Al borde del ecocidio
¬ Augusto Corro jueves 28, Ago 2014Punto por punto
Augusto Corro
Calificaron ya como el peor desastre ambiental en la industria minera el derrame de tóxicos que contaminó los ríos Bacanuchi y Sonora. Así lo informa DIARIOIMAGEN en su edición de ayer.
Las autoridades ambientales dijeron lo anterior y se prestan a aplicar multas de miles de millones de pesos a la minera contaminadora. El castigo tendrá que representar un ejemplo claro para todas aquellas empresas empeñadas en acercarnos al ecocidio.
Los daños por el derrame de sustancias tóxicas a los ríos dejaron sin agua potable a los habitantes de por lo menos siete municipios sonorenses.
Aunque es digna de elogio la actitud de las autoridades, las multas no serán suficientes para castigar a la empresa Buenavista del Cobre de Grupo México, que provocó el derrame de 40 millones de litros de desechos tóxicos.
Como consecuencia, se restringió el uso del agua en el río y en 322 pozos y norias. Total, una emergencia hidroecológica. Los especialistas encontraron contaminantes como cobre, arsénico, aluminio, cadmio, cromo, fierro, manganeso y plomo con niveles fuera de las normas ecológicas, etc.
Inexplicablemente, las autoridades federales no cerraron la empresa. Se concretaron a clausurar un patio de la minera, ante la protesta de los sonorenses que tomaron alcaldías y cerraron caminos rurales para en demanda de fuentes de abastecimiento del líquido vital.
Al dueño de la empresa minera Grupo México, Germán Larrea, le tiene sin cuidado lo que digan las autoridades. Sabe muy bien que, como segundo hombre más rico de México, el brazo de la justicia no lo alcanzará.
LA VELOCIDAD CONTRA MIGRANTES
Una de las medidas para frenar el uso de “La Bestia” será la de aplicar mayor velocidad al tren.
Como se sabe, los migrantes de Honduras, El Salvador, Honduras y del mismo México, viajan en el ferrocarril de carga que recorre varios puntos geográficos de nuestro país.
Por décadas, “La Bestia” fue el transporte gratis de miles de indocumentados que pasan por México rumbo a los Estados Unidos (EU).
En ese tren, ocurrieron miles de historias relacionadas con extorsiones, secuestros y asesinatos de migrantes. La propia máquina se encargó de mutilar a los viajeros que perdieron algunas de sus extremidades al ser alcanzados por las ruedas.
La ruta de “La Bestia” fue controlada por la delincuencia organizada para cometer toda clase de atrocidades contra aquellos que osaban trasladarse a bordo del carguero.
Para acabar con ese traslado de los migrantes en el ferrocarril, el gobierno federal invertirá 6 mil 58 millones de pesos para mejorar la infraestructura de ese transporte de carga, para hacer que circule a mayor velocidad, con el propósito de impedir a los indocumentados abordarlo.
Esa medida, seguramente llevará a los viajeros a abrir nuevas rutas para llegar a Estados Unidos, pero el problema migratorio seguirá igual.
Los indocumentados centroamericanos dejan sus países de origen porque no tienen empleo y la inseguridad cada vez se incrementa más. En síntesis, huyen de la violencia y la pobreza. Una mayor velocidad a “La Bestia” disminuirá su uso, pero de ninguna manera el flujo migratorio.
EL GOBERNADOR CONFLICTIVO
Una vez más, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, vuelve a enfrentar a la población.
Ahora, el funcionario se enfrenta a los cholulenses que no quieren un parque de diversiones, que les afectaría considerablemente su tranquilidad.
Moreno Valle, en franca burla a las autoridades de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH, decidió levantar un parque temático.
Para tal fin, el mandatario busca convertir la zona arqueológica de Cholula en una Disneylandia. (Apro, 27 de agosto de 2014).
El funcionario poblano tiene debilidad por las ferias que incluyen sillas voladoras, ruedas de la fortuna, etc.
En la Angelópolis se instaló la rueda de la fortuna más grande de México, con una inversión millonaria, que bien pudo ser canalizada al campo poblano, donde existe tanta pobreza.
Claro, la prepotencia del gobernador lo llevó a autorizar el proyecto sin contar con los permisos correspondientes del INAH, pues se trata de una extensión de tierra aledaña a la pirámide de Cholula.
Los habitantes de San Andrés y San Pedro Cholula se oponen, rotundamente, a la realización del proyecto y a la expropiación de terrenos.
Por cierto, el asunto de la muerte del niño José Luis Alberto Tlehuatlie Tamayo va con destino al archivo.
El menor murió, según se informó, a causa de las lesiones que le provocó una bala de goma durante el desalojo de pobladores en la autopista Puebla-Atlixco.