Buscan enjuiciar a Moreno Valle
¬ Augusto Corro jueves 24, Jul 2014Punto por punto
Augusto Corro
El gobernador poblano Rafael Moreno Valle tiene un Congreso legislativo a sus muy distinguidas órdenes.
Cualquier reforma promovida por el Ejecutivo local es aprobada sin problema alguno.
En esta ocasión, a Moreno Valle se le ocurrió que los diputados abrogaran la “Ley Bala” recién nacida.
Dicha ley permite a los policías el uso de armas letales para reprimir manifestaciones en la entidad poblana.
Al gobernador le duró poco el gusto de la represión porque los genízaros, bajo el mando de Facundo Rosas, agredieron a habitantes de San Bernardo Chalchihuapan, quienes protestaban en la autopista Puebla-Atlixco.
La represión fue con lujo de violencia, a tal grado que el niño José Luis Tehuatlie Tamayo, de 13 años, fue alcanzado por una bala de goma que le provocó la muerte. A Moreno Valle se le hizo bolas el engrudo para justificar la acción criminal y decidió cortar por lo sano: abrogar la “Ley Bala”.
Inmediatamente envió la petición al Congreso mencionado, que maneja a su antojo, para desaparecer la norma que le abolló su imagen política rumbo a la candidatura presidencial panista en el 2018.
Con el Poder Legislativo poblano a sus distinguidas órdenes no habrá problema para desaparecer esa oprobiosa ley.
Sin embargo, lo que el gobernador no podrá borrar es la muerte del menor José Luis Tehuatlie. Las voces de protesta contra la acción represiva del mandatario estatal se han multiplicado y hay quienes demandan su renuncia al cargo.
Por ejemplo, el vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, Luis Sánchez Jiménez, dijo que promoverá juicio político contra Moreno Valle por el asesinato de Tehuatlie Tamayo, que calificó como crimen de estado.
Dijo también que a la muerte del niño “se suman las agresiones que han denunciado otras comunidades de Puebla, hechos con los que conformará un expediente que llevarán al Senado para sustentar la demanda de enjuiciar al mandatario poblano”.
SÍ ES “TEMPLARIO”
En el presente sexenio se inició la lucha frontal contra la delincuencia organizada en Michoacán. Principalmente, las autoridades federales, estatales y municipales enfocaron sus baterías hacia el cártel de “Los Caballeros Templarios”.
Casi se logró la desaparición de esa banda de criminales. Sin embargo, falta detener al cabecilla principal, Servando Gómez “La Tuta”, quien se volvió ojo de hormiga.
Conforme avanzaba la cruzada contra los “templarios” aparecieron las videograbaciones y los nombres de presuntos cómplices de los jefes narcos.
En uno de esos videos aparecieron el ex gobernador interino Jesús Reyna García y el ex legislador priísta, José Trinidad Martínez Pasalagua en una reunión con “La Tuta”.
Se profundizaron las investigaciones y Jesús Reyna fue detenido y enviado a prisión por sus vínculos con la organización criminal mencionada.
Y ahora, Martínez Pasalagua, quien estaba también en el video con “La Tuta”, fue aprehendido por la policía y llevado a la cárcel.
Martínez Pasalagua se desempeñaba como líder transportista en Michoacán “y cobraba cuotas a los concesionarios de las rutas, quienes debían cubrir un monto mensual por permitírseles trabajar en la entidad”.
El ahora detenido, durante al menos ocho años influyó en el gobierno del estado para conseguir concesiones a personas afines a él y a sus cuates los “templarios”.
Las actividades delictivas de “Los Caballeros Templarios” eran a gran escala y se comprobó que eran apoyados por políticos, como es el caso de Martínez Pasalagua; aunque son muchos los “grillos” que pudieron escapar del brazo de la justicia.
El propio ex gobernador Fausto Vallejo dejó el poder cuando se desató la tormenta política que vinculaba a su hijo Rodrigo con “Los Caballeros Templarios”.
Las investigaciones continuarán en Michoacán y seguramente caerán más peces gordos que colaboraron con el cártel de “La Tuta”.
OLA DE ASALTOS EN ÁLVARO OBREGÓN
En la delegación Alvaro Obregón los asaltos son el pan nuestro de cada día.
Grupos de maleantes aprovechan las “horas pico” para robar sus pertenencias a los automovilistas, como son los celulares o las bolsas de mano.
Con el típico cristalazo, con pistolas, martillos, piedras o bujías, jóvenes de 20 a 25 años de edad se dedican al atraco, principalmente en la avenida Las Torres y Calle Seis, cerca del Metro Observatorio.
Curiosamente, los rateros realizan sus actividades criminales donde no hay cámaras de vigilancia.
Las mujeres que conducen sus vehículos son las principales víctimas.
¿Qué hace la policía?
Suponemos que poco o nada, pues se encuentran más preocupados por acumular detenciones de motocicletas para llevarlas al corralón. Según se dijo, tienen que cumplir con una cuota diaria de detenidos, para no ser arrestados. Mientras, los automovilistas tienen que padecer los asaltos de los “cristaleros” que aprovechan la nula vigilancia de la policía.
El vía crucis del asaltado continúa en las agencias del Ministerio Público donde parece que las víctimas van a mendigar justicia. En las oficinas del MP, quienes van a denunciar que fueron asaltados enfrentan horas de espera para ser atendidos por los burócratas que argumentan diferentes problemas para levantar un acta.
Sería buena idea que el procurador del Distrito Federal recorriera las delegaciones del MP con el propósito de comprobar la falta de interés de los servidores públicos para atender a las víctimas de los asaltos.