Serotonina para prevenir el deterioro de la memoria
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 3, Sep 2014Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- La esclerosis múltiple afecta entre 12 mil y 15 mil mexicanos
- La enfermedad de Parkinson comienza en un lado del cuerpo
Alfredo Meneses, investigador del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav, sede sur, con más de 20 años de estudio sobre el tema, explica que se han identificado varios neurotransmisores para prevenir o revertir el deterioro de la memoria. Uno de ellos es la serotonina, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas. Se genera a partir del triptófano e interviene en diversos campos, desde regular el deseo sexual, la modulación de la ansiedad y agresividad, hasta la coordinación en la producción de hormonas, además de relacionarse con aspectos emocionales. La serotonina es uno de los neurotransmisores con más aplicaciones terapéuticas en clínica. Tiene aplicaciones para tratar la migraña, la depresión, problemas cardiovasculares, con un aspecto muy amplio de patentes y es una candidato a detener o restablecer problemas de la memoria al trabajar como neurotransmisor y neuromodulador. Existen varias posibilidades de tratamiento, la más promisoria es inhibir la recaptura de la serotonina inmediatamente después de que se está formando la memoria y no antes, además de estudiar marcadores neurobiológicos cuando las personas forman la memoria. Este tratamiento podría ser efectivo en los casos de amnesia inducida farmacológicamente, para el envejecimiento y para las adicciones. Las alteraciones de la memoria pueden ocurrir no sólo por Alzheimer sino por diabetes o hipertensión, también quienes sufren de esquizofrenia y síndrome post-traumático. Entre las causas más comunes que provocan la pérdida de memoria están el consumo y abuso de algunas drogas, el estrés, infecciones del cerebro, golpes en la cabeza, el envejecimiento y la depresión profunda.
*****
La esclerosis múltiple (EM) afecta entre 12 mil y 15 mil mexicanos, en su mayoría mujeres, mientras que en el mundo la padecen alrededor de 2.5 millones de personas. Si no es tratada a tiempo, las consecuencias son: discapacidad cognitiva, pérdida de volumen cerebral hasta tres veces más rápida que en personas sanas, por las secuelas provocadas por cada brote, de acuerdo con el doctor Marco Antonio Alegría, presidente de la Academia Mexicana de Neurología. Mientras que la doctora Minerva López Ruiz, neuróloga, neuro-fisióloga asegura que el diagnóstico de EM no equivale a una sentencia de discapacidad, por lo que se recomienda acercarse con los grupos de apoyo para luchar contra esta enfermedad, que puede ser controlable con el trabajo interdisciplinario. La EM se registra en adultos jóvenes entre los 20 y los 40 años en 70% de los casos, quienes manifiestan síntomas como fatiga, entumecimiento en las extremidades, problemas sexuales, espasticidad, dolor crónico, depresión, incontinencia urinaria, dificultad para caminar, que en cada recaída tienen una duración mayor a 24 horas y dan lugar a la acumulación progresiva de la discapacidad. Hoy en día la expectativa de vida media de las personas con EM es solamente un 13% más corta que la población general.
******
El parkinsonismo no es una enfermedad en sí misma, sino que es el nombre con el que se describe a un grupo de síntomas que incluye: temblor cuando la extremidad está en reposo, movimientos lentos, rigidez muscular, alteración del equilibrio y la postura. Cuando alguien presenta por lo menos dos de estos cuatro síntomas, se dice que padece parkinsonismo, explica el doctor James Bower, del departamento de Neurología de Mayo Clinic de Rochester, Minnesota. El padecimiento puede derivar de ciertos medicamentos, también un tipo progresivo de demencia, conocido como demencia de los cuerpos de Lewy, que abarca el deterioro de las capacidades físicas y mentales. Las personas que padecen el trastorno suelen tener presión arterial baja e incontinencia, por lo general empieza en un lado del cuerpo, luego pasa al otro. El problema de identificar la enfermedad, es que no existe ninguna prueba que pueda aplicarse para diagnosticarla, a pesar de utilizar exámenes, como la resonancia magnética. El diagnóstico se basa mucho en los síntomas, en el examen físico y neurológico.