Reculón
Ramón Zurita Sahagún miércoles 23, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿De verdad son serias las aspiraciones presidenciales de Rafael Moreno Valle Rosas?
¿Tiene el suficiente temple para entrar en una competencia de esa naturaleza?
¿Cuenta con los arrestos necesarios para entrar en el desgaste que ello significa?
¿Que sería de un Presidente de la República (en caso de que ganara los comicios) apanicado ante las manifestaciones y modificando leyes al gusto de todos? Es cierto que Moreno Valle tiene tras de sí una gran campaña mediática, dinero suficiente, las alianzas necesarias y hasta las siglas que requiere para entrar en la disputa por la candidatura presidencial.
Moreno Valle es un gobernante que marchaba bien en su administración que ha ganado los espacios políticos necesarios para ello, que rebasa la media de sus colegas en cuanto a respaldo ciudadano y reconocimiento a su gestión gubernamental, pero que en la primera crisis seria que enfrenta, muestra una fragilidad que asusta a propios y extraños.
Es cierto que la muerte de una persona imputable a su gobierno trastoca todo, pero su manejo de crisis ha sido lamentable, mostró una total insensibilidad con el tema y casi dos semanas después del incidente, fue cuando lo lamentó.
La decisión de recular con la ley que autorizaba a los cuerpos de seguridad al uso de balas de goma para dispersar manifestantes no es una muestra de su propensión al diálogo y a la rectificación de errores por parte de un gobierno abierto, pero sí lo es de fragilidad y que se encuentra dispuesto a lo que sea, con tal de mantenerse dentro de la disputa presidencial.
Ese es su principal propósito, razón por la que fue el principal promotor de la candidatura de Gustavo E. Madero Muñoz, para la presidencia del partido.
El conflicto surgido a raíz de la toma de carreteras por parte de ciudadanos inconformes puso a prueba la viabilidad de la legislación, recién aprobada, en materia de dispersión de ese tipo de concentraciones.
Lógicamente existió un mal manejo del operativo, se salió de control y provocó la muerte de un menor y dejó saldos de varios heridos, derivados de la trifulca. Facundo Rosas, el flamante secretario de Seguridad Pública y brazo operativo en el pasado cercano de Genaro García Luna, se “apanicó” y contagió de sus miedos y temores al gobierno estatal.
Pero no fue el único al que le faltó manejo, ya que el secretario de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, mostró también escaso manejo político y se escondió en esta crisis de pánico provocada por el enfrentamiento.
Maldonado Venegas es la principal carta de Moreno Valle para competir en la próxima contienda estatal, manteniendo la coalición que formó entre el Partido de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Nueva Alianza y que ya mostró su éxito en dos elecciones consecutivas, la del propio Moreno Valle y la del año pasado que refrendó las victorias en los principales ayuntamientos y en el Congreso local.
Ahora Luis Maldonado y su jefe, Rafael Moreno, parecen correr la misma suerte, donde se encuentran en vilo las posibilidades uno de ser candidato a gobernador y del otro, de llegar a competir por la presidencial.
La falta de coordinación en su equipo y la incapacidad de los más de ellos, son las causas principales de la actual crisis poblana. De ahí se derivó una serie de errores y confusiones que llevaron al extremo de optar por la derogación de la ley que generó el conflicto y que antes de eso provocó felicitaciones para el Congreso poblano y para el mismo gobernador Moreno Valle.
Primero se trató de desmentir que la muerte del menor fuese originada por el disparo de una bala de goma que golpeó su cabeza. Más adelante recurrieron a la secretaría de la Defensa Nacional para mostrar que el gobierno de Moreno Valle no había adquirido balas de goma.
Sin embargo, los argumentos enredaban más el asunto, ya que entonces se establecía que recurrían al mercado negro para la compra de sus equipos, por lo que se argumentó que había sido un petardo proveniente de los propios manifestantes el causante de la muerte del menor.
La intención era que el gobierno de Moreno Valle saliera ileso de este conflicto.
Moreno Valle mandó su propuesta a la Cámara de Diputados del estado y se recurrió a la fracción legislativa del PAN en el Congreso local para el reculón de la ley de marras.
En su argumentación, el gobernador Moreno Valle explicó que decidió pedir la abrogación de dicho ordenamiento legal, porque fue estigmatizado y se crearon falsas posturas en torno a dicha legislación.
Claro que de inmediato, el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, (GPPAN) se sumó a la propuesta del Poder Ejecutivo de abrogar la Ley para la Protección de los Derechos Humanos y que Regula el Uso de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del Estado de Puebla, aunque estableció que propondrá construir una norma con el consenso de los distintos sectores sociales, que contribuya a fortalecer el estado de derecho y proteja la integridad de todos los poblanos.
La ley vigente está apegada a tratados internacionales para proteger los derechos humanos, la cual contiene recomendaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien reiteró que no tiene vicios de inconstitucionalidad en la materia.
MISIÓN CUMPLIDA
Los senadores ya cumplieron con su tarea, ahora corresponde a los diputados hacer lo propio y de aprobarse, sin modificaciones, la minuta del Senado de la República, todos los legisladores felices y contentos se irán de vacaciones, aunque la mayoría lo niegue, para prepararse para el período ordinario que inicia el primero de septiembre, su último año legislativo.