El espectáculo panista
¬ Juan Manuel Magaña viernes 5, Sep 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Bueno, pero los panistas están entusiasmadamente esmerados en exhibir su podredumbre, que no es poca.
Ayer, el coordinador de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado, trató de minimizar el nuevo escándalo que él mismo protagoniza con su compañero y ex vicecoordinador, José María Martínez Orozco; éste acusó a aquél de haberle ofrecido medio millón de pesos en diciembre pasado a cambio de que respaldara las iniciativas del gobierno.
Además, otro senador, Martín Orozco, aseguró ante sus compañeros que Preciado lo invitó a una fiesta con sexoservidoras, y dijo que no es posible que el grupo parlamentario tenga un coordinador que se dedica a promover estas fiestas y a construirse un castillo como residencia.
De las acusaciones de soborno o de invitar a una fiesta con sexoservidoras, Preciado respondió que han sido meros “trascendidos y chismes”. En todo caso, dijo, “quien acusa está obligado a probarlo”, retó a Martínez.
La versión periodística es que entre ambos legisladores las diferencias llegaron al grado de que Preciado terminó por destituir a Martínez del cargo de vicecoordinador, tras lo cual se hicieron de palabras fuertes.
Luego de su destitución, Martínez le reprochó a Preciado que hiciera el anuncio en su ausencia y que no respaldara sus propuestas como legislador.
Y por ello explicó a sus compañeros que esa actitud de Preciado se debía a que estaban distanciados desde diciembre, a raíz de que Jorge Luis le ofreció medio millón de pesos a cambio de aceptar las propuestas del PRI, lo cual rechazó y lo motivó a dejar el grupo de negociación de la reforma constitucional en materia político-electoral.
Preciado le dijo a José María Martínez que mentía, que él no le ofreció medio millón de pesos, sino que le pagó un millón de pesos por unos cuadros que le compró, ante lo cual José María Martínez contestó que no era cierto; que le había ofrecido medio millón para ceder ante las posiciones del PRI y del gobierno federal.
Otros senadores le reprocharon a Preciado su actitud, la que calificaron de reprobable, además de que le criticaron por su estilo de hacer política, con poco tacto; siempre más atento a satisfacer sus aficiones personales que a atender el trabajo del grupo; siempre presto a acudir a sus fiestas.
Y en ese momento Martínez Orozco, el otro legislador, expresó que justamente hacía unas semanas que Preciado invitó a varios senadores a una supuesta reunión con políticos, pero en realidad era una fiesta con sexoservidoras.
Informados así en privado, los senadores del PAN establecieron entre ellos un acuerdo de que el tema no saliera a la luz, pero algunos han hablado de ello escudados en el anonimato.
Algunos irán este fin de semana a pedir a su dirigente Gustavo Madero que destituya a Jorge Luis Preciado.
En fin, el affaire está cargado de elementos fuertes como sumas de dinero, corrupción política y moral, apetitos personales.
Está ya muy lejos de ser éste el primer escándalo panista y de seguro no será el último. La corrupción moral en el PAN es generalizada, luego de dos sexenios de haber probado la ubre gubernamental. Tuvieron dos grandes maestros: Vicente Fox (con su inseparable Martita) y Felipe Calderón.