El “presidente” de la ética
¬ Juan Manuel Magaña viernes 15, Ago 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
¿Qué no dirán los devaluados panistas de su “ex presidente” Felipe Calderón ahora que salió del retrete de la historia para animarse a venir al DF a hablar de política? Salvo los incondicionales de siempre, ¿habrá aquél que estando en sus cinco sentidos le haga caso?
Para variar, Felipe vino a revolcarse con aquellos que pertenecen a la facción contraria, la que le arrebató el control del partido. Tratándose de su otra guerra en el lodo, se valió de la orgía en progreso en la que se les ve a varios diputados panistas, para decir: “Da tristeza y pena. Lo que veo es un proceso de degradación, descomposición moral, y de corrupción que no sé qué límite pueda tener. Pena y vergüenza, no hay nada más qué decir”.
El destinatario de la crítica es, por supuesto, Gustavo Madero, el mismo que le echara del partido todavía siendo “presidente”. Pero, ¿qué no dirán de Calderón -qué tan moral y ético se siente- los contrarios de su política sexenal de asesinatos y de haber dejado a México en la ruina?
Por lo pronto no hay mejor retrato hablado de Calderón que el que le hizo uno de sus odiados correligionarios, Javier Corral, el mismo que le reclamó entre un sinfín de cosas -porque las “presidenciales” idioteces no fueron pocas- haber fortalecido al duopolio televisivo. El entonces senador le envió una carta a Calderón fechada el 1 de septiembre de 2012 motivada por el hecho de que días antes, el 28 de agosto, el inquilino de Los Pinos lo había llamado cobarde en una reunión con senadores del PAN -“Me llamaste cobarde por no haber ido a la reunión-”.
Corral denunció el carácter “colérico” de Calderón y lo llamó “cobarde”, por traicionar los principios de su partido y no admitir crítica alguna. Por “tirar la piedra y esconder la mano”… por “no tener valor para decir lo que se piensa”… por “no ser congruente con lo que siempre se ha pensado y luchado”. Eso es cobardía.
Lo puso en su lugar: lo llamó fracasado por haber entregado el poder de nuevo al PRI. “Un retorno del PRI es una amenaza que todos percibimos. Lo sabes bien, ese momento condensará como ninguna crítica o análisis, tu fracaso”.
Le dijo: “Los resultados de tus políticas están a la vista. El duopolio televisivo es más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el Presidente electo. El partido ha estado perdiendo elecciones. Tu debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante tal intento de despojo a la nación?
Corral le reclamó su forma de tratar a los panistas y sus propios colaboradores: con quienes “perdiste todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus opiniones. ¿Y qué has logrado?: renuncias de secretarios de Estado, expulsiones del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN sino en despecho de ti. Las peores críticas a tu carácter, por cierto, la he oído en voz baja, en murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no requiere mayor trabajo sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los causantes de las divisiones”.
Y remata: “Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres tú, tu carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento”, le recordó.
Sobre aquella ocasión en que Calderón le llamó “cobarde”, Corral le dice al todavía “presidente”: “con absoluta franqueza te he dicho lo que pienso, en tu cara, no como otros. Nunca te he tenido miedo. La razón por la que no asistí a la reunión fue para evitar tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las maravillas de tu gobierno y lo bien que hiciste todo, donde culpas a la campaña y al partido de la derrota pasada”.
Remata Corral: “Fuera totalmente de la realidad estás diciendo cosas muy delicadas y sigues insultando a tus críticos, deberías cuidar tu investidura… Al llamarme cobarde ante los senadores y estando yo ausente, te has pasado de la raya. Pero podemos aprotu desahogo discutiendo nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras”.
Eso nunca va a pasar, le digo yo a Corral, pues a Felipe, el valiente, le gusta rodearse de sus incondicionales de siempre y de sus cuates periodistas capaces de escribir del mundo imaginario que hasta la fecha comparten e incapaces de molestarlo con el pétalo de una buena pregunta.