Irreconocibles los perredistas
¬ Augusto Corro martes 9, Sep 2014Punto por punto
Augusto Corro
El Instituto Nacional Electoral (antes IFE) y la jerarquía perredista dieron como exitoso el primer paso rumbo a las elecciones para renovar su dirigencia.
Todos los militantes del sol azteca bailaron de felicidad porque la jornada electoral, salvo unos cuantos incidentes negativos, se desarrolló en calma y sin sobresaltos mayores.
Con ese resultado que reflejó una madurez cívica, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, “Los Chuchos” consiguieron uno de los principales propósitos: reflejar la imagen de un PRD organizado.
“Los Chuchos” de Nueva Izquierda (NI) consiguieron, pues, el aval para lo que viene en octubre: la elección del presidente nacional del PRD.
Sin embargo, la verdadera guerra se desatará cuando llegue la hora de la verdad y los amarillos comprueben que “Los Chuchos” continuarán con el manejo de su partido por tiempo indefinido.
Fue importante que los perredistas ofrecieran, antier domingo, una imagen de unidad, aunque fuera por un día.
El divisionismo, uno de los principales lastres de la izquierda mexicana, fue borrado transitoriamente; pero podría reaparecer en tiempos cercanos.
En el presente se vislumbra a Carlos Navarrete como el candidato “chuchista” con la presidencia del PRD en la bolsa.
Así lo consideró el propio Zambrano quien confirmó que las tendencias de la elección interna parecen irreversibles y favorecen a NI y sus aliados, que llevarían a la dirigencia a Navarrete.
La indecisión del líder moral; Cuauhtémoc Cárdenas, lo dejó sin la candidatura y con una representación débil a un sinnúmero de tribus, entre otras, la encabezada por René Bejarano, “El Señor de las Ligas”.
¿A qué obedeció el buen comportamiento de los perredistas?
A varias causas. Una de ellas, que el electorado ya se encuentra hasta el copete de las pugnas de la izquierda. La otra el desmoronamiento del PRD ante la presencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que dirige Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Una más, el control del partido, en manos de “Los Chuchos”.
A los amarillos les quedó solamente una sopa: o dejan de pelear y se unifican o los jefes de las tribus pierden su poder y sus “privilegios”.
Cambiar de bandera no les brindaría seguridad ni mejores condiciones para seguir en los negocios, que es como contemplan su quehacer político. Continuar con el poder es lo mejor, aunque esto ocurra bajo la sombra del caciquismo “chuchista”.
LOS DERECHOS HUMANOS
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) nunca ha reflejado confianza en los mexicanos.
Basta con saber que siempre que alguien se refiere a esa institución es para criticarla por su nula efectividad para defender a inocentes.
Al contrario, siempre se tuvo la idea de que la CNDH defendía más a los delincuentes que a las propias víctimas de abusos de los representantes del poder.
Con sus raras excepciones, la CNDH estuvo dirigida por funcionarios poco a nada comprometidos con los débiles.
En el caso del titular actual, Raúl Plascencia, la CNDH tocó fondo por su inefectividad y servilismo. A nivel nacional e internacional, demostró que no funciona para los fines que fue creada.
Dos ejemplos, como botones de muestra. En México ya dio su aval al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, en el asunto de la “Ley Bala”, que una vez aplicada costó la vida al menor José Luis Alberto Tlehuatlie, en la acción represiva contra habitantes de Chalchihuapan.
El comisionado Plascencia no se tardó en apoyar al mandatario poblano, pero el informe de lo que realmente ocurrió durante la acción represiva sigue un desarrollo lento y tenebroso.
Por una sencilla razón: Plascencia es muy cuate de Moreno Valle.
Por otra parte, Amnistía Internacional (AI) puso en duda la información de la CNDH tras señalar que esta no actúa a favor de las víctimas, “y en casos de tortura “es parte del problema y no de la solución”. Esto último porque la practicas de atormentar a los detenidos sigue vigente.
La CNDH cuenta con suficientes recursos económicos para desempeñar su trabajo, pero convertida en dependencia oficial, olvidó su función real: salvaguardar los valores más altos de la sociedad y proteger al ciudadano de cualquier abuso de autoridad.
LA VORACIDAD DE LOS PANISTAS
Parece que los panistas se encuentran en una competencia con acciones para denigrar a su partido. Hace varios días se informó que Guillermo Padrés, disfruta años de bonanza personal a raíz de que llegó a la gubernatura de Sonora.
Para empezar, construyó una presa con capacidad para almacenar 4 millones de metros cúbicos de agua que capta del río Manzanal.
El liquido vital le sirve para mantener su racho “El Pozo Nuevo” con 330 hectáreas de nogal.
Guillermo Padrés no tuvo que padecer la escasez de agua, como sus miles de paisanos, cuyos terrenos y pozos fueron afectados por el derrame de desechos tóxicos de la minera Buenavista del Cobre, del Grupo Mexico, que contaminó los ríos Bacanuchi y Sonora.
El mandatario cuenta con su gigantesco depósito de agua propio, aunque no cuente con el título de concesión de la Comisión Nacional de Agua, “ni con manifestación de impacto ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.