Quintana Roo y el abstencionismo
¬ José Antonio López Sosa lunes 5, Jul 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
CHETUMAL, QRoo.- En punto de las 7 y media de la mañana el consejo del Instituto Electoral del estado se declaró en sesión permanente y con ello, se dio inicio a la jornada electoral para renovar al gobernador, al Congreso local y a los 9 presidentes municipales del estado.
Los diarios locales un día antes de la elección aplaudían en sus primeras planas las garantías de seguridad que el gobernador Félix González Canto daba al electorado, en el fondo se leyó entre líneas una doble intención en el mensaje para favorecer evidentemente al candidato de su partido.
Recorrimos Chetumal y Bacalar, las casillas hasta el filo del mediodía lucían semivacías, la gente en las calles con poco interés por votar ante -muchos dijeron- un control absoluto del PRI sobre el sistema de gobierno en Quintana Roo.
A pesar del clima de inseguridad en el país, en Quintana Roo los incidentes no fueron más allá de la ausencia de un funcionario de casilla o bien, la apertura tardía en algún lejano rincón de la entidad.
El abstencionismo se convierte ahora en el principal enemigo de un estado que padece desgaste y delincuencia en la clase política, no podemos obviar traer a la memoria al ex gobernador priísta Mario Villanueva Madrid, recientemente extraditado a los Estados Unidos por narcotráfico, o bien, al ex candidato perredista Gregorio Sánchez Martínez, detenido por presunto tráfico de indocumentados.
Los contendientes a la gubernatura fueron tres, Alicia Ricalde por el PAN, Roberto Borge por la alianza PRI-PV-PANAL y Gerardo Mora Vallejo por la alianza PRD-PT-Convergencia, sin embargo -insisto- el abstencionismo es quien una vez más parece quedar electo en Quintana Roo.
Esperemos ahora los resultados oficiales, urge saber cuántos de los 862 mil empadronados acudieron a las urnas, conocer qué tan importante fue el trabajo de los cerca de 10 mil ciudadanos y de los poco más de 300 observadores electorales.
Finalmente, ¿qué hacer frente al fenómeno del abstencionismo?, ¿será una forma de demostrarle a la clase política de Quintana Roo un hartazgo ciudadano?, ¿el control de un partido en el estado provocó que la gente deje de creer en la democracia electoral?, ¿qué pasa cuando la ciudadanía que no comparte las intenciones del partido en el poder (el PRI) prefiere no salir a las urnas?,me parece que estamos frente a un fenómeno digno de análisis.
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Pragmatismo / El Chicuaz
