Una raya más al tigre panista
¬ Augusto Corro miércoles 13, Ago 2014Punto por punto
Augusto Corro
(Primera parte)
Diputados federales panistas encabezados por su líder Luis Alberto Villarreal aparecieron en un reventón pagado con dinero público.
La parranda de los blanquiazules tuvo como escenario una mansión cuyo alquiler cuesta 3 mil dólares la noche.
Las mejores taiboleras de Puerto Vallarta y congresistas bailaron hasta el cansancio en un ambiente relajado y lleno de camaradería bajo los efectos del alcohol. Los congresistas aprovecharon su reunión plenaria de principios de año para darle rienda suelta al destrampe.
Las imágenes grabadas, que se encuentran en un video muestran a Villarreal en franca camaradería con el vicecoordinador parlamentario Jorge Iván Villalobos Seáñez y los legisladores Martín López Cisneros y Máximo Othón Rojas, de Nuevo León y Sonora, respectivamente.
También aparecen en la grabación José Alfredo Labastida Cuadra, secretario técnico de la coordinación parlamentaria panista; y el ex candidato a gobernador potosino, Alejandro Zapata Perogordo, enlace parlamentario, acompañados con las bailarinas.
El reventón estuvo amenizado con música de banda que Villarreal aprovechó para demostrar su habilidad y destreza en el baile.
Los otros congresistas departían con las mujeres a las que “toqueteaban”. A la mencionada reunión parlamentaria asistió toda la bancada panista de San Lázaro, además del dirigente nacional Gustavo Madero y el coordinador de los senadores del blanquiazul, Jorge Luis Preciado.
Para sus “trabajos legislativos”, los blanquiazules contaron con un presupuesto de 1.5 millones de pesos del erario.
(Segunda parte)
En los últimos meses, el Partido Acción Nacional (PAN) se vio afectado en su imagen por la mala conducta de sus funcionarios y militantes.
Entre otros hechos negativos de los blanquiazules se encuentran los siguientes:
El 12 de julio, Mary José Gamboa Torales, de afiliación panista, directora del Instituto de la Mujer de Boca del Río, Veracruz, con su coche atropelló y mató a un joven en el bulevard Miguel Alemán.
En Brasil se encuentran presos los panistas ex funcionarios de la delegación Benito Juárez, Sergio Eguren y Rafael Medina, quienes le propinaron una golpiza a un brasileño, cuando intentó defender a su esposa del acoso sexual de los mexicanos.
Otro blanquiazul, Pedro Torreblanca Engell, también ex funcionario de la citada delegación, al defender a sus amigos Sergio y Rafael, en su cuenta de Facebook, escribió frases denigrantes contra los perredistas:
“Lo vuelvo a decir todos los que opinan sin saber en este foro con perredistas más prietos de piel que nada, jodidos, rojillos y sin varo. Arriba los mexicanos de raza blanca y clase alta, etc.”.
Por otra parte, en Jalisco, un grupo de jóvenes blanquiazules jaliscienses dieron a conocer la formación de un grupo político denominado Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo (MNMT) de inspiración neonazi. Además se dijeron adoradores de Hitler.
En la sede del PAN, en Coyoacán, Distrito Federal, Guadalupe Barrera, regidora de Guanajuato #Ladypanista agredió a una periodista, por el simple hecho de manifestar su prepotencia.
En el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, el exregidor blanquiazul, René Saucedo Coss, insultó y golpeó al reportero Rodolfo Pamanes Meza, quien resultó con lesiones en el labio, brazo y hombro izquierdos.
En Aguascalientes, el senador panista Martín Orozco Sandoval no tuvo empacho alguno en sentarse a la mesa a comer con la bandera mexicana como mantel. En la foto de internet se ven platos de botanas y botellas sobre lábaro patrio.
También la diputada aguascalentense, Martha Márquez Alvarado se colocó la bandera nacional a modo de bandera presidencial, mientras se divertía en un antro en presunto estado de ebriedad.
(Epílogo)
El sinnúmero de escándalos panistas mencionados apenas si llamó la atención de la jerarquía panista. Sin embargo, el “reventón” en Puerto Vallarta sí afectó al líder nacional, Gustavo Madero, quien, según los conocedores destituirá a Luis Alberto Villarreal, como coordinador de los diputados en San Lázaro. En otra ocasión, cuando el propio Villarreal fue acusado de corrupción en el caso de los “moches”, Madero protegió a su brazo derecho.
El escándalo aquel se produjo cuando la lucha interna por el poder panista estaba en su apogeo. En esas condiciones, Madero no pudo apretar las clavijas a quienes desprestigiaban al partido.
Algo tendrá que hacer Madero, que durante su presencia como presidente de Acción Nacional se conoció la doble moral de los legisladores y funcionarios panistas.
Quizás la destitución de Villarreal como coordinador panista podría calmar las críticas contra Acción Nacional y sus dirigentes que han conseguido, a pulso, un cero en conducta. Los panistas tenían o tienen derecho a divertirse de la manera que lo prefieran, solo que se presentan dos renglones importantes: Uno, que sus fiestas o reventones los hagan con dinero de su bolsillo y no de nuestros impuestos.
Dos, que dejen de enarbolar sus banderas de santurrones, pues en lo ocurrido en Puerto Vallarta se vieron tan pecadores como el líder priísta, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.