10 partidos pulverizarán el voto en 2015
Roberto Vizcaíno viernes 1, Ago 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Las elecciones del 7 de junio de 2015 determinarán quiénes siguen y cuáles se van
- ¿La proliferación de partidos fortalecerá la democracia y la confianza ciudadana en el sistema de partidos?
- La fuerte caída económica y del empleo van a marcar el desempeño y participación de los votantes
Las elecciones de 2015 no sólo estrenarán nuevo marco electoral, sino 3 nuevos partidos políticos para hacer un total de 10 dentro de esa competencia.
Todo porque entre las primeras decisiones del naciente Instituto Nacional Electoral estuvo el de darle el registro como nuevos partidos políticos, con plenos derechos y un financiamiento público millonario, al Movimiento de Regeneración Nacional, al Partido Encuentro Social y al Partido Humanista, luego de que todos ellos aparentemente medio cumplieron con los requisitos que les marcó el viejo Cofipe.
Para mantener su registro, estos 3 nuevos partidos deberán obtener cada uno cuando menos el 3 por ciento de la votación total que se registre el domingo 7 de junio de 2015, en la renovación de 500 diputaciones federales.
Ese mismo día habrá elecciones locales en 17 estados (en 9 de ellos para elegir nuevo gobernador) a fin de renovar 993 alcaldías y unas 500 diputaciones estatales.
En todas ellas participarán estos 10 partidos.
El porcentaje del 3 por ciento es el mínimo establecido en la reciente reforma político-electoral como base para continuar como partido político vigente.
Además deberán cumplir con un estricto control de gastos que será auditado permanentemente a lo largo de la campaña y de ajustar su reparto de candidaturas a un 50 por ciento para mujeres y una parte igual para hombres.
Esta misma conducta y requisitos deberán cumplirlos los partidos ya existentes —PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza-, que estarán sujetos por primera vez a la posibilidad de perder su registro en caso de no cumplir con estas y otras condicionantes.
Pero, ¿la proliferación de partidos fortalecerá la democracia mexicana?, ¿Las nuevas reglas de juego robustecerán la confianza ciudadana en el sistema de partidos? ¿Disminuirán, terminarán las constantes disputas callejeras y judiciales postelectorales que han afectado la vida del país durante ya casi 30 años?
Los politólogos y analistas, pero sobre todo la experiencia popular, dicen que no.
El caso es que desde los 80, luego de la reforma del 78, no ha habido ningún proceso electoral federal que se realice con las reglas del proceso anterior.
Todos se han efectuado con ajustes y nuevas reformas. Las reglas electorales han cambiado una y otra vez, sin dar oportunidad de probar su efectividad en el tiempo. Y todas son modificadas debido a presiones de prácticamente los mismos jugadores quienes una vez y otra, se quejan y reniegan de lo que ellos mismos exigieron y aprobaron con anterioridad.
Hoy se reiteran el método y la circunstancia al entrar el país entero a un proceso electoral oootra vez con reglas distintas del proceso anterior, debido a que los mismos partidos de siempre han impulsado una nueva reforma electoral.
MORENA
Sin duda, dentro de este contexto sobresale el registro del Movimiento de Regeneración Nacional, o Morena, con el que Andrés Manuel López Obrador y sus bases ingresan a la contienda electoral por la vía constitucional.
Para nadie es un secreto que con este nuevo partido AMLO buscará por tercera ocasión alcanzar la Presidencia de la República, ahora en el proceso de 2018.
De los tres partidos que obtendrán su registro este año, quizá el único que tiene relativamente garantizada su permanencia en el sistema de partidos, es Morena ya que AMLO y su movimiento tienen una base militante de entre 3 a 6 millones de ciudadanos.
Cuenta que López Obrador alcanzó los 15 millones de votos en la presidencial de 2012.
Los analistas consideran que Morena podría obtener en las federales de 2015 entre 20 a 50 diputados de los 500 que integrarán la siguiente legislatura, mismos que les quitará al PRD, PT y Movimiento ciudadano, sus ex aliados.
ENCUENTRO SOCIAL
El segundo partido que obtuvo su registro es el Partido Encuentro Social, y lo hace en medio de la polémica y con demandas de investigación para determinar si es o no una organización religiosa.
Fundado y dirigido por Hugo Éric Flores Cervantes, el Partido Encuentro Social, el PES, tiene registro local en Baja California, y ha logrado 3 diputados locales y 3 regidurías así como un diputado más en Tamaulipas.
En todos estos procesos y ahora, al recibir el registro como partido nacional, es señalado de encubrir a corrientes evangelistas ultraconservadoras que, entre otras cosas, se oponen al reconocimiento de los homosexuales y al derecho al aborto.
Sus opositores, que los tiene aún antes de obtener su registro del INE, piden que la Secretaría de Gobernación aclarare si su dirigente Hugo Éric Flores es o no pastor evangélico.
Si lo es, afirman, debe estar inscrito en el padrón oficial de ministros de culto que tiene esa dependencia. Flores Cervantes insiste en señalar que no es nada de lo que le imputan.
Y asegura que por el contrario su partido es “juarista” y liberal, aún cuando acepta que también tiene una línea ideológica cristiana-evangélica, y a él pertenecen legisladores, alcaldes del norte del país donde tiene ya 12 años con registro de Agrupación Política Nacional.
El PES llega al plano nacional sin ser novato, pues ha participado ya en unos 100 procesos electorales federales, estatales y municipales.
En 2003 y 2006 se alió con Convergencia y con el PAN; en 2009 lo hizo con el PRI y en 2012 con el PRD.
En sus estatutos, declaración de principios y programa de acción aprobados en las 249 asambleas distritales, se advierte como un promotor del Estado laico.
Se dice partido de centro con valores y principios morales que buscan recuperar la cohesión social por la vía de la unidad familiar pero niega ser un partido religioso. Afirma respetar el libre ejercicio de la fe de cada uno, y de la pluralidad.
“Tenemos una ideología conservadora…
El surgimiento de este partido está marcado por las suspicacias y los cuestionamientos ya que algunos de sus dirigentes han participado en la apertura de templos católicos, de ir contra el aborto y de realizar actos religiosos en eventos políticos como uno donde un grupo de evangélicos posó sus manos sobre Andrés Manuel López Obrador para luego bendecirlo.
EL HUMANISTA
El tercer partido que llegó, es el Partido Humanista, el PH, que surge con una dirigencia tripartita integrada por Ignacio Irys Salomón, Javier López Macías y Ricardo Pinacho Ruiz.
El PH le entra a la contienda política nacional, dice, con dos objetivos: combatir al neoliberalismo económico y al radicalismo de la izquierda no institucional. E inicia sus actividades con un padrón integrado por 250 mil militantes registrados ante el INE.
SÓLO 500 DIPUTADOS
La expansión partidaria no supone un crecimiento del número de diputados federales. Los comicios de 2015 sólo tienen para repartir 500 diputados federales, y de esos 300 son de mayoría y 200 de representación proporcional.
Por ello se prevé que esos comicios dejarán un reparto muy fraccionado de legisladores aun cuando los ejercicios prospectivos advierten que PRI y PAN mantendrán prácticamente sus mismos porcentajes en San Lázaro.
Eso supondría que los nuevos partidos, especialmente Morena, más PRD, PT y Movimiento Ciudadano, podrían alcanzar entre quizá entre 150 a 180 diputados.
La verdad es que la crisis de partidos y la falta de credibilidad en ellos, sumada a la fuerte caída económica y del empleo, van a marcar el desempeño y participación de los votantes en los comicios de 2015 respecto de cada una de las 10 fuerzas señaladas.
Eso sin contar con que la expansión de partidos modificará todo el proceso electoral vigente. Y es que, entre otras cosas, el INE ha tenido que rediseñar las boletas electorales, que ahora serán de tamaño oficio, para que puedan aparecer en ellas los emblemas y logos de los 10 partidos registrados.
De igual forma habrá sólo una mesa en cada casilla y ahí se concentrarán hasta 4 distintos procesos electorales. Tal es el caso de Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora estados donde habrá cambio de diputados federales, gobernador, de alcaldes y de diputados locales.
En fin, todo cambió, y nadie asegura que eso vaya a beneficiar ni a la democracia ni a la vida y bienestar de los mexicanos.