Río sonoro
Ramón Zurita Sahagún jueves 31, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Allá por finales de la década de los 80 había tres gobernadores priístas, a cuyos hijos los llamaban los papayos, por conocerse su apetito para los negocios.
Papá yo, papá yo, decían cada uno de ellos cuando había oportunidad de negocios.
Dos de ellos no terminaron su gestión y el otro sí la concluyó. Por eso, hay que atender el viejo adagio que establece, cuando el río suena es porque agua lleva.
Son muchas las ocasiones en que la vox populi apunta hacia algunos objetivos que, al paso del tiempo, se confirman.
En el caso de Rodrigo Vallejo Mora, fueron muchas las ocasiones en que los reflectores apuntaron hacia él, repitiendo una y otra vez lo que hoy ya se conoce, su eventual relación con los grupos delincuenciales.
No es la primera ocasión en que el hijo de un político, ni mucho menos de un gobernante es señalado por corruptelas o vínculos con la delincuencia, ya que existen muchas evidencias de que ellos o la propia familia acumularon riquezas al por mayor, sin que ninguna autoridad se atreva a investigarlos y muchos menos a sancionarlos.
El caso de Vallejo Mora es una muestra de que los insistentes señalamientos públicos sobre una presunta conducta deben ser atendidos, con la reservas del caso, pero investigados para saber si son o no reales.
Las sospechas de la relación de los grupos delincuenciales con los políticos de Michoacán era un secreto a voces que repetían una y otra vez, sin que nadie atendiera esas voces.
El particular caso de Rodrigo Vallejo Mora se empezó a filtrar desde hace un par de años, cuando el hijo menor del entonces gobernador Fausto Vallejo Figueroa, comenzó a mostrarse prepotente y hacer gala de sus cuerpos de seguridad y sus excesos.
Otros casos de hijos de políticos que han sido señalados una y otra vez han quedado en el olvido, con todo y que ellos mismos son los que se han puesto la soga al cuello.
Fabián Granier Calles, hijo del ex gobernador de Tabasco, Andrés Rafael Granier Melo, puso la alerta sobre el manejo del gobierno de su papá, cuando mostraba en las redes sociales los lujos que podía darse.
Sus vuelos en aviones privados, sus viajes al extranjero, sus negocios personales y la instalación de una oficina alterna de gobierno, donde resolvía las licitaciones, fueron filtrados una y otra vez, sin que nadie atendiera el reclamo.
Los aspirantes a cargos de elección popular debían pasar primero por la oficina del junior Granier, antes de visitar las instalaciones del PRI o las del gobernador.
Desde ahí se pretendía designar a los candidatos, aunque en ese aspecto mantuvo una feroz disputa con el entonces secretario de Gobierno, Humberto Domingo Mayans Canabal, quien se atribuía también esa facultad.
Los principales contratos del gobierno del estado se discutían en las oficinas alternas del gobierno de Tabasco.
Hoy, Andrés Rafael Granier Melo, ex gobernador de Tabasco, se encuentra confinado en un reclusorio, mientras Fabián goza de libertad.
Luis Armando Reynoso Femat gobernó Aguascalientes bajo las siglas del PAN y sus hijos Luis Armando y Graciela Reynoso López, disfrutaron como ninguno del poder político de su padre.
Ambos dejaron testimonios en las redes sociales de sus lujos, sus excesos y la vida disipada que disfrutaron.
Viajaron, gastaron, compraron y disfrutaron a más no poder, jactándose de su estilo de vida. Las fiestas en las que participaban eran inolvidables, sin recato de ninguna clase.
En Aguascalientes eran sumamente conocidos los excesos y lujos en el modo de vida de los jóvenes Reynoso López, pero durante seis años y un poco más ni ellos ni su padre fueron cuestionados por las autoridades.
Ahora, el ex gobernador Reynoso Femat se encuentra libre bajo fianza, mientras que a su hijo del mismo nombre le aseguraron siete propiedades en San Antonio, Texas.
Esas propiedades, según las autoridades, fueron compradas por Luis Armando Reynoso López con el dinero blanqueado e incluyen casas, un lote comercial y un predio que no cuenta con permiso para construir en él. Las compras se iniciaron en junio de 2009 cuando Reynoso López compró varias piezas de bienes raíces en el lado norte. En un solo día compró cuatro casas, cada una valorada hoy en entre 500 mil dólares y 650 mil, en la calle Colibríes TPC Parkway.
En los meses siguientes, Reynoso López compró dos parcelas vacantes para desarrollar al oeste de la ciudad, y un edificio de oficinas, ahora valorado en cerca de un millón de dólares, en la calle Blanco Road. Carlos Romero Deschamps es un dirigente petrolero y senador priísta, cuyos excesos, los propios y los de los hijos han sido exhibidos una y otra vez.
Relojes y autos lujosos, propiedades dentro y fuera del país, viajes de fantasía son algunos de los señalamientos que se les hacen a esta familia.
José Carlos y Paulina Romero Durán son los hijos del dirigente petrolero que muestran un estilo de vida de lujos, fiesta, viajes, gasto excesivo, autos ostentosos, yates y aviones privados.
Los muchachos Romero Durán gustan de viajar y vivir en el extranjero, donde pueden disfrutar de esos excesos, sin llamar tanto la atención. Su error, el mismo que cometieron los otros, divulgarlo en las redes sociales, donde todo mundo se pudo percatar de ello.
De estos tres ejemplos de los hijos de gobernantes, uno de los padres está en la cárcel, el otro libre bajo fianza, el hijo del otro declarando, mientras que del político y dirigente sindical, ni los hijos ni él mismo han sido objeto de alguna investigación, para conocer la procedencia de los recursos para sus lujos y gastos excesivos.