Mala noticia para “Los Chuchos”
¬ Augusto Corro jueves 7, Ago 2014Punto por punto
Augusto Corro
Luego de una larga temporada de deshojar la margarita, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano decidió contender por la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
¿Por qué esa decisión del líder moral perredista es una mala noticia para Jesús Ortega y Jesús Zambrano, “Los Chuchos”?
Por la simple y sencilla razón que se agudizará el divisionismo en el interior del PRD que no se encuentra en condiciones de debilitar las filas, en vísperas de una temporada de elecciones intermedias en el 2015.
Una de las principales metas de la jerarquía perredista consistía en buscar la unidad, por lo menos de palabra, en las tribus perredistas que ambicionan expandir su poder político.
En esa carrera de ambiciones, el PRD se desgastó y su poder se verá disminuido considerablemente en la vida política debido, entre otras cosas, por su guerra interna y por la aparición del partido de López Obrador.
Además, la imagen de “Los Chuchos” resultó muy dañada por su entreguismo al gobierno federal.
El panorama político para la dirigencia amarilla empezaba a verse sombrío, con un futuro incierto, que lo hace más complejo la posible candidatura de su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El ingeniero Cárdenas Solórzano no será factor de unidad perredista, porque “Los Chuchos” ya tienen sus planes para proseguir como “dueños” del partido del sol azteca. Desde hace un año le dieron la bendición a Carlos Navarrete para que iniciara su campaña en busca de la presidencia de los amarillos.
El propio Carlos ya dio a entender que buscará el liderazgo partidista sin ceder un ápice de su intención e interés, aunque se trate de beneficiar al ingeniero, con todo y su autoridad en la llamada izquierda mexicana.
Por su parte, el ingeniero Cárdenas Solórzano dijo que esperará a que se formalice el apoyo de las tribus, en los primeros días de octubre, para evitar confrontaciones y riesgos de fractura en el PRD.
¿Y MARCELO EBRARD?
Otro factor importante en el divisionismo perredista lo protagonizó el ex jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, al distanciarse de “Los Chuchos”.
La gota que derramó el vaso de agua surgió de las críticas del ex funcionario, pues calificó de entreguista la actitud sumisa de “Los Chuchos” al gobierno federal.
La imagen de Ebrard dejó representar algún interés para los líderes del PRD, a grado tal que se empezaron a tejer conjeturas sobre su posible salida del partido del sol azteca, para continuar su carrera política en el Movimiento Ciudadano. Dijo Ebrard que no dejará las filas perredistas antes de las elecciones internas, es decir antes de octubre.
LA DESBANDADA ESPERADA
A los conflictos señalados arriba, tendrá que sumarse el éxodo de amarillos hacia el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que encabeza López Obrador.
Una vez realizadas las elecciones internas y se conozca el saldo de perdedores y triunfadores, los inconformes emigrarán a otros partidos, principalmente el afín a ellos: Morena.
Los pronósticos de más divisionismo en el PRD se realizarán, inevitablemente. Ni siquiera su campaña, fuera de tiempo, contra las reformas energéticas servirá para alcanzar una unidad siempre soñada, mas no realizada.
¿ERROR PRIÍSTA?
La pregunta obligada es la siguiente: ¿Se habrá equivocado el líder nacional priísta, César Camacho al defender al impresentable Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre?
Como se sabe, Gutiérrez de la Torre, quien se desempeñó como líder tricolor capitalino, enfrenta un proceso por el presunto delito de trata de personas.
El mencionado ex líder fue exhibido en una investigación periodística como jefe de una banda dedicada a la prostitución que actuaba en las instalaciones del PRI capitalino.
El escándalo fue mayúsculo y se llegó a pensar que sin darle más vueltas, Gutiérrez de la Torre terminaría en la cárcel.
Sin embargo, no iba ser fácil sacudirse a tan criticado personaje, pues su colaboración práctica al partido consistió principalmente en conseguirle votos.
Y como los votos son más importantes que la mala imagen del partido, Gutiérrez de la Torre continuará en las filas priístas.
El dirigente César Camacho reconfirmó la estancia del citado ex dirigente en el tricolor, con las siguientes palabras: El PRI no puede desterrar a quienes han servido al partido en condiciones difíciles, aciagas. Cuauhtémoc Gutiérrez ha desplegado durante muchos años una presencia política personal y grupal que para nosotros no sólo es respetable sino importante y un partido no podría ser totalmente incluyente si no respeta a todos quienes han entregado tiempo e intelecto por el partido”.
En síntesis, Gutiérrez de la Torre “tendrá las puertas abiertas en el PRI”, dijo César Camacho.
Con sujetos como el multicitado Gutiérrez de la Torre en sus filas acumulará más derrotas en el Distrito Federal (DF), pues quedó claro que al PRI le interesan más los votos que las conductas reprobables de sus dirigentes.