De escorts y diputados
¬ José Antonio López Sosa viernes 15, Ago 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Cancún, Quintana Roo.- Ahora que Reporte Índigo difundió el controvertido video donde diputados del PAN se divertían en una fiesta, luego de su trabajo parlamentario, surgen voces defensoras y críticas ante el hecho. Que si fue una fiesta privada, que si usaron dinero público, que si la intimidad de un honorable diputado es cosa que no nos debiera importar, que si son hombres públicos, en fin.
Me parece que debemos diseccionar el hecho en dos partes:
En primer lugar hablando de los dineros. Ante una concentración importante de diputados, encabezados por quien fuese su coordinador parlamentario resulta de vital importancia esclarecer el financiamiento de la fiesta, no obstante haya sido pagada por particulares el ver a tantos legisladores y a un grupo de mujeres contratadas con fines de entretenimiento y/o sexuales, para aclarar la duda que existe con relación al uso de recursos públicos.
En segundo, el comportamiento de un legislador. Estos diputados se suben a tribuna para legislar contra la trata de personas, especialmente los panistas critican todo aquello que atenta contra lo que ellos denominan buenas costumbres, familia, honorabilidad, etcétera. ¿Cómo puede entonces un legislador (que lo es de tiempo completo, no ocho horas al día) acudir u organizar una fiesta con mujeres contratadas con fines de entretenimiento y/o sexuales?, las mujeres claramente se demostró que trabajan en un “table-dance” ofreciendo bailes exóticos y servicios sexuales. Ahí es donde radica la crítica por esa doble moral y donde lo privado se vuelve público.
Si el señor Villarreal es aficionado a contratar mujeres para bailar con ellas, tocarlas y divertirse, es su problema, pero que tenga esos comportamientos por las noches cuando en los días es diputado y condena esas actividades, ahí es donde la incongruencia nos lleva al cuestionamiento.
Podrán argumentar espionaje, intromisión del CISEN, boicot, sin embargo, nadie les obligó a bailar con esas mujeres, a contratarlas o en su caso, a hacer uso de sus servicios sexuales.
Un legislador es un hombre público de 24 por 7, todos los días, todas las horas, no por el hecho de haber cumplido con su trabajo diario, pueden tener conductas que van contra sus supuestas convicciones.
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