a chaleco la aprobación de la reforma energética y sus leyes secundarias.
Y ahora se muestra muy indignado nomás porque Andrés Manuel López Obrador se le adelantó con un discurso a la hora de la entrega al Senado de las más de 2 millones 700 mil firmas de ciudadanos que demandan una consulta nacional en torno a la privatización del petróleo.
En el plano informativo, la prensa reportó ayer de manera insuficiente o confusa lo sucedido en el Senado y en función de ello, mecánicamente, todos los comentaristas que cobran por golpear a López Obrador (y que acaparan o saturan los grandes medios) de ahí se agarraron para irse contra aquél que siempre “manda al diablo las instituciones”.
La versión más general fue que previo a la entrega formal de las 136 cajas con las mentadas firmas se produjo un incidente por el hecho de que López Obrador comenzó a hablar y a exigir al Poder Judicial que resuelva con independencia la solicitud de consulta.
Eso molestó al presidente del Senado, Miguel Barbosa, quien junto con los demás integrantes de la Mesa Directiva, decidió retirarse del salón y dejar que los documentos los recibiera el responsable de servicio parlamentario, Arturo Garita.
Pero esta versión carecía de detalles. La nota más descriptiva que leí relata que la entrega se realizó en las salas 5 y 6 del Senado, donde aguardaban los senadores de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa, Lilia Merodio y Arturo Zamora.
“Cuando llegó López Obrador, se le dirigió a la zona donde estaban las cajas apiladas para ser selladas y remitidas al INE.
A petición de la prensa, López Obrador y su equipo de colaboradores dirigieron sus discursos, mientras los senadores aguardaban en la sala de junto, lo que finalmente molestó a los legisladores que se retiraron y dejaron que fuera el secretario de Servicios Parlamentarios, Arturo Garita, quien recibiera la documentación”.
Luego, “en entrevista, el senador Barbosa reveló que ya estaba acordado un protocolo con ellos, que establecía la recepción por parte del presidente del Senado, pero ‘hoy decidieron hacer un evento distinto a aquel donde estuviera el presidente del Senado y la Mesa Directiva y sin duda violentan estas formas que acordamos y la Mesa no admite un trato, en su propia casa, así’”.
Dijo más: “lo que vinieron a hacer los señores solicitantes fue una grosería al Senado y a su mesa directiva”.
Se le preguntó a Barbosa si estaba molesto, y el relato consigna: “‘Sí, sí estoy molesto’, refirió Barbosa, al acusar que los solicitantes decidieron irse por la libre y ‘el respeto a las instituciones no es su fuerte. La cortesía entre los políticos debe ser un valor en este tiempo’”.
Esta vez López Obrador no dijo que desconfía de los senadores ni teatralizó pretendiendo esconder su cartera, como hizo en una ocasión anterior. Sólo habló sin importar si estaba o no el señor presidente del Senado, que ahora es su adversario tanto como lo puede ser un priísta o un panista, de tal modo que cuando le preguntaron sobre el incidente, él rechazó que haya desairado al perredista Barbosa y subrayó que lo importante es que entregaron las firmas para que se lleve a cabo esa consulta al pueblo de México sobre un asunto tan importante.
Es obvio que, en el fondo, el perredismo y el morenismo o lopezobradorismo ya contrastan sus acciones de cara al 2015 y más en un tema como el de la privatización petrolera con la que, objetivamente, Morena no transige, pero a la que el PRD le abrió camino.
En el pasado reciente, cualquiera de esos perredistas, sobre todo cuando fueron candidatos y necesitaron de AMLO, entendieron y apoyaron esos desplantes de un opositor duro.
Hoy esos perredistas (Los Chuchos, concretamente) ya son opositores de cuello blanco, cuyos valores e interese$ han cambiado con todo y su modito de andar.
Ya se les olvidó lo que es la rebeldía, lo que es disentir. Ahora son modositos porque ya son modernos, a los ojos de los intereses más deleznables que imperan en este país. Y es lógico que reaccionen ahora con lo que les dicta el ego.