Prueba de fuego
Ramón Zurita Sahagún lunes 4, Ago 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cinco años después de haber conquistado el poder mediante una alianza entre los partidos de izquierda y el de derecha, los estados gobernados por esas coaliciones pondrán a prueba el crecimiento particular de cada uno de ellos.
Es cierto que en 2012 esos mismos partidos (PAN, PRD, MC y PT) presentaron candidatos por separado para la elección federal con resultados ventajosos, pero también lo es que como elección presidencial resulta más llamativa por el nombre de los candidatos.
Oaxaca, Puebla y Sinaloa irán nuevamente a comicios en 2016, fecha en que tendrán que elegir a sus nuevos gobernantes, aunque se duda que nuevamente los partidos de izquierda puedan ir en alianza con el partido de la derecha.
Una razón esencial en ello es que el nuevo partido de izquierda (Movimiento de Regeneración Nacional) no participaría en esa alianza, aunque sí lo haría el PRD, principalmente si resiente una baja votación durante el proceso electoral federal del año próximo.
La decisión de los otros dos partidos aliancista de izquierda (Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo) no resulta tan importante, ya que su vocación es la de ser rémoras del hasta ahora partido principal de la izquierda. Hasta el momento, los resultados de estos cuatro años de navegar juntos les han funcionado a izquierda y derecha en el caso del estado de Puebla, ya que en los otros dos, Sinaloa y Oaxaca, se han desdibujado los aliancistas.Puebla, con Rafael Moreno Valle, es el ejemplo de que con una buena estrategia y un proyecto viable, los acuerdos políticos funcionan y permiten el crecimiento de esos partidos participantes.
La elección presidencial del 2012 mostró un crecimiento sorpresivo de la izquierda, donde su candidato presidencial (Andrés Manuel López Obrador) superó en votos a sus adversarios, la panista Josefina Vázquez Mota y el priísta Enrique Peña Nieto (quien resultó ganador a nivel nacional).
En ese entonces los partidos de izquierda presentaron un frente común, sin la concurrencia de la derecha.
Un año después, el PRD decidió refrendar su alianza con Acción Nacional en Puebla y el resultado fue satisfactorio para ambos. En Oaxaca, las cosas no resultaron tan satisfactoriamente para la alianza, aunque ganaron con Gabino Cué Monteagudo el gobierno estatal en 2010, las cosas le han venido mejor a la izquierda que a la derecha, ya que en la contienda electoral del 2012, los representantes del PRD se hicieron de las dos senadurías de mayoría y una buena representación en la Cámara de Diputados y un año después (2013) yendo juntos, izquierda y derecha en la capital del estado, sucumbieron ante un candidato priísta (Javier Villicaña) por cerca de mil votos de diferencia.
Lograron obtener unidos PAN, PRD y PT, 66 alcaldías, mientras que el PAN sólo gano otras 25 y el PRD 41 más de la misma forma.
Hay que recordar que en Oaxaca existen 570 municipios, la mayoría de ellos realizan su elección por el método de usos y costumbres.
Sin embargo, los problemas que aquejan la pésima administración de Cué Monteagudo, presionado y dominado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el poco resultado que su gobierno ha generado para los ciudadanos, hace posible que, bien trabajado, los priístas tengan posibilidades de reconquistar ese espacio.
En Oaxaca, sale sobrando que partido gobierna, ya que en realidad es la CNTE la que decide y ejecuta parte de las acciones a seguir.
Sucedió con los gobiernos priístas de José N. Murat Casaab y Ulises Ruiz Ortiz y en la actualidad con el del miembro del MC, Gabino Cué Monteagudo.
En Sinaloa, esa alianza de derecha con izquierda ganó en los comicios de 2010 y lo hizo de la misma forma que en Oaxaca y Puebla, presentado un candidato con pasado priísta.
La diferencia entre Rafael Moreno Valle y Gabino Cué Monteagudo con Mario López Valdez es que los dos primeros habían renunciado con anticipación al PRI, mientras que el tercero lo hizo en la víspera cuando no lo convirtieron los priístas en su candidato a gobernador.
También Moreno Valle y Cué Monteagudo ya habían conseguido triunfos con los colores que adoptaron a su salida del partido tricolor. El poblano ganó el Senado de la República bajo el cobijo de Acción Nacional, el oaxaqueño la capital del estado con las siglas del Movimiento Ciudadano y respaldado por la izquierda.
No sucedía lo mismo con el sinaloense que conquistó el Senado como candidato del Revolucionario Institucional, de la misma forma que la alcaldía de Ahome (Los Mochis).
Con el triunfo de López Valdez (Malova) en Sinaloa, los panistas y perredistas alcanzaron una que otra posición dentro del gobierno estatal, ya que se dio preferencia a los priístas y ex priístas que apoyaron al candidato de la coalición, tanto así que en los comicios del 2012, los tricolores mostraron una total recuperación.
En 2013, los aliancistas (PAN-PRD-PT) ganaron 4 ayuntamientos de un total de 18 y cuatro distritos electorales locales del total de 24.
Las cosas en Sinaloa no han funcionado con un gobernador inmerso en asuntos alejados de la administración pública estatal y cuya gestión ha sido decepcionante para la ciudadanía, muchos de los cuales querían a Malova como candidato del PRI y migró su voto hacia la otra opción por ser el abanderado de la alianza conformada por izquierda y derecha.
Otra razón que impidió el crecimiento de PAN y PRD, principalmente, en territorio sinaloense es que su gobernador decidió mantenerse como independiente, sin afiliarse a ninguno de esos dos partidos políticos.
Por eso, para Oaxaca, Puebla y Sinaloa será una prueba de fuego los comicios federales del 2015.