Fuerza pública
Ramón Zurita Sahagún viernes 18, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Es justificado el uso de la fuerza pública con respaldo de las fuerzas armadas en todo tipo de operaciones?
¿Se justifica que el gobierno no cumpla con sus propósitos y cuando alguien suple esas funciones se actúe con todo el rigor de la ley?
¿Llegará el gobierno de la misma manera, con despliegue de fuerza, como lo hizo en la casa-hogar de Zamora, para arrestar a los curas pederastas y otros violadores?
Estas son algunas preguntas que se hacen miles de personas sobre lo ocurrido en el albergue (casa hogar) La Gran Familia, cuya cabeza visible era Rosa del Carmen Verduzco (Mamá Rosa).
Y es que por más de cuatro décadas, la labor altruista de Mamá Rosa fue reconocida ampliamente por propios y extraños, sin que nadie del gobierno se interesara en saber las formas, ni los métodos con los que ahí se trabajaba.
Según el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, los primeros sorprendidos con las condiciones imperantes en el asilo fueron los mismos funcionarios públicos.
La insalubridad, el hacinamiento, la descomposición de comida y el trato inhumano que recibían los habitantes de esa casa, además de las denuncias por corrupción de menores y hasta abuso sexual, llevaron a las autoridades para intervenir en esta casa-hogar.
Murillo Karam dijo que las personas que habitaban el albergue La Gran Familia, eran seis bebés, 154 niñas, 278 niños, 50 mujeres y 109 hombres, los que convivían entre 20 toneladas de basura.
Sin embargo, en descargo de los operadores de ese albergue, vale la pena preguntar si en las casas hogares, hospicios, albergues o como se llamen las que administran los gobiernos federal, estatal, capitalino, son mejores las condiciones de vida o el trato que se les proporciona a sus habitantes. El actual es el momento adecuado para realizar una revisión de lo que se viene haciendo en ese tipo de albergues, orfelinatos, hospicios, casas de descanso, etc.
Se sabe que en las clínicas de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos el abuso es notorio y nadie hace nada para remediarlo y las quejas abundan.
Los golpean, los humillan y abusan de todas formas de ellos y si alguien cuestiona, responden que solamente de esa forma pueden rehabilitarlos, por su rebeldía.
Es cierto que la corrupción de menores y el abuso sexual de ellos deben ser castigados con todo el rigor que la ley considera, pero se debe aplicar el mismo trato en otras denuncias, sin importar de dónde provengan.
Una de las principales escuelas privadas de la ciudad de México cerró sus puertas hace unos días, luego de un escándalo de violaciones y abusos de menores por parte de personal docente y administrativo del plantel y hasta donde se sabe quedaron muchos pendientes.
En Oaxaca, en otra escuela privada y en otros lugares del país se han producido este tipo de delitos, con frecuencia inusitada, convirtiéndose en uno de los grandes problemas de la actualidad.
Junto con el “bullying”, el abuso hacia los menores es una constante que, por desgracia, se está propagando en todo el país.
Regresando al asunto de la casa-hogar de Zamora, Michoacán, son muchas las voces que han salido en defensa de la directora de dicho albergue, mientras que otros se ensañan en su contra, por lo que las autoridades deberán analizar bien la situación y respaldar en la averiguación los delitos que les serán imputados antes de que el asunto evolucione en todos los sentidos.
Ahogado el niño, tapan el pozo, reza la antigua sentencia y se espera que las autoridades pongan mayor atención en otros sitios que se encuentran en igualdad de condiciones o peores que el albergue de Zamora, Michoacán.
MARTA SAHAGÚN
Como se sabe, Marta Sahagún Jiménez es oriunda de Zamora, Michoacán, y conoce desde siempre la casa hogar y la labor de Mamá Rosa, a la que defiende y cuestiona a las autoridades: “Yo lo único que tengo, que viví, que sentí, es una obra donde todos eran generosos, todos apoyaban, cada quien hacía lo que podía, cualquier lugar a donde pasaba todo mundo le grita ‘¡adiós, Rosa!’”. Consideró que las imágenes que se han mostrado del albergue distorsionan la realidad y afirmó que tener un lugar con ratas y sucio no constituye ningún delito.
“Dónde estuvo la autoridad para mejorar estas condiciones”, cuestionó.
ARQUÍMEDES ORAMAS
En la contienda electoral de 2009, Arquímedes Oramas se quedó a un puñado de votos de ser diputado federal, con todo y haber obtenido una copiosa votación, cayó derrotado por su adversario perredista.
Ayer, Oramas tomó protesta como senador de la República, luego que Humberto Domingo Mayans Canabal solicitó licencia para ocuparse de un cargo menor.
Contrario a lo que sucede con Mayans Canabal, Oramas, médico de profesión, es un personaje bien visto en Tabasco, tanto que provocó que a su toma de protesta como legislador acudieron un gran número de sus paisanos.
Varios diputados locales priístas, incluida su esposa Leydi Aracely Quevedo, legisladora local en Tabasco del Partido Nueva Alianza.
¿Qué habrían hecho los sonorenses si Arquímedes y su esposa Leydi Aracely hubiesen nacido en esa entidad y no en Tabasco?
PESADA AGENDA
Una estimación de cuatro días de discusión tienen los senadores de la República que iniciaron su debate sobre la reforma energética y sus leyes secundarias