¿Y quién cierra la puerta?
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 6, Ago 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Los Vallejo, los Moreira, el “rey de la basura”, los políticos michoacanos… La pus del priísmo está de continuo en los escaparates de la prensa. Se les exhibe, se les condena, pero no pasa nada. O muy poco.
Ahí está el caso de la información difundida anteayer por el diario “San Antonio Express News” acerca de que en los últimos siete años una red de políticos y empresarios coahuilenses invirtió en el estado de Texas millones de dólares provenientes de negocios ilegales, entre quienes destacan dueños de medios de comunicación y del sector minero, así como funcionarios de la administración de Humberto Moreira y del propio ex gobernador.
Se habla de que como parte de esa red que “lavaba” dinero en bancos texanos, los fiscales estadunidenses han acusado al ex tesorero Héctor Villarreal, al empresario lagunero Guillermo Flores Cordero y al ex gobernador interino Jorge Torres López, pero ahora se han sumado personajes como Roberto Casimiro González Treviño, dueño de la cadena de Radio y Televisión RCG y el mismo Humberto Moreira.
Estos dos son investigados ahora para requisarles cuentas bancarias en Texas y las Bermudas, además de una gran cantidad de propiedades en Estados Unidos, según el diario mencionado.
Se precisa que las agencias estadunidenses que investigan a dicha red de políticos y empresarios son la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), la Oficina del procurador general de Texas y el Servicio de Impuestos Internos. De acuerdo con las autoridades estadunidenses, “empresarios inescrupulosos y funcionarios de alto rango de Coahuila “lavaron” más de 35 millones de dólares en sobornos para contratos estatales”.
Según los fiscales, esos millones fueron saqueados por el gobierno de Coahuila y enviados a Texas a partir de 2007, durante el mandato del ex gobernador Humberto Moreira.
¿Y qué hace el PRI? Sólo calla. Tal y como lo hizo durante el tiempo que sostuvo en la cima de un narcogobierno al michoacano Fausto Vallejo. Tal y como sostuvo en el mismo poder al interino Jesús Reyna hasta que un video dio la evidencia de su complicidad o de plano pertenencia al cártel de “La Tuta”. ¿Qué hizo el PRI a toda costa? Callar.
Incluso, la dirigencia nacional tricolor optó por cerrar la boca aun cuando fue divulgado el video donde aparece Rodrigo Vallejo Mora, hijo del ex gobernador Fausto Vallejo, en diálogo con Servando González Gómez, líder de la organización criminal “Los Caballeros Templarios”.
Varios secretarios del CEN del PRI mejor se reservaron su opinión respecto al escándalo desatado por el video, señalando que esa posición del partido la debía fijar su líder nacional César Camacho Quiroz.
Hasta que, por fin, a las quinientas, el PRI se deslindó en un escueto comunicado de los evidentes vínculos de Rodrigo Vallejo Mora con criminales y hasta tuvo la ocurrencia de exigir una “investigación pronta y profunda” de los acontecimientos hechos públicos, a fin de que se deslinden responsabilidades, lo que no hizo en años de sospechas acerca de su gobernador y su corte.
Ayer, incluso, el PRI se deslindó de todos aquellos que tienen que ver con conductas ilegales o delincuenciales y más aún de quienes no militan en ese instituto político. El propio dirigente César Camacho Quiroz dijo que ese instituto se deslinda de cualquier acción de quienes ni siquiera son militantes, en alusión a Rodrigo Vallejo Mora.
El líder hasta se refirió al caso de Cuauhtémoc Gutiérrez, ex presidente del PRI capitalino, y dijo que en unos días habrá de determinarse el proceso de justicia partidaria, que ya se tardó un siglo en darse cuenta de las atrocidades que cometió en años de dirigir al aparato priísta capitalino.
Y ahora, por obra de otro video, se sabe que Salma Karrum Cervantes, alcaldesa priísta de Pátzcuaro, pide al cártel de “Los Caballeros Templarios” la ejecución de Jesús Valencia Ochoa, ex alcalde del lugar. La grabación fue entregada por la Fuerza Rural Estatal a la Procuraduría michoacana y según el ex edil, Karrum Cervantes entrega cada mes una suma de dinero del erario a la “célula templaria” que opera en Pátzcuaro.
Lo más difícil de explicar es cómo la gente aún vota por el PRI.