¿Y qué con Ebrard?
Francisco Rodríguez jueves 11, Sep 2014Índice político
Francisco Rodríguez
En una colaboración periodística, Leopoldo Sánchez Duarte, ex delegado del que fuera DDF en Coyoacán, recuerda la frase de Antonio Genovesi: “Hasta la supervivencia de una banda de ladrones, necesita de la lealtad recíproca”.
Y lealtad recíproca es lo que, al parecer, está presente en la denuncia del ahora GDF contra una caterva de ladrones —verdaderas aves de rapiña— que tuvieron a su cargo la construcción de la Línea 12 del Metro, también llamada Dorada y aquí rebautizada como del “amor”, toda vez que muchas de sus fallas tuvieron como origen una relación sentimental del anterior jefe de gobierno.
Por eso, no es ocioso preguntar, como lo hace Sánchez Duarte, “¿Y qué con el señor Ebrard? ¿Acaso él no tiene responsabilidad alguna sobre lo ocurrido? Si bien las sanciones alcanzan a muy importantes ex funcionarios, este señor, quien era nada menos que el jefe de gobierno, su jefe, diga lo que diga en su defensa que con arrogancia autocalifica como “su versión” de los hechos ¿está exento de toda culpa? ¿Acaso no fue él quien autorizó el proyecto, las obras, el presupuesto y su inusitada, enorme ampliación por varios miles de millones para su construcción? ¿Por qué no se le investiga, se le juzga y en su caso inhabilita y sanciona conforme a Derecho al igual que a sus subalternos? ¿De qué privilegios goza este personaje?
“La impunidad y la corrupción en plenitud no importando la ideología y la filiación política de sus actores, pareciera que de eso se trata y que Mancera no olvida —¿cómo lo va a hacer?, ¡sería un ingrato!— que “el carnal Marcelo” fue su jefe. El compromiso político, por encima del interés público y no a la inversa que sería lo deseable. En estas condiciones, el jefe de gobierno debería reconsiderar su posición, aplicar la ley al parejo y poner en su lugar a todo mundo, Ebrard incluido. “Le sería muy útil para su proyecto, sus aspiraciones presidenciales, en especial cuando se ha reposicionado ante la opinión pública con motivo de su atinada solicitud para el incremento del salario mínimo en una consulta popular, a la que se ha sumado el PAN, que se antoja innecesaria, sí, pero políticamente favorable, pues evidentemente, nadie en sus cabales se opondrá a un aumento de sueldo. ¿No le parece?”. ¿Por qué Mancera le sigue guardando lealtad a Ebrard si éste no se la tiene a él?, pregunto yo.
Y EN EL FRENTE PARTIDISTA
¡La palomilla al rescate! El eterno aspirante a ser vestido de rayas, el cínico Mar-Chelito, amenazó el domingo de la elección interna de los amarillos, tomar con la fuerza de su simpatía y la de sus militantes la dirección nacional del partido.
Boletinó, de su propia loquera, que, como dirigente de una de las dos fuerzas predominantes de ese ente, junto con René Bejarano, había condicionado a AMLO “para formar un frente común que se opusiera a los candidatos ‘perdedores’ de ‘Los Chuchos’”… ¡y no dejarlos pasar!
Obviamente, AMLO, que lo conoce desde que era su canchanchán lo tomó a risa.
Horas después, se daba a conocer que el Chelito y sus huestes no habían sacado ni el 2% de la votación ganada por “Los Chuchos”, con una diferencia de ¡más de millón y medio de votos… y con los “cochineros” que les son de rigueur! Ahora, ardido cómo el que más, sale a vociferar que va a “limpiar la elección que ganaron “Los Chuchos”, en un claro intento de desviar la atención sobre su responsabilidad penal en el caso de la “Línea del Amor”. ¿No sería mejor que alguien le aconsejara a este pitufo fuera a limpiarse la suciedad, después del “cochinero” y el mal olor que dejó su pésima “administración”?
SAT: ANZUELO PARA “PENITENTES”
Lo confieso: soy de lento aprendizaje. Tal vez por eso sigo sin entender —que alguien me explique, ¡por favor!— por qué los funcionarios del SAT no ponen los pies en el suelo ante una evidencia que es más grave que cualquiera de sus delirios y fantochadas, francamente infumables.
Echaron a andar —siempre, según ellos— el programa-anzuelo que regresará a los informales a la economía ficción —le llaman Ser Formal Conviene— para atorarlos en el pago de los interminables impuestos que están socavando la economía.
La idea es que se traguen dos o tres aspirinas y se sometan al Régimen de Incorporación Fiscal, después de que ellos mismos le ordenaran a la Suprema Corte dar palo a todo vestigio de régimen de pequeños contribuyentes, que tanto benefició a los informales, hasta convertirlos en el colchón de seguridad del sistema.
Es generalmente aceptado por todas las oficinas serias de estadística del mundo que en México el 60% de la Población Económicamente Activa se encuentra trabajando en el sector informal de la economía y que una de las fuentes, si no la más importante para la circulación de moneda, ¡es la que genera el narco!
Somos un país de tianguistas sobre un subsuelo de petróleo, minas, materias primas y recursos naturales, sin paralelo… que explotan los extranjeros, no nosotros. ¿Creen que esto se corrige con un decreto de incorporación fiscal?
¿Por qué no entienden la regla de oro de la economía, la política, el derecho, la justicia, la administración… que reza que “no se puede tratar igual a los desiguales”? ¿De qué mundo raro vienen estos funcionarios?