La guerra perredista
¬ Augusto Corro viernes 25, Jul 2014Punto por punto
Augusto Corro
En el interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se libra una guerra intensa por el liderazgo.
A unos meses de la renovación de la presidencia amarilla, las diferentes tribus agudizan el conflicto político.
Así, el divisionismo será imposible de erradicar de las filas perredistas.
Recientemente, Marcelo Ebrard, ex jefe del gobierno capitalino, criticó a “Los Chuchos” por su entreguismo al gobierno federal.
Y les advirtió que tarde o temprano el PRD tendrá que pagar ese error en las urnas.
Además, dejó entrever la posibilidad de abandonar las filas perredistas una vez concluidas las elecciones internas, en septiembre próximo.
Por su parte, el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, inmediatamente contestó las acusaciones del ex mandatario capitalino.
“Ebrard refleja su falta de compromiso con el PRD al denostarlo y desprestigiarlo”, dijo “El Chucho”.
“¿Qué quiere Marcelo”, “¿Cuál es su propósito?”, cuestionó Zambrano.
El hecho real es que Ebrard enfrenta una serie de obstáculos en carrera política venida a menos, como es el caso de la Línea Dorada del Metro, que cerró varias estaciones por errores en su construcción.
Sin embargo, el verdadero problema de Ebrard es la tribu de “Los Chuchos” que se ostentan como dueños del partido del sol azteca.
Ni Jesús Zambrano, ni Jesús Ortega, menos Carlos Navarrete tienen en mente ceder el poder a otra corriente perredista y menos si se trata de la tribu de Ebrard.
Por cierto, el ex jefe de gobierno coquetea con el partido Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) de Dante Delgado, como una salida para continuar en sus proyectos políticos.
CUAUHTÉMOC OTRA VEZ
Otras corrientes perredistas insisten en que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se reelija como presidente nacional del PRD.
Suponen que el hijo de “Tata” Lázaro es la persona indicada para volver a tomar las riendas del partido.
Anteayer, la Coalición de Izquierdas, encabezada por Leonel Godoy, de triste memoria, le presentó un plan a Cuauhtémoc, para lograr su reelección.
La propuesta de Godoy no prosperará, entre otras cosas, porque el propio “líder moral” dijo que participaría en la contienda electoral, si se lograba una candidatura de unidad. Es decir, que todas las tribus decidieran pronunciarse a favor de Cárdenas Solórzano.
Para evitar la reelección cardenista, “Los Chuchos” ya tienen a su propio candidato, el ex senador Carlos Navarrete, quien dicho sea de paso, desde hace varios meses empezó su campaña política en el interior del país, como aspirante a la dirigencia amarilla.
El horizonte perredista se ve cargado de nubarrones que anuncian una tormenta de pronóstico reservado.
Marcelo Ebrard, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Carlos Navarrete, “Los Chuchos” y los jefes de las diferentes tribus buscan el poder en un organismo político que difícilmente superará el divisionismo.
Por otra parte, la efervescencia política se intensifica porque el próximo año habrá elecciones para renovar la Cámara de Diputados, en el Distrito Federal (baluarte del perredismo) la Asamblea y las jefaturas delegacionales, así como nueve gubernaturas.
El PRD llegará a los comicios señalados con la división en sus filas y con el fantasma de otro adversario político: el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Sin duda, el partido del lopezobradorismo dividirá más las menguadas filas perredistas. En fin, la llamada izquierda mexicana no representará ninguna amenaza para los demás partidos políticos en México. Tal vez, los partidos políticos de izquierda refrenden su liderazgo en el DF; pero nada más. a menos que sus alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN) fortalezcan algunas candidaturas.
La izquierda se encuentra en la lona y ni siquiera sus protestas demagógicas contra las reformas energéticas podrán rescatarla del divisionismo que la tiene tan maltrecha y desmantelada, por decir lo menos.
A SALVAR EL PELLEJO
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no le encuentra la salida al embrollo en el que se encuentra inmerso.
Nos referimos al asesinato del niño José Luis Tehuatlie. El pequeño murió, según testigos, debido a las lesiones en la cabeza que le provocó una bala de goma que disparó la policía durante una manifestación en la autopista Puebla-Atlixco.
La opinión pública criticó la represión brutal ordenada por el gobierno contra los habitantes de San Bernardo Chalchihuapan.
El mandatario Moreno Valle intentó defenderse y mandó a su procurador de Justicia, Víctor Carrancá, a explicar que las heridas que sufrió el menor, y que a la postre le causaron la muerte, fueron provocadas por la explosión de un petardo.
A pesar que no hubo rastros de pólvora en la cara del pequeño, el funcionario insiste que un cohetón le estalló en la cabeza a José Luis Tehuatlie.
Como se ve, Moreno Valle se encuentra agobiado por la ola de críticas que levantó su orden de actuar con violencia contra la gente que protestaba en la autopista mencionada.
Feliz fin de semana.