Salario mínimo a funcionarios
Francisco Rodríguez jueves 14, Ago 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Bajo el título “Salario justo, patriota y republicano”, don Óscar Aguiar Ozuna me envía un correo en el que dice ser “ingeniero civil y contratista. Tengo 30 años pagando a trabajadores y nunca les he pagado el salario mínimo, pero tengo conocimiento de que existen industrias, así como empresas de agricultura que sí lo pagan. Cuando se habla de salario mínimo, mi lógica me dice que es el monto mínimo que le permiten a los patrones para que le paguen a sus trabajadores y que a éstos les alcance para mantener a sus familias satisfaciendo los mínimos necesarios. La palabra mínimo debe alcanzar para el bienestar familiar con dignidad.
Propone enseguida don Óscar “1) que el salario sea realmente mínimo. 2) que los mexicanos, incluyendo políticos, funcionarios, empleados de gobierno y todas las personas que reciban sueldo del erario, sientan y conozcan del alcance que tiene el poder de adquisición del salario mínimo. Y 3) que el salario mínimo sea garantía de bienestar familiar y que deje de ser el mayor atractivo para maquiladoras y trasnacionales”.
Basa su estrategia en “convertir y acotar los sueldos de funcionarios (secretarios, senadores, diputados, etc.) en equis número de salarios mínimos y elevarlos a rango constitucional. Repitiendo lo anterior en los estados de la República, de tal forma que si quieren ganar más tendrían que modificar el salario mínimo.
“Siento que muchos mexicanos no tenemos claro cuánto es el salario mínimo, ni sabemos cómo le hace una familia para vivir con eso. La propuesta nos obliga a aprender y conocer del alcance del poder adquisitivo del salario mínimo.
“Pregunto: ¿Quién determina la cantidad de pesos que debe ganar una persona por gobernar, ser senador o diputado? Lo determinan personas que no tienen idea de lo que se adquiere con un salario mínimo. ¿Por qué un funcionario gana de 50 a 100 veces lo que gana un obrero? ¿Por qué la calidad de vida de un obrero es 50 o 100 veces menor que la del funcionario? ¿Por qué la capacidad de compra de un funcionario debe ser 50 o 100 veces más que la del obrero?
“Supongamos que el pueblo (los dueños de la República) se reúnen en una gran asamblea y determinan como remunerar a las personas que asignó para ocuparse de la dirección y administración de la República. Después de una larga discusión concluyen que: “Al C. Presidente de la República se le asigna un sueldo equivalente a 50 veces lo que gana un obrero (50 salarios mínimos).
“El C. secretario de Gobernación, 40 salarios mínimos.
“El C. senador de la República, 35 salarios mínimos.
“El C. diputado de la República, 30 salarios mínimos”. Y así sucesivamente.
“No tiene nada de descabellado que el pueblo determine el sueldo de un funcionario de acuerdo a la responsabilidad de su trabajo. Pagándole por número de veces de lo que gana uno de los suyos (obrero).
“Imaginemos que a Maximiliano le dicen, te vas a gobernar a México. Los mexicanos te pagan 50 veces lo que ganan ellos. Se me hace que no vendría. “Con esta propuesta, los mexicanos avanzaríamos con justicia, equidad y prosperidad para las familias.”
Una opinión ciudadana, ahora que los políticos han convertido al monto del salario mínimo en botín electoral. Bien, ¿no cree usted?
CHERTORIVSKY, “¿AGARRA LA JARRA?”
¿Quién es Salomón Chertorivsky Woldenberg —que ha hecho su carrera a base de las relaciones públicas que su papá logró desde la Bacardí— para desmentir la realidad? ¿Cuál pedazo de calle chilanga es la única que ha conocido en su vida, toda vez que es un junior educado en el extranjero?
¿Por qué alega con una vehemencia digna de mejor causa y argumentos que no conoce, contra la cruda realidad que indica que no es el momento adecuado para “inflar” los salarios, justo cuando no hay trabajo?
¿Por qué creen que la suerte de “papi” representa las economías de todos los mexicanos atropellados por los “favoritos”, que causaron una resequedad económica más grande que la “cruda” que provocarán los hechos, cuando demuestren que el nuevo grupo de gerifaltes ñoños no está preparado para aterrizar ningún acto de gobierno, sea energético, telecomunicativo, laboral, educativo, etc. etc.?
¿Por qué —sigo preguntándome— tenemos que pagar los sueldos de estos esperpentos, peores que el ron con coca?
O es que, acaso, ya todos “agarramos la jarra”?
IMAGEN CAMARAL
En medio de las fricciones del grupo perredista para definir quién se queda con la Mesa Directiva de la Cámara baja y quién con la dirigencia de la fracción —pleito entre chuchos y morenos—, se han diluido asuntos verdaderamente escandalosos que han impactado en la imagen de la LXII Legislatura.
Es necesario llevar hasta las últimas consecuencias las investigaciones iniciadas sobre los graves desfalcos que se le probaron —hasta ahora en medios periodísticos y radioeléctricos— al (ex) director de Imagen Legislativa y Editorial, Raúl Márquez Córdova, quien traicionó la confianza de sus jefes al atragantarse con el presupuesto de la Cámara de Diputados.
A base de inflar costos editoriales, para robar los excedentes; diezmar los bonos de comida a los que tenían derecho los compañeros que cubren la fuente; pagar ediciones extraordinarias, arrastradas y lambisconas para halagar a los presidentes de la mesa en turno, amasó una fortuna considerable, ¡con dinero público! Si de empezar a limpiar imágenes se trata… ¡adelante!
Índice Flamígero: ¿Que hacen —el ex secretario de Gobernación, Patrocinio González dixit— Semarnat y Profepa para el cuidado y la preservación de las vaquitas marinas en el Golfo de Cortés? Hace dos días el diario británico The Guardian denunció que están casi extintas. Quedan menos de 100. ¡Ah, pero ya autorizamos el fracking! + + + De poco han servido los esfuerzos —tiene comprados a funcionarios públicos— del cártel minero encabezado por Germán Larrea por acabar con Napoleón Gómez Urrutia. Éste ya es ciudadano canadiense. + + + El “escándalo” que rodea al video de los fiesteros diputados panistas es un asunto totalmente provocado —”fuego amigo” dijera el barbón autosecuestrado– por algún panista que siempre ha querido pero no ha podido llegar a ningún lugar. Lo verdaderamente grave es que éste sea el pretexto para convertirnos, a través de videos y redes sociales, en un pueblo de gazmoños y pudibundos, en lugar de la imagen vernácula de que gozamos. Si a lo anterior se añade que los tecnócratas chichimecas de Neza, quieren, a través de la reforma fiscal, convertirnos en soplones… ¡pues ya la hicieron! ¿O no?