José Agustín, el quinto Beatle
* Especiales, Espectáculos lunes 18, Ago 2014- Me encuentro en casa, en el desayuno y releyendo La Tumba cuando recibo una llamada
Por Asael Grande
– Asael!, ¿Ya sabes?, – Hoy, 19 de agosto, cumplo 70 años, y voy a armar un reventón en mi Casa del Sol Naciente, ¿vienes a Cuautla? – me invita José Agustín. Por mi mente pasaron en segundos todas esas grandiosas páginas llenas de rock, todos esos maravillosos y legendarios libros: La Tumba, Se está haciendo tarde, Los grandes discos de rock, Contra la corriente, La casa del sol naciente, La contracultura en México. El ir a visitar al Pepcoke Gin por sus siete décadas de vida, y por los 50 años de haber publicado su primera novela, no era cosa de todos los días, así que de momento le contesté: ¡zaz!, me lanzo!
Al llegar a su casa y después de un gran recibimiento, José Agustín me enseñó su colección de discachos! No puede ser!, ¿tantos? Comenzamos a charlar sobre sus inicios literarios en el taller de Juan José Arreola, donde se gestó el cuento Tedio, que finalizó en La Tumba. “Miré un techo azul, detrás de la gran piedra está el mundo que habito, ora ora ora pus ora, quién soy dónde estoy qué me dieron…”
Nada impide que inventando que sueño…..me lleve al mismísimo backstage de perfil, con la mirada en el centro, mientras el rey agustín se acerca a su templo y la luz externa nos lleva por las ciudades desiertas. No hay censura, ni se está haciendo tarde, así es la abolición de la propiedad, es como estar contra la corriente, mientras ahí viene la plaga de la nueva música clásica. El furor matutino me indica: No pases esa puerta, ahí José Agustín prepara La Locura de Dios, el mejor concierto de su vida!
El rockero Agustín se dirige ahora al escenario a dar un gran concierto, comienza tocando el “rock de la cárcel”, ¡luces, explosiones y rayos láser! wuau!, el mejor concierto de mi vida! simón!, pero mejor que se oiga la rola “Amor del bueno”, para que mis ojos despidan lágrimas como miel derramada. Al finalizar el concierto, corro a gran velocidad hasta llegar lo más cerca posible hasta adelante. El apreciar el gran escenario y el enorme auditorio completamente lleno no me hizo dudar en grabar aquel momento, ni tampoco toparme con el gran rockero de todos los tiempos, José Agustín, me aseguro de que nadie del staff acabe con ese gran momento. Sin pensarlo corro despavorido detrás del escenario, la grabadora sigue registrando lo sucedido y mi mente se posesiona de aquél inolvidable momento, el rockstar literario en México está a punto de dirigirse a su hotel de los corazones solitarios, sin más, apachurro el botón rec. de la grabadora reporteril para iniciar lo que sería el momento que me llevaré hasta la tumba, la entrevista de dos horas de sol con el mismísimo José Agustín, Mi Quinto Beatle Literario!