Día del Abogado
Ramón Zurita Sahagún jueves 17, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los abogados han representado desde siempre la parte sustantiva de la administración pública en los tres niveles de gobierno: federal, estatal y local, aunque ahora comparten parte de esa responsabilidad con los economistas.
Desde que asumió la Presidencia de la República el primer civil de la historia moderna del país, Miguel Alemán Valdés, pocos han sido los ejecutivos federales que no han ostentado esa profesión de licenciados en Derecho.
Adolfo Ruiz Cortines, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada son los ex presidentes que no han sido abogados.
Miguel Alemán Valdés, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto forman parte del grueso de los abogados Presidentes de la República.
La presencia de los abogados en todas las dependencias públicas hacen que las aulas de las universidades públicas y privadas se encuentren nutridas por la presencia de alumnos que desean cursar esa carrera, aunque no todos desean incorporarse a tareas gubernamentales.
El pasado viernes 11 de julio se celebró en Los Pinos, con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, el Día del Abogado, evento en el que desde dos administraciones anteriores no participaba el Ejecutivo federal, con todo y que Felipe Calderón Hinojosa era de esa extracción académica.
Fue precisamente el Ejecutivo federal el encargado de dar la noticia de que el Día del Abogado contaría con la presencia del Presidente de la República durante toda su administración y que, incluso, el año próximo lo harían más grande, ya que en esta ocasión los espacios se limitaron para 300 asistentes.
La ceremonia fue sumamente cálida y con la nutrida presencia de los funcionarios del gobierno federal, aunque muchos se preguntaban el porqué el organizador del evento fue el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida y no otros abogados, como el procurador general de la República, al que se le considera como el abogado de la nación.
Tal vez fue eso lo que molestó a varios abogados el que a Navarrete Prida se le diera un trato especial por parte del Presidente, ya que fue el secretario del Trabajo el que se coordinó con el Congreso Nacional de la Abogacía, que preside Juan Carlos Sánchez Magallán, para realizar el magno evento en que, además, participaron más de 20 organizaciones de abogados del país.
En su discurso, Peña Nieto destacó las reformas logradas durante su administración en todos los rubros, aunque priorizó las del ámbito penal, derechos humanos, Ley de Amparo, ya que con ellas se consigue una mejor impartición de justicia.
Son muchos los días que han transcurrido desde el viernes 11 en que se celebró el evento del Día del Abogado, aunque saltan muchas preguntas que nadie ha respondido, sobre lo sucedido en esa fecha.
Entre ellos resalta el comentario, en tono jocoso, pero que sonó como una advertencia por parte del mismo Ejecutivo federal, quien alertó sobre la importancia de los personajes ahí reunidos:
“Podría invertirse el presidium y no pasaría nada”, dijo Peña Nieto en clara alusión a que tanto arriba del presidium como abajo del mismo había abogados de gran experiencia que sin ningún problema podrían ocupar las eventuales vacantes de los secretarios, ministros de la Corte y demás funcionarios que ahí se encontraban.
Los de abajo se miraban extrañados, pero con un singular mirada por ese aliciente, los de arriba extrañados al no saber si era solamente broma o una advertencia a futuro cercano, mediano o de largo plazo.
Otra pregunta que se hacían fue el porqué Jesús Murillo, procurador de la República, fue sentado al final de la primera fila, mientras que otros personajes se mantenían más cercanos al Presidente. Llamó más la atención que otro abogado, como lo es el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, fuese ubicado en la segunda fila, aunque nos se sabe si por la ubicación o por no ser tomado en cuenta como uno de los distinguidos licenciados en derecho.
Murillo Karam y Chuayffet Chemor fueron estaban alejados del presidium donde se ubicaron otros miembros del gabinete, como los secretarios del Trabajo, Alfonso Navarrete; Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza; Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, entre otros abogados del servicio público.
La frialdad hacia el titular de PGR y el secretario de Educación Pública fue notoria, como también lo fue el distanciamiento existente entre dos abogados, que en el pasado mantuvieron cercanía, el ex procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha y la titular de la secretaría técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal. También se notó el gran vacío que le hicieron la mayor parte de los asistentes al zar antisecuestros, Renato Sales Heredia, quien fue mandado hasta la tercera fila.
FALLECIÓ RIVA PALACIO
A los 88 años murió el ex gobernador de Morelos, Antonio Riva Palacio, quien fue un destacado político, militante priísta por varias décadas.
Riva Palacio fungía como asesor del actual gobierno de Morelos que encabeza Graco Ramírez Garrido, aunque antes presidió la Gran Comisión del Senado de la República, durante la administración de Miguel de la Madrid Hurtado y antes de eso fue diputado federal y desempeñó otras funciones dentro de su partido y de gobierno.